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martes, 11 de marzo de 2008

El que rie ultimo, rie mejor!


"El arrogante y altanero, mofador es su nombre, oprime a los demás con su soberbia" (Mishlei 21, 24).

Es decir, la persona arrogante y altanera, no suele conformarse con sentir sus viles sentimientos dentro de su corazón, sino que necesita "alimentar" a los mismos a través de la burla y la puesta en ridículo de sus semejantes. Sin embargo, por más que la crueldad del soberbio y del altanero puedan resultar "exitosas", logrando la risa y la complicidad de los demás en ellas, todas estas personas – tarde o temprano- finalmente también habrán de caer.

Y cuánto más alta se eleve la altanería del soberbio, más fuerte será el "ruido" que haga en el momento de su caída ... E inclusive si esto no llega a suceder durante la vida del soberbio en éste mundo, es claro que no hay "olvido" ante el Trono Celestial, y por todo el hombre habrá finalmente de tener que rendir cuentas.

Y si fuésemos conscientes además, que cada burla o habladuría negativa, "despiertan" en el Cielo a los "abogados fiscales" para que revisen también nuestros "expedientes", seguramente que seríamos mucho más cuidadosos - inclusive por pura conveniencia y egoísmo- de no burlarnos ni decir cosas negativas en contra de los demás.
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Extraído de Torah Day, por Rab Kaufmann

domingo, 24 de febrero de 2008

"Un presente dado en secreto calma el enojo, y un soborno colocado sigilosamente puede provocar una gran ira" (Mishlei 21, 14).

Si bien este versículo puede ser interpretado de diferentes maneras, de él podemos aprender que hay cosas que el secreto puede ser muy provechoso y positivo, y hay otras en las cuales puede lograr exactamente el efecto opuesto.
Y así como los sabios nos enseñan que uno de los níveles más altos de dar Tzdaká es cuando el pobre recibe su ayuda sin enterarse quién se la dió, lo cual puede servir para calmar el enojo interno que puede generarle su situación de pobreza (sin sentirse eventualmente ofendido por el hecho de tener que recibir su ayuda "abiertamente"), así el colocar un soborno sigilosamente en el bolsillo de una persona, sin darle lugar a que la persona lo acepte o no, puede llegar a provocar exactamente el efecto contrario!

Y por qué esto es así? Por el simple hecho que el libre albedrío es una de las cualidades más intrínsecas e inherentes del ser humano, y aún cuando una persona puede llegar a sentirse tentada de recibir un soborno (lo cual evidentemente está muy mal desde el punto de vista de la Torá ), aún así es importante que la persona sienta que fue ella la que decidió (al menos) no oponerse a recibir dicho soborno, y no que se lo "impusieron" sin dejarle casi ninguna posibilidad de rechazarlo

jueves, 21 de febrero de 2008

"El que cerrare sus oídos al clamor del menesteroso, también un día clamará y nadie le responderá" (Mishlei 21, 13).


Cuando la persona posee plena conciencia que es Hashem quien le da el dinero que posee, y es Hashem quién le brinda la posibilidad de usufructuarlo (siendo también Hashem quien en un instante puede quitarselo todo), adquiere con ello la capacidad de pensar de una manera mucho más altruista respecto al mundo que lo rodea, abriéndo sus oídos, su corazón y su mano para ayudar al menesteroso.

En cambio, la persona que piensa que todo depende únicamente de su propio esfuerzo, olvidándose que es Hashem quién le dá la fuerza para tener éxito, ello afectará indefectíblemente el grado de sensibilidad y de altruísmo con el cual se relaciona con sus semejantes, lo cual –tarde o temprano- habrá de "regresar" a la persona, a quien del Cielo le habrán de pagar también con la misma moneda!

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Extraido de Torah Day por Rab Kaufmann

domingo, 17 de febrero de 2008

"El justo considera la casa de los malvados, viendo a los malvados desvíar su mal" (Mishlei 21, 12).

