lunes, 13 de octubre de 2025

El pasado es perfecto

Te alejaste de la morbosa necesidad de comentar desgracias ajenas.
Del creer que tu sufrir sirve para ayudar al otro.

No te permitís ni un pensamiento negativo.
Apenas te descubrís pensando con la cabeza de mono,
te das un manotazo y lo espantás con lo que tenes a mano.

Si pensás que ayer hiciste mal al decir eso,
te recordás que eso ya es pasado,


y que el pasado es perfecto.

y que tren llegará a destino en el momento indicado,

Ni un segundo más ni un segundo menos.

puntual como los de Japón.


Vos elegís sentarte y disfrutar del paisaje,

mientras a tu alrededor protestan porque el asiento no es taaaan confortable.


miércoles, 1 de octubre de 2025

Pasando revista: Más de Mil Páginas


Ayer fuiste temprano al supermercado.
En la caja viste a una señora pagando la revista.

Gritaste de alegría.

Así de vergonzoso fue:

Un escándalo mientras mirabas por arriba y por abajo el paquete;
le calculaste más de dos kilos.

Y para hacer la escena todavía más divertida,
en ese mismo lugar una vecina buscaba la revista de la competencia,
y vos tuviste el descaro de animarla a la otra.

Para rematar,
en la cola apareció tu hijo para pagar una gaseosa
y para presenciar todo.

Hoy no te avergonzás ni un poco, caradura:
querés disfrutar todo:

El orgullo que te dan esas más de mil páginas que serán leídas en cientos de sucot
alrededor de todo el mundo.

La alegría de ver que tu nombre aparece por ahí algunas veces.

Y la alegría todavía mayor al saber que de cada página podés contar una historia.

Tenés más de mil historias para contar
y todas son de superación.


lunes, 29 de septiembre de 2025

Pasando Revista: Culpen a Luis Miguel


Te propusiste no hablar mal de tus compañeros, una de las kabalot que tomaste para este año.

Querés trabajar en la reacción super humana
de culpar al otro cuando se descubre un "error"

Superar ese reflejo que nos hace levantar el dedo y señalar al otro

casi como ijmaj shemó levantando la mano acusadora.

Todo error tiene un origen,
pero llegar al origen requiere paciencia y tiempo

y tiempo es algo que en estos dias no podemos perder

Vamos al tema que te hizo saltar esos pensamientos:

Nadie quiso  que esa foto saliese publicada.

Culpen a las editora que en ese momento estaba trabajando desde un avión

Culpen a la correctora superhiperobsesiva a quien se le escapó.

Culpen al productor, que estaba haciendo un millon de cosas al mismo tiempo

Cúlpenme a mí, que ese día estaba en otro lugar.

Culpen a la noche.
Culpen a la playa.
Culpen a la lluvia.

Todo lo que hace Hashem es porque nos ama.


viernes, 26 de septiembre de 2025

Pasando revista: Resaltada en rosa fosforesente


Le diste de comer pepino
a un perro
que merodea la oficina.

Comiste pizza,
dejaste en el plato la ensalada.

Te visitó una amiga
a quien despediste rápido
mientras averiguabas
si los avisos habían llegado.

Durante el día
contaste varias veces en voz alta,
señalando la pantalla
o una lista en papel
resaltada en rosa fosforescente.

Te dormiste
el primer día de Rosh Hashaná.
No escuchaste el Shofar temprano.

No dejaste
que eso te arruine el día.

Ni un minuto angustiada
por haber fallado.

Si algo no había salido
como debía,

ahí,
aún más,
te sentiste querida.

No hay con Él
strings attached.

lunes, 22 de septiembre de 2025

Pasando revista: En pose zen


Hashem te metió en el mundo de prepo.
Y te sigue metiendo de prepo en lugares incómodos.

Llegás a Rosh Hashaná, sobre todo, cansada.
No sabías que se podía exigir tanto de una mente,
y de un cuerpo.

Ayer volviste a tu casa.
A la cama.

Te da bronca sentir que no hiciste tu trabajo de Elul.
Pero yo creo que lo hiciste de otra manera:
te enfrentaste a vos misma.


Hoy amaneciste llorando,
enojada con Hashem porque no te da tiempo de ponerte en contacto

en pose zen

Como si dependiera de estar sentada en el jardín,
o de un shemoná esré, o de un picaflor que te recuerda a tu madre,
a quien  visitás desde lejos cada vez que te tomás un recreo
en el rincón que encontraste desde donde se ve el cementerio.

