martes, 20 de enero de 2009
Que cumplas muchos más
lunes, 19 de enero de 2009
¿Qué viene primero, el Mashiaj (Mesías) o el Templo? (Parte I)

lunes, 12 de enero de 2009

Pero en cierto aspecto, es más frustrante estar sentado a miles de kilómetros de distancia - en Sudamérica, Sudáfrica o Londres - y sentir que no hay nada que puedas hacer para ayudar.
Bueno, cada uno de nosotros tiene mucho para hacer...continua leyendo en aishlatino

Para aquellos que leen en inglés os recomiendo la pagina de Lazaer Brody, un Rav que vive en Ashdod y escribe minuto a minuto la situación que se vive allí.

Un Mundo sin Templo es un Mundo en Oscuridad

domingo, 11 de enero de 2009
Ser simple es muy complicado
El otro día fui a comprar un agua mineral pero las únicas disponibles tenían sabor a durazno, sabor a limón o sabor a sandía. No pude encontrar en todo el negocio una simple botellita de agua incolora insabora e inodora porque ahora el agua tiene sabor a fruta (y la fruta tiene sabor a agua). Y lo peor es que a todos les parece normal esta verdad distorsionada.
viernes, 9 de enero de 2009
martes, 6 de enero de 2009
¿Cuántos ayunos?
Ya que hemos estrenado etiqueta de Ayunos, vamos a aprovechar y haremos un pequeño resumen de los ayunos del año.
Durante el año hay seis días en los cuales es obligatorio ayunar:
Uno de ellos fue ordenado por la Torá - Iom Kipur.
Cuatro fueron establecidos por los Ultimos Profetas (Jagai, Zejariá y Malají):
el 3 de Tishrei (Tzom de Guedalia), Guedalia ben Ajikám - el gobernador judío de la Tierra de Israel luego de la destrucción del primer Beit haMikdash- fue asesinado, poniendo fin al gobierno autónomo de los judíos.
el 10 de Tevet (Asará beTevet), Nabucodonosor, rey de Babilonia, comenzó a sitiar çjerusalem.
el 17 de Tamuz:(Shivá Asar beTamuz) en recuerdo de la apertura de la brecha en las murallas de Jerusalem durante la época del segundo Beit HaMikdash y otras calamidades
el 9 de Av (Tishá beAv) fuerón destruidos, con unos 500 años de diferencia, el primer y segundo Templo.
y uno fue introducido por los Sabios luego de la época de los Profetas: el Ayuno de Ester (Taanit Ester).
15 Segundos . Video de aish.com
domingo, 4 de enero de 2009
Tevet, Mes de amargura
La Guerra no Está en Otra Parte
Total, todo está pasando en otra parte, decimos, que no tenemos nada que ver, pensamos, que no nos toca, son cosas de Gaza, de Bombay, de Londres. Que se arreglen ellos, mientras no me toquen a mí, yo sigo como que nada. ¿Qué tiene que ver conmigo un misil que cae en Ashdod? ¿Acaso puedo evitarlo? ¿Soy primer ministro de algo?
martes, 30 de diciembre de 2008
El que quiera celeste que le cueste

