Te alejaste de la morbosa necesidad de comentar desgracias ajenas.
Del creer que tu sufrir sirve para ayudar al otro.
No te permitís ni un pensamiento negativo.
Apenas te descubrís pensando con la cabeza de mono,
te das un manotazo y lo espantás con lo que tenes a mano.
Si pensás que ayer hiciste mal al decir eso,
te recordás que eso ya es pasado,
y que el pasado es perfecto.
y que tren llegará a destino en el momento indicado,
Ni un segundo más ni un segundo menos.
puntual como los de Japón.
Vos elegís sentarte y disfrutar del paisaje,
mientras a tu alrededor protestan porque el asiento no es taaaan confortable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me gusta charlar con ustedes por acá. Gracias por comentar.