Hay lugares donde te sentís más cerca,
y otros donde te sentís más lejos.

Y te enoja que Hashem te haya puesto a bailar
ese ritmo loco
que suena tremendo.


jueves, 18 de septiembre de 2025

Pasando revista: Quien sos vos en el medio


Tenés problemas para lidiar con la autoridad.
Estés donde estés, hagas lo que hagas,
sabés (por experiencia) que las cosas te salen bien.

Por eso te cuesta bajar la cabeza cuando tus superiores hacen algo con lo que no estás de acuerdo.
Que, en general, es todo.

Te sentís como un soldado que cumple órdenes,
y ya no sabés hasta dónde llegan tus límites.

Te propusiste no opinar, no interferir.
Lo cumplís de maravilla, porque sabés mejor que nadie
que nada entorpece más un proyecto que alguien haciendo lo que se le canta
en vez de lo que le toca.

Pero ayer te equivocaste.

Tendrías que haber puesto un límite,
no permitir que se cometiera una injusticia.
¿En qué clase de mundo Valeria Bauer se queda callada?
No en uno en el que quieras vivir.

Recién ahora lo ves.
Cuando te sentás a escribir una carta de agradecimiento
a quien le diste la orden de cumplir el rol de verdugo
y a diferencia tuya, decidió intervenir.

Porque lo que tiene que pasar, pasa.
Hashem tiene infinitos recursos.
La cuestión es quién elegís ser vos en el medio.

Y ahí empezas a entenderse un poco más
del libre albedrío.

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Pasando revista: Tomaste Té


No entendés qué te pasó.
No sabés si fue Corona
o simplemente estabas chinchuda y tu cuerpo lo escuchó.

Los signos:

Domingo
No tuviste ni un solo pensamiento positivo.
Quisiste sonreír y no te salía.
Fuiste la persona que no querés tener en un equipo.
Te compraste una bebida energética para ver si ayudaba.
Saliste a caminar con la intención de reiniciar el día.
Y aun así.

Lunes
Sudaste en el camino de ida.
Tu tos ronca retumbaba en la oficina.
Tomaste té.
Más extraño aún: perdiste el apetito.

Martes
Te sentís mejor.
Y ahí vienen las interpretaciones:
Podrías haber pasado tres días en cama.
En su lugar, mandaste cientos de PDFs a diferentes imprentas.

El aire entrando por tus fosas nasales.
El dolor del cuerpo que se desvanece.
El contraste.





martes, 16 de septiembre de 2025

Pasando revista: Muy bien 10, te felicito


No te asustás cuando las cosas pasan.

Las resolvés si podés.


Y si no, te quedás en tu oficina oscura, comiendo una hamburguesa, mientras el resto de la empresa protesta porque es la tercera vez que se corta la luz.


Calculás que se perdió un cuarto del trabajo del día.

El día de cierre.

El día de tu cierre.

El cierre más importante del año. 

El día en que duplicás la productividad, 

triplicás la información

cuadruplicás el desafío de no perder la calma.


Ni siquiera se te cruzó por la cabeza coronarte reina del drama.


Podrías haber corrido por los pasillos 

como en una película de terror.


Pero no.

Ni pensaste en que el número de páginas te excedía.

Cuando el sol bajó,

saludaste al equipo.


Algunos bajaron por escaleras

otros por ascensor.


jueves, 11 de septiembre de 2025

Pasando Revista: Cierre de Rosh Hashaná.




Ayer, la información oficial que recorría los pasillos de la oficina anunciaba que iba a ser uno de los días más intensos del año.


La temperatura emocional estaba tan alta que el lugar amenazaba con convertirse en una olla a presión.


La historia de lo que pasó en esta misma época, el año pasado, la conocías de memoria: la habías escuchado de boca de las altas esferas y también de los simples lacayos.


Todos entraron con miedo a que se repitiera la experiencia. 

Nadie quiere trabajar hasta las tres de la mañana.


¿Y vos qué hiciste?


LLegaste y detuviste un caso de bullying.

Una pelea arcaica entre dos balabustas.


Tuviste una charla en voz baja, como recomiendan los expertos.

Sonreíste y calmaste las aguas agitadas.

Te agradecieron el consejo.


En un exabrupto le pediste a tu jefa que no te incluyera en los créditos.

