martes, 30 de diciembre de 2008

El que quiera celeste que le cueste

El otro día una amiga me preguntó qué hago los días en los que no doy más, esos días en los que los problemas parecen un tsunami y tengo ganas de largar todo, cambiar de cara y de nombre para salir corriendo. Esos días en los que quiero volver a ser la niña que se sentaba  frente a la ventana a comer anillitos de chocolate mientras cantaba “vamos a ver cómo es el reino del revés”.


Le conté la verdad; que primero lloro, me meto dos globulitos homeopáticos debajo de la lengua, hablo con alguna amiga repitiendo mucho la palabra “sobrecargada”, me sigo quejando, le digo a mi marido que no doy más poniendo los ojos en blanco, le pido que se haga cargo de la casa y después me voy a dormir a las nueve y media. Eso es lo que le contesté.


Pero esto es lo que debería haberle contestado: -El Rab Tatz explica que uno de los propósitos de la vida es resistir las pruebas. Dice que un problema nos fuerza a descubrir niveles ocultos en nuestro interior. Que la dificultad de la prueba despierta lo dormido y hace posible que lo potencial se concrete.


Y en ese momento mi amiga debería haberme interrumpido poniendo carita pícara: -¿ah si? ¿Entonces por qué cada día hacemos tefilá para que Hashem no nos enfrente a un problema?


A lo que yo le hubiese respondido poniéndome de pie y levantando el dedo índice: -Lo que pedimos en la tefilá es que no lleguemos al nivel en el que sea Él quien tenga que despertarnos con un baldazo de agua fría para sacarnos del letargo, sino que seamos nosotros los que sepamos aprovechar cada oportunidad que nos ofrece la vida para llevar nuestra potencia al máximo.


Y después de todo esto, mi amiga de golpe se hubiese iluminado y recordado la tefilá que propone el Rab Tatz en el mismo capítulo de “Living Inspired”: “Hashem, esta prueba que Tu me envías me parece imposible de pasar. Siento que no puedo superarla de ninguna manera natural. Pero si Tú piensas que esta es una prueba apropiada para mi, entonces haré lo imposible. Me superaré y daré todo de mí”.


Y después hubiésemos brindado por los problemas con nuestras infusiones de tilo y hubiésemos sido felices y comido perdices.  

6 comentarios:

  1. Puedo estar en esa reunión?

    ResponderEliminar
  2. m alegro muchoq hayas vuelto a escribir ya q tengo algo interesant para leer , la otra vez q hablamos m dijist q diera mi opinion asi q aca va
    (espero no t arrepientas!)
    creo q tenes mil x mil razon acabo de tener 1 nena preciosa hace como 8 dias la verdad q da mucho trabajo no duermo y el hno esta bastant celoso
    pero al ser q con mi primer nene tuve algunos problemas todo m parece fabuloso m encanta despertarm darle de comer y q est conmigo , pienso q si hashem no m hubiese dado la primer prueba estaria qejandom d lo trabajoso q es ,en cambio ahora le agradezco hashem dia y noche x el hermoso regalo q me dio y la oportunidad de criar a 2 hermosos hijos!

    ResponderEliminar
  3. leer tus notas y los comentarios de tus lectoras,es como 1 rafaga de aire fresco y puro en nuestra vida COTIDIANA.
    GRACIAS X AYUDARNOS A VIVIR "INSPIRADAS"
    gracias
    shabat shAlom

    ResponderEliminar
  4. Hola a todas

    Andi: podés venir cuando quieras, pero ya que el viaje es un poco largo, nos podemos reunir acá.

    Shuly: Entiendo lo que decís, cuando uno pasa un momento dificil las prioridades se ubican en el lugar correcto.
    Igual la opinión que te pedí que compartas era la del post anterior, donde NO estabas de acuerdo con lo que decía.

    Jaia: ¡Hola! ¿Ráfaga de aire fresco?, claro, en Bs. As. están muertos de calor, pero por acá hay un chiflete de novela...
    ¿Es verdad lo que me contó mi suegro? ¿le decís a tus alumnas que lean el blog???!!!!

    ResponderEliminar
  5. si, es cierto
    se los recomende a las chicas de secundario y al grupo de señoras del shiur de TORA y atodas les encanta.
    asi que a no aflojar

    ResponderEliminar

Gracias por comentar, se que cuesta esfuerzo