Si bien el justo busca ver el bien que hay en el mundo, ello no significa que sea un inocente o un tonto. Por el contrario, la persona verdaderamente justa tiene la capacidad de identificar cada cosa que existe en el mundo colocándola en su preciso lugar. Y si bien una persona debe de juzgar positivamente y con el beneficio de la duda a sus semejantes, ello se aplica únicamente en relación a aquellas personas que son conocidas por actuar mayoritariamente con intenciones positivas; mas si una persona es conocida por sus actos malvados, uno debe de ser inteligente para así identificar como los malvados desvían las cosas, tomando las precauciones del caso para no caer víctimas de sus malas acciones.
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Extraido de Torah Day, por Rab Kaufmann

sábado, 16 de febrero de 2008

Ser Un Buen Amigo

"El alma del malvado desea el mal. Su prójimo no halla gracia a sus ojos" (Mishlei 20, 10)

En lugar de sentirse feliz con el bien con que han sido agraciados sus semejantes, el malvado únicamente disfruta al ver el fracaso y la infelicidad de los demás.

A qué se debe esto? Debido a que el ser interior del malvado es sumamente pobre y por consiguiente vulnerable, el éxito y la felicidad de los demás no hacen otra cosa que poner en evidencia a su propio fracaso; y como ni siquiera posee la grandeza de reconocer su situación y tratar de mejorar sus cualidades para salir de ella, lo único que puede atinar a hacer es reaccionar "infantilmente", sintiéndo sentimientos negativos hacia aquellos que lo "amenazan" ...!
Y es por este motivo que su prójimo nunca puede hallar gracia a sus ojos, pues en lugar de verlo como un socio capaz de ayudarle a encontrar su propia felicidad, lo ve como un "contrincante" que no hace otra cosa que mostrar sus falencias.

Y es especialmente por este motivo, que la verdadera felicidad no puede hallarse sino en el reconocimiento y la expansión de la dimensión de ser partícular que cada uno posee, pues sólo la persona que es rica interiormente y que está feliz con aquello que es, será capaz de alegrarse también con el bien con que han sido agraciados sus semejantes, sintiéndose feliz por todo lo que los demás han logrado ser y hacer en sus vidas, sin ver en ello una "competencia" y una amenaza a su propia supuesta felicidad.

jueves, 14 de febrero de 2008

Dos maneras de aprender la Leccion!

"Al ser castigado el burlador, el imprudente aprende. Y al recibir enseñanzas el sabio, tomará conocimiento" (Mishlei 21, 11).

Es decir, es muy bueno para el mundo cuando se da a conocer el castigo de aquellos que se burlan, para que así la gente simple e imprudente, tomen una enseñanza de ello y aprendan a actuar más inteligentemente. El sabio en cambio, no necesita ver como los demás sufren para poder aprender, sino que le basta con el estudio para así aprender y enmendar sus caminos.

En otras palabras, podemos aprender a través de la experiencia concreta - ya sea la de otros o la de nosotros mismos-, o podemos aprender a través del estudio sin necesidad de que ello suceda.

Qué diferencia existe entre una forma de aprendizaje y la otra?
Que mientras que la experiencia concreta incluye obviamente un riesgo de dolor y de sufrimiento, el aprendizaje a través del estudio evita dicho riesgo.

Y si bien nadie en éste mundo aprende exclusivamente a través de uno de los caminos, la pregunta es cual es la proporción entre una forma de aprendizaje y la otra ... Es decir, si una persona necesita aprender "a golpes" el noventa por ciento de las cosas y sólo el diez por ciento lo aprende a través del estudio y la reflexión consciente, quizás a esa persona ya se le vayan las ganas de vivir. En cambio, si la mayoría lo aprende a través del estudio, adquirirá también una mayor capacidad de aprender más rápidamente de la experiencia concreta, disminuyendo con ello el riesgo de sufrir, y aumentando las posibilidades de tener una vida más armónica, equilibrada y feliz.
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Extraido de Torah Day, por Rab Kaufmann