El otro día una amiga me preguntó qué hago los días en los que no doy más, esos días en los que los problemas parecen un tsunami y tengo ganas de largar todo, cambiar de cara y de nombre para salir corriendo. Esos días en los que quiero volver a ser la niña que se sentaba frente a la ventana a comer anillitos de chocolate mientras cantaba “vamos a ver cómo es el reino del revés”.
Le conté la verdad; que primero lloro, me meto dos globulitos homeopáticos debajo de la lengua, hablo con alguna amiga repitiendo mucho la palabra “sobrecargada”, me sigo quejando, le digo a mi marido que no doy más poniendo los ojos en blanco, le pido que se haga cargo de la casa y después me voy a dormir a las nueve y media. Eso es lo que le contesté.
Pero esto es lo que debería haberle contestado: -El Rab Tatz explica que uno de los propósitos de la vida es resistir las pruebas. Dice que un problema nos fuerza a descubrir niveles ocultos en nuestro interior. Que la dificultad de la prueba despierta lo dormido y hace posible que lo potencial se concrete.
Y en ese momento mi amiga debería haberme interrumpido poniendo carita pícara: -¿ah si? ¿Entonces por qué cada día hacemos tefilá para que Hashem no nos enfrente a un problema?
A lo que yo le hubiese respondido poniéndome de pie y levantando el dedo índice: -Lo que pedimos en la tefilá es que no lleguemos al nivel en el que sea Él quien tenga que despertarnos con un baldazo de agua fría para sacarnos del letargo, sino que seamos nosotros los que sepamos aprovechar cada oportunidad que nos ofrece la vida para llevar nuestra potencia al máximo.
Y después de todo esto, mi amiga de golpe se hubiese iluminado y recordado la tefilá que propone el Rab Tatz en el mismo capítulo de “Living Inspired”: “Hashem, esta prueba que Tu me envías me parece imposible de pasar. Siento que no puedo superarla de ninguna manera natural. Pero si Tú piensas que esta es una prueba apropiada para mi, entonces haré lo imposible. Me superaré y daré todo de mí”.
Y después hubiésemos brindado por los problemas con nuestras infusiones de tilo y hubiésemos sido felices y comido perdices.
sábado, 27 de diciembre de 2008
Doce Tribus y Una Única Tarea Espiritual
El genial Maharal de Praga, en su obra Netivot Olam, nos enseña que a pesar de los distintos aspectos y características de las doce tribus que hemos intentado mostrar, en realidad todas se complementan y reúnen. Para demostrarlo, el sabio analiza la palabra hebrea ejad, uno, y la divide de acuerdo a sus tres letras, destacando también su valor numérico:
la primera letra, la Alef, de valor numérico uno, se refiere al patriarca Jacob, al padre de las doce tribus, el cual se encuentra por encima de ellas y es a su vez su raíz. La segunda letra de ejad, la Jet, de valor numérico ocho, se refiere a los ocho hijos provenientes de las matriarcas, Lea y Rajel. Y por último, la letra Dalet de ejad, alude a los cuatro hijos de las concubinas o sirvientas.
El mensaje y la enseñanza del Maharal son claros y no dejan lugar a duda: se trata de doce tribus que, a pesar de sus diferencias, en realidad son un conjunto único e indivisible, reflejado por la palabra ejad, uno, de valor numérico trece. Jacob y sus doce hijos. El mismo valor numérico de la palabra hebrea ahavá, amor, sentimiento que une a los doce hijos de Jacob y los impulsa a seguir el camino espiritual trazado por sus tres predecesores: Abraham, Itzjak y Jacob.
viernes, 26 de diciembre de 2008
Doce Tribus, Doce Piedras

