Ser simple es muy complicado

El otro día fui a comprar un agua mineral pero las únicas disponibles tenían sabor a durazno, sabor a limón o sabor a sandía. No pude encontrar en todo el negocio una simple botellita de agua incolora insabora e inodora porque ahora el agua tiene sabor a fruta (y la fruta tiene sabor a agua). Y lo peor es que a todos les parece normal esta verdad distorsionada.

Como cambiaron las reglas del juego, ya no se sabe si lo normal es lo anormal y lo anormal es lo normal. Nuestras cabecitas modernas ya no asimilan una idea simple, siempre hay un “pero”… así están las cosas en este mundo hecho en China. Nos maquillan para parecer naturales y nos peinan para parecer despeinados. Nos convierten en invitados en nuestra propia casa y en extranjeros en nosotros mismos.

Por eso hoy les pido que nos esforcemos para entender una idea simple sin dejarnos confundir por las desvirtualizacones a nuestra esencia: Llegó el momento de sacarnos de encima tanto concepto ajeno, tanto estímulo artificial, tanta etiqueta de sabor frutal y esforzarnos por ser lo que somos. Llegó el momento de sacar pecho y hacerse cargo de que cada integrante de Am Israel es una parte del ejército de Hashem que tiene que ir al frente.

Tenemos armas poderosas que se pueden  disparar desde España, desde México o desde Argentina. Incrementar el estudio de Torá, la tefilá y la tzedaká son misiles que aniquilan a nuestros enemigos. No dejemos solos a los chicos que están en el frente. Empecemos a comportarnos como lo que de verdad somos: "ish ejad be lev ejad", un solo hombre con un solo corazón.