“Quiero trabajar la humildad”, dijiste.

(Aunque acá igual lo contás).


Te contuviste de interrumpir el descanso del equipo

que se alargaba alrededor de la pizza.

(Aunque la intención se notaba).


Echaste, 

de manera sutil y graciosa, 

a la editora intrusa que se escurrió en la zona de gráfica.


Y escribiste una carta de agradecimiento,

elogiando un sistema de cierre


creado por otros.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Pasando revista: Naturaleza muerta



Reservaste una sección de tu jardín para las plantas que no sobrevivieron. 

Las flores secas, 

las raíces de los yuyos que crecieron junto al árbol de aravot.


La cáscara de un limón seco te parece más útil que la de un limón fresco. 

Hoy te alegraste porque empieza el otoño y planeás juntar un montón de hojas en el parque que atravesás todos los días.

Encontrás belleza en lo que el tiempo desgasta, 

en lo que la gente desecha. 


El tiempo que tarda una rama en crecer, florecer y morir te hace dudar si vale la pena hacerla arder en la fogata. 

Recodás que allí la rama se volverá ceniza, 

y humo que se extenderá por el aire formando siluetas graciosas.


Así de bella te parece la naturaleza muerta. 


Y me pregunto cómo terminarás vos.

martes, 9 de septiembre de 2025

Pasando revista: Una luna roja




Hashem está presente en el presente. No lo vas a encontrar en el pasado ni en el futuro. La Shejiná se posa en el aquí y ahora, y por eso los pocos que logra sentir Su presencia, aunque sea por unos segundos terminan desarrolando teorías inexactas sobre cómo llegar a vivir en ese estado. Estados que algunos llaman nirvana, otros iluminación, otros éxtasis espiritual… etcétera, etcétera y esto y aquello es siempre lo mismo: gente tratando de ponerle nombre a lo que no se entiende.

Si tu cerebro, tu corteza frontal, se programa para regodearse en el pasado o preocuparse por el futuro, se cirrra la puerta, la oportunidad de descubrir la presencia de Hashem en cada instante.

Y si cuando te das una ducha cerrás los ojos, podés sentir el repiquetear del agua en tu espalda, pensar que cada gota fue creada para vos, diseñada exculsivamente para ofrecerte la frescura o el calor que anás buscando según la estación.

Hashem te regaló un mundo lleno de sensaciones que no te querés perder de disfrutar. Hacés tefilá por eso, pero ayer hubo una luna roja y vos te fuiste a dormir.

lunes, 1 de septiembre de 2025

Pasando revista: Marcel Marceau


Empezaste el día pensando que podías hacer algo mejor que lo que se había hecho el año pasado. Llegaste a la oficina y mandaste un email inspirador a los equipos, digno de una charla TED.

Le habías pedido a Hashem que el desafío del día fuese recordarte que no sos vos quien maneja la escena. Que todo es una mímica, como la de Marcel Marceau. La diferencia es que él sabía que lo suyo era un acto, mientras vos a veces creés que sos la que controla el mundo.

Te mantuviste serena incluso cuando sospechaste que una decisión de tus superiores podía complicarte el día. Olvidaste que esa decisión también fue tomada por el Único Superior. Aun así, te dejaste llevar como una hoja flotando en un río calmo, mientras mandabas correos, movías papeles de un lado a otro y te disculpabas con la gente por hacerlos quedar hasta tarde.

Hasta que, sin saber cómo, te encontraste en un remolino, como si la hoja tranquila en el río hubiese sido arrojada a una catarata. Trataste de controlar las paredes de agua que te centrifugaban, y fue entonces cuando perdiste la forma.

Terminaste el día como un muñeco de trapo tirado en la orilla, con la cabeza descosida.

jueves, 28 de agosto de 2025

Néctar para las avispas


Sé que la Gueulá se acerca. No podría ser de otro modo: cuanto más se espera, menos falta para que llegue.

En mi galut interno, que vendría a ser el camino de mi neshamá de vuelta al origen, tuve que atravesar un bosque oscuro rodeado de lobos, una estepa desierta y hasta un huracán en la selva que me disparó como una bala de cañón al medio de un jardín precioso, donde la Shejiná se sienta a escuchar el canto de los pájaros cuando despiertan.