El Pectoral que vestía el Gran Sacerdote, tal como lo detalla la Torá, contaba con doce piedras diferentes, ubicadas en cuatro hileras. Los Sabios nos enseñan que cada piedra correspondía con cada una de las doce tribus, tal como también se puede aprender del final del siguiente pasaje bíblico:
"Harás un Pectoral de Juicio de diseño tejido, como la artesanía del Efod la harás, de oro, lana turquesa, púrpura y carmesí y lino trenzado lo harás. Será cuadrado; doblado, de un palmo de largo y de un palmo de ancho. Lo llenarás con cuatro hileras de piedras: una hilera de cornalina, esmeralda y topacio: una hilera; la segunda hilera de carbúnculo, zafiro y berilo; la tercera hilera de jacinto, ágata y amatista; y la cuarta hilera de aguamarina, ónice y jaspe; engarzadas en oro serán en sus engarces. Las piedras serán de acuerdo con los nombres de los Hijos de Israel, doce según sus nombres, engarzadas como un anillo de sello, cada una de acuerdo con su nombre serán, para las doce tribus" (Éxodo 28:15-21).
Jánuca
1. ¿Cuáles son las 3 mitzvot que los Yevanim (griegos) prohibieron a los Iehudi mantener?
2. ¿Cuál era el nombre de los cinco hijos de Matisyahu?
3. ¿Se dice el Hallel completo o medio Hallel durante Jánuca?
4. ¿Con qué es la forma más mehudar de encender las velas de Jánuca?
5. ¿Cuántas barajot decimos cuando encendemos las velas?
6. ¿En que lado de la puerta ponemos la januquia?
7. En Erev Shabat Jánuca, ¿qué encendemos primero, las velas de Shabat o las velas de Jánuca?
8. ¿Cómo se llama el ultimo día de Jánuca?
Respuestas aquí
jueves, 25 de diciembre de 2008
Las 12 Tribus, Los 12 Meses
En la obra clásica Tur (Oraj Jaim 60:417) se enseña que las tres fiestas de peregrinaje –Pesaj, Shavuot y Sukot- corresponden de modo radical con los tres patriarcas –Abraham, Itzjak y Jacob-, y que los doce meses del año son paralelos a las doce tribus de Israel.
En el comentario a la Torá conocido como Beer Maim Jaim (Miketz 42:7) se nos enseña que "el carruaje completo que son las doce tribus divinas corresponde con los doce flancos de unión de las paredes y el piso de una habitación –tal como se especifica en el Sefer Ietzirá- …y que a su vez constituyen toda santidad posible". Esto alude claramente a "la casa de Jacob" o "la casa de Israel".
Y si bien el espacio limitado de nuestro apéndices impide un análisis más profundo del tema, resulta imposible dejar de mencionar la relación que establece el Sefer Ietzirá (5:8) entre las doce letras simples del abecedario hebreo, los diversos sentidos y miembros del hombre, los signos astrológicos y los meses del año. Y sobra aclarar que cada una de estas doce relaciones corresponde a su vez con las doce tribus de Israel.
En la obra Megalé Amukot (138) se agrega aún más y se explica que existen doce combinaciones del Nombre divino del Tetragrama, el Nombre de las cuatro letras –Iud, Hei, Vav y Hei- y que cada una de ellas corresponde de modo estricto y esencial con cada una de las doce tribus.
A pesar de que existen diferentes modos de ordenar estas correspondencias y relaciones, cada uno de acuerdo a una perspectiva espiritual y a un sentido propio, presentamos el cuadro más conocido y el que generalmente aparece en las obras que se ocupan del estudio más profundo de la Torá.
Mes Signo Arí Hakadosh y el Gaón de Vilna Raabad
Nisán Talé Iehudá Rubén
Iar Shor Isajar Shimón
Siván Teomim Zevulún Leví
Tamuz Sartán Rubén Iehudá
Av Arié Shimón Isajar
Elul Betulá Gad Zevulún
Tishrei Moznaim Efraim Biniamín
Jeshván Akrav Menashe Dan
Kislev Keshet Biniamín Naftalí
Tevet Gedi Dan Gad
Shevat Dlí Asher Asher
Adar Dagim Naftalí Iosef
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Doce Tribus, Ni Once Ni Trece