En el jardín, a Hashem lo veo por todos lados: en el cactus que florece en la taza en la que por última vez tomó mi padre; en las aravot que clavé el año pasado junto al desagüe del aire acondicionado y que hoy podrían abastecer a todo un pueblo; y, sobre todo, en la viña, eel árbol del fondo, ese que creí muerto y que con el tiempo extendió sus ramas, ofreció unos cinco metros de sombra y unos cien racimos.

Acaba de terminar la cosecha: uvas dulces para mis nietas, jugo para bendecir en Shabat, racimos para regalar a la vecina y néctar para las avispas.

Quien quiere ver, busca y encuentra.

jueves, 14 de agosto de 2025

Un mundo sin chupetes


A los dos años tiré mi chupete por la ventana.

Mi mamá aprovechó la oportunidad y me dijo algo que no recuerdo, pero según la tradición familiar, fue algo así como: “No existen más chupetes en el mundo”.

Parece que yo era una clásica niña de dos años, apegada a su chupete y a sus ideas, por lo que debo haber llorado un largo rato. Me imagino a los gritos, tirada en el suelo, rebuznando como un burro, y mi mamá, cansada, decidió que nada sería mejor que hacérmelo comprobar por mí misma.

Me llevó a la farmacia de enfrente y me hizo preguntarle al farmacéutico si vendían chupetes. Desde atrás le hizo señas para que contestara que no, y el buen hombre, en vez de ganarse unos pesos, me mintió en la cara.

Yo no quedé conforme. Hice otro berrinche en la puerta de la farmacia cuando mi mamá quiso volver a casa, así que, en lugar de cruzar, dobló por Gavilán y me llevó a la carnicería. Me hizo preguntarle a Titín, el carnicero. Después pasamos por el almacén, para preguntarle a Cacho. Luego, en el quiosco de al lado de mi casa, le pregunté al hombre de quien no sabía el nombre (ese negocio cambiaba de dueño muy seguido), y al recibir la última respuesta negativa, mi mamá le pidió 100 gramos de anillitos de chocolate.

Y nos volvimos a casa.

martes, 5 de agosto de 2025

Pensar así es una herejía


Me imagino al Olam Haba como un lugar en donde todo sucede sin que tengamos que intervenir.

Porque una de las cosas que más molesta es tener que tomar decisiones. 

¿Qué tengo que hacer ahora? ¿Dejo que mi hija vaya a la playa o no dejo que mi hija vaya a la playa? ¿Dejo que mi jefe no reconozca mi esfuerzo o no dejo que mi jefe no reconozca mi esfuerzo?  ¿Dejo que mi marido me irrite o no dejo que mi marido me irrite?

Y para colmo, después de tomar una decisión tambaleante, tenemos que lograr llevarla al acto. Y mantenerla. Ahi se donde se pone realmente dificil porque cuando uno empieza a hacer lo que decidió, viene el Ietzer Hará, quien te agarra dubitativo y con las defensas bajas, y te empieza a recitar la lista de excusas que inventa para hacernos sentir que la decisión que tomamos estaba equivocada. O peor, El Ietzer Hará, en ese mismo momento, muchas veces no aparece. Se esconde para dejar que la idea primera (la voluntad de Hashem siempre nos parece inverosimil) nos convenza por sí misma y decidamos que estamos equivocados. Y haciendo esto o haciendo lo otro, seguimos dudando.

Y al final, uno no sabe si está haciendo lo que quiere Hashem o está haciendo lo que quiere el Ietzer.

Ahora mismo ni sé lo que estoy diciendo, parecería que pienso que hay más de una fuerza que nos controla.  

Pensar así es una herejía.

No hay dos fuerzas.

Hay Una. 

Y solo Una.

Y todo lo que sucede está bien.

Entonces eso: que el Olam Haba debe ser un lugar en donde todo sucede sin que tengamos que intervenir.

miércoles, 30 de julio de 2025

Prohibido molestar


El comentario que más escuché, cuando hace muchos años me senté a procesar la muerte de mi mamá, fue el mismo en boca de todas sus amigas: que mi mamá se caracterizaba por no querer molestar. Nunca. Y lo lograba. Estaba ahí para ayudar sin que se notara mucho.

Durante la shivá, escuchar ese comentario me dolía y me gustaba al mismo tiempo. Me gustaba porque el amor que la gente le tenía lo he visto muy pocas veces. Y me dolía porque, al haber sido criada por una mujer así, en mí se potenció esa característica. Molestar, para mí, tiene una connotación negativa.
Por eso, es mi naturaleza tratar de evitar causar el más mínimo inconveniente a quienes se cruzan conmigo en la vida. Yo quisiera ser invisible.