De acuerdo con la enseñanza de los Sabios se aprende que el número doce no es casual sino que encierra enormes y profundos misterios. Más aún: cabe afirmar que toda la Creación fue estructurada de acuerdo y en paralelo a las doce tribus.
En la obra Psikta Rabati se enseña que todo lo que el Santo, Bendito Sea, creó, por el mérito de las tribus lo hizo.
Por ejemplo los doce meses del año, las doce constelaciones celestiales, las doce horas del día y las doce horas de la noche.
El Midrash Raba, en su comentario al libro del Éxodo, agrega que así como los Cielos no pueden existir sin las doce constelaciones, de igual modo el mundo no puede mantenerse sin las doce tribus.
Ahora bien, al aceptar estas enseñanzas no podemos dejar de preguntar: si la importancia de las mismas es tan vital, ¿acaso no hubiese sido más lógico que fueran creadas desde el comienzo mismo de la Creación? Correcto, y por ello incluso el Midrash Raba (24:6) comenta que lo correcto era que a Adán, al primer hombre, le nacieran doce tribus. Y así también se enseña en el mismo Midrash (63:6) que a Rivka le correspondía dar a luz a las doce tribus, pero que finalmente no lo logró sino el patriarca Jacob, quien en todo momento era consciente de que estaba logrando algo determinado antes de su nacimiento. ¿De dónde lo aprendemos? El Midrash Raba, en su comentario al Génesis (28:11), enseña: "Se topó con el lugar y allí pasó la noche, pues el Sol se había puesto; tomó de las piedras del lugar y las dispuso en alrededor de su cabeza, y se recostó en aquel lugar" (Génesis 28:11): Jacob tomó doce piedras y dijo: "así decretó el Santo, Bendito Sea, que habría de establecer doce piedras –en alusión a las tribus-". Agregó: "Abraham no las estableció; Itzjak tampoco las estableció. En caso de que se unan estas doce piedras una con la otra, yo sabré que seré yo quien habré de establecer las doce tribus". Y debido a que finalmente se unieron supo que él sería el padre de las doce tribus de Israel.
Y el hecho que Jacob habría de establecer doce tribus también las matriarcas lo sabían, tal como lo enseña el Talmud (Berajot 60a) que Lea emitió un juicio referido a ella misma y dijo: "doce tribus han de salir de Jacob. Seis ya han salido de mí y cuatro de las sirvientas. He aquí diez. Si este es un varón más para mí, mi hermana Raquel no será ni siquiera como una de las sirvientas". Inmediatamente se transformó el feto en una hembra, tal como está dicho: "y llamó su nombre Dina".
También en el valor numérico doce de la palabra hebrea ze encuentran los Sabios una alusión a las futuras doce tribus. En el versículo: "Éste –ze- es el recuento de los descendientes de Adám (Adán); el día que Dios creó al hombre. Lo hizo a semejanza de Dios" (Génesis 5:1).
Y el Midrash Tanjuma (Vaieji 15) encuentra una sugerencia a las doce tribus en la segunda matriarca, Rivka, de un modo absolutamente sorprendente. Lo detallamos a continuación entre glosas: "Y El Eterno le dijo: «Dos pueblos hay en tu vientre –he aquí dos tribus-; dos naciones –he aquí dos tribus más- de tus entrañas se separarán; el poder pasará de una nación a otra –otras dos tribus- y la mayor servirá a la menor –he aquí dos tribus más-». Cuando se cumplieron los días de su preñez, he aquí que había gemelos –otras dos tribus- en su vientre. El primero –una nueva tribu- salió rojo, como un manto peludo; y lo llamaron Esav (Esaú). Luego salió su hermano –he aquí la última tribu-, con su mano aferrada al talón de Esav (Esaú); y lo llamaron Iaacov (Jacob)…" (Génesis 25: 23-26).
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Las Doce Tribus. Apéndice Zohar vol VI
martes, 23 de diciembre de 2008
Dame tu opinión

Prolongación del Tiempo de su Nacimiento
En Pirkei DeRabí Eliezer se cita que los hijos de Lea fueron sietemesinos, y que en siete años le nacieron a Jacob once hijos y una hija. Y todos los hijos nacieron con sus respectivas parejas, con excepción de José, ya que Osnat, la hija de Dina, le estaba destinada como esposa. Tampoco junto a Dina nació su pareja.
Sin embargo, el Rab David Luria –Radal- cita nuevamente a Seder Olam, y al Gaón de Vila, y si consideramos los comentarios del Midrash denominado Yalkut, y de Rabinu Bejaie, resulta imposible pasar por alto que, al menos, en un nivel llano, existen opiniones discrepantes al respecto.
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Las Doce Tribus. Rav Daniel Ben Itzjak. Apéndice Zohar vol VI
lunes, 22 de diciembre de 2008
Las 12 Tribus - El Orden de sus Nacimientos
Existen opiniones discrepantes en lo referente al orden del nacimiento de las doce tribus.
Rashi, el exégeta clásico de la Torá, en su comentario al libro del Éxodo (28:10) determina que el orden es el siguiente: Reubén, Shimón, Leví, Iehudá, Dan, Naftalí, Gad, Asher, Isajar, Zevulún, José y Biniamín. Con Rashi coincide una de las opiniones del Midrash Lekaj Tov y Rabeinu Bejaie.
Najmánides, por su parte, en su obra Emuná Ubitajón, ordena las tribus del siguiente modo: Rubén, Shimón, Leví, Iehudá, Dan, Gad, Isajar, Naftalí, Asher, Zevulún, José y Biniamín.
Resulta importante aclarar que el orden de nacimiento no es un hecho anecdótico o histórico sino que conlleva un significado mucho más profundo y esencial. Por ejemplo, de acuerdo con esta última interpretación Isajar no es el noveno hijo, lo cual implica, para los sabios cabalísticos, expertos en numerología, más que un cambio de orden técnico. El análisis de este aparente detalle supera nuestra posibilidad de análisis en estas pocas páginas.
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Las Doce Tribus. Rav Daniel Ben Itzjak. Apéndice Zohar vol VI