¿Hace falta que les diga que a Hashem le importan muy poco mis planes? Él quiere sacar lo mejor de mí, y la única manera de lograrlo es enfrentarme con desafíos. Así que hizo que mi vida profesional exigiera hacer algo que no me gusta, en lo que no creo. Si alguien se pregunta qué es ser project manager, la respuesta fácilmente podría ser: la persona que molesta a todos, todo el tiempo.

Mi chiste de nicho es que soy la que no hace nada, pero sabe lo que tienen que estar haciendo todos.
Soy como una directora de orquesta que, con su varita, marca: ahora los editores (como si fueran violines), las correctoras, suenen los tambores, suenan las trompetas y así, la la la, pin-pun-pan, se repite la misma sinfonía, pero esta vez acompañada por un coro que canta que tenemos que terminar a tiempo.

Mi trabajo implica interrumpir, molestar, señalar errores, corregir. Todas cosas que no me encantan.
No me gusta meterme en una charla para pedir que en este mismo minuto, que se resuelva el tema de esa coma. que decidan si corresponde o no repetir esa palabra, que le indiquen a la gráfica cuál de todos es el rabino del artículo, en la foto del encuentro anual de shlujim.

Y todo esto lo digo para compartir con quienes me hayan acompañado leyendo hasta acá, que hoy espero superar una nueva prueba. Si las páginas de un proyecto que dirigí llega hoy a tiempo a la imprenta, y yo llego sin haber perdido la cordura, ni la amabilidad, ni la paciencia, me voy a sacar un diez felicitado.

Porque la que nació para no molestar… hoy se va a recibir de molestadora oficial. Y quizá estudié demasiado.

viernes, 25 de julio de 2025

Mas excelente y confiable serás vos


Acabo de enviar una pregunta al grupo de WhatsApp de mis amigas, ese donde más que nada coordinamos horarios para las reuniones en las que compartimos pensamientos mientras tomamos una copa de vino.

El mensaje decía: "¿A quién llamo para arreglar un secarropas?"

A los quince segundos me responde Fulana con un contacto y un comentario: "Es excelente y confiable."

Y entonces me acordé del clásico “a mí me rebota y a vos te explota” de la infancia, y jugué a ese mismo juego… pero al revés. Respondí: "¡Más excelente y confiable serás vos!"

Y de repente tuve una epifanía.

Me imaginé que a eso se refieren nuestros sabios cuando dicen que, así como tratamos a los demás, así Hashem nos trata a nosotros.

Es como que, si vas y le decís a alguien que es inteligente, va Hashem y dice: "¡Más inteligente serás vos!"

Es pura magia. Lo estoy viendo.


Si te enfocás solo en lo bueno que hacen los otros, Hashem se enfoca solo en lo bueno que hacés vos.

Y te lo dice.

Abracadabra — ha bara que dibra — El que Habló y Creó, se revela en un milagro chiquito diseñado sólo para vos.



La vida es puro egoísmo. 

Es: Salvá a tu alma ahora.

Nadie más puede hacerlo por vos.

viernes, 4 de julio de 2025

Un globo azul



Salí al balcón a recoger la ropa tendida. Todavía no había hecho tefilá, estaba preparando mi rincón, pero ya que estaba, empecé a hablar con Hashem de manera informal. Le pregunté por qué sentía que sacar los repasadores de la soga me parecía una pérdida de tiempo, si en realidad puedo acreditarlo en mi cuenta espiritual como jesed:lo hago por mi familia al mantener la casa en orden.


En ese momento, por entre los árboles de la cuadra, vi pasar un globo azul que se perdía hacia el cielo. Ese momento fue creado para mí, pensé, pocas cosas más lindas que ver un globo perderse en el aire. Se han hecho cuentos, películas, y se ha usado esa imagen de Barsky hasta el cansancio. Aun así, no pierde su magia.


Perdí de vista el globo cuando se metió en el estacionamiento de enfrente. Justo en ese instante, un auto se detuvo a preguntarle a un bajur hacia dónde se dirigía, para llevarlo. Cuando el bajur subió, pensé: pocas cosas más bellas que presenciar la belleza del pueblo al que pertenecemos.


Shabat shalom 

martes, 1 de julio de 2025

Dr. Jeckyll and Mr. Hide


A la noche surge lo peor de mí: el cansancio y la queja. Las cosas pierden su color. No distingo los grises de las sombras, y cuando la belleza desaparece, prefiero cerrar los ojos y dormir.

A la mañana tomo café en el jardín, rodeada de pájaros con picos amarillos y flores rojas y naranjas. Por entre los racimos de uva que cuelgan de la viña se cuela un rayo de sol que apunta a mi ojo izquierdo y hace que todo cambie de color. En realidad, las cosas cambian de color constantemente según el curso de la luz que las ilumina.

Podría pasarme el día entero mirando. Nunca me aburro. Por ejemplo, ahora observo una paloma que se posó en la cerca y me maravillo de cómo Hashem combinó los marrones y grises que se pierden en un cuello que se torna tornasol.

A veces tengo un glimpse, un flash de comprensión de lo que le pasó a Abraham Avinu, porque es claro que en la naturaleza se puede descubrir a Di-s.

Hablemos del mar, si quieren, de las Cataratas del Niágara, del sauce llorón, de la piedra caliza, del bosque de Yellowstone. Del desierto de Sara.

Y hablando de Sara, no puedo evitar pensar en que segurmente fue nuestra matriarca quien indirectamente guió a su marido por el camino que lo llevaría a una revelación que consideraría propia, como hacen las mujeres sabias que saben cómo sembrar buenas ideas en silencio. 

Y hablando de eso, pensemos en las creaciones humanas, que nunca llegan a ser tan bellas como las salidas de la fábrica de la Creación. Nunca un Tesla será más bello que el Aconcagua. Nunca el Taj Mahal se le acercará a los talones del diseño de la via láctea. El sonido de los pájaros nunca se podrá comparar con el ruido de un despertador. 

Sin embargo, el arte desempeña un papel en todo esto. No es lo mismo escuchar a la filarmónic de Viena  que el ruido del motor del aire acondicionado. Debe ser porque el arte atraviesa al hombre y se expresa a través de él, el ser humano, la más maravillosa de todas las creaciones.

Y quizá es solo cuestión de grados de separación. Cuanto más alejado del origen, más las cosas pierden su esencia. Cuanto más cerca del estado original, la belleza más se expresa.

Y pienso en Dorothy, allá en Kansas, y en las encrucijadas de la vida: Norte, Sur, Este u Oeste. Al final, da lo mismo el punto cardinal , Hashem está en todos lados, por eso, cuando no sé para dónde ir, dejo que lo bello y lo bueno decidan mi rumbo.

jueves, 12 de junio de 2025

Bendita competencia


Desde chiquita, mi sueño secreto es llegar a ser la mejor persona del mundo.

Así de competitiva soy. Competitiva conmigo misma. Así mido mis victorias y mis fracasos. Me importa cambiar un defecto. 

Por eso me encanta vivir entre gente que se trabaja a sí misma. Porque, convengamos que la fábrica, ya nos manda bastante fallados.

Voy a sonar egoísta, pero me trabajo a mí misma porque lo disfruto. Más que nada, el esfuerzo que implica corregirse espiritualmente me parece mucho más interesante que el esfuerzo de levantar pesas en una máquina.

Si uno vive rodeado de ladrones, mentirosos o asesinos, la vara está muy baja.

Pero si uno pertenece a Am Israel, gran parte de ese tema ya está solucionado. Más aún si uno vive en mi barrio, rodeada de niños que pueden estar solos en la calle porque todos actuamos como hermanos.  Uno cuida del otro.

Así que se imaginan: tratar de superarme y lograr ser más amable que mi vecina, la persona más amable que conozco… es un desafío grande.

Igual lo sigo intentando. Y me averguenza decir que tengo algunas medallas recién recibidas. Hashem me las va mandando con brajá y menujat ha nefesh.

Ayer, por ejemplo, subiendo la montaña para tomar el colectivo que me lleva al trabajo, me disculpé con una conocida por tener los auriculares puestos. Al contarle que escuchaba el Kav HaBitajón, me contó que ella también está trabajando en su emuná. Y dijo palabras que yo había dicho días antes. Me contó una historia inspiradora. Me dejó pensando.

Qué lindo estar rodeada de gente que te desafía.

Cuantos más seamos, mejor.

Estamos trayendo al Mashíaj.