lunes, 19 de enero de 2009

¿Qué viene primero, el Mashiaj (Mesías) o el Templo? (Parte I)

El Mesías y el Templo 

Para muchos, la expectativa por la reconstrucción del Templo está vinculada con la llegada del Mesías. Bajo las duras condiciones del exilio, siempre se asumió que no habría otra manera de retornar a Israel y reconstruir el Templo. ¿Como podría ser de otra manera sino de esta?

El Mesías en las fuentes Bíblicas

Comencemos examinando el fundamento Bíblico hacia el concepto de Mesías. Encontramos que dicho concepto aparece por primera vez en la profecía de Bilam:

Saldrá estrella de Jacob, Y se levantará cetro de Israel (Números 24:17)

La palabra hebrea utilizada para cetro, shevet, se traduce en Arameo como “Mesías”. La idea de “Mesías” está descripta de diferentes maneras y diferentes atributos por los profetas.
En el libro de Daniel, el Mesías está descrito como alguien que llega entre nubes celestiales:
Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas,y vi que venía sobre las nubes del cielo (Daniel, 7:13).

Por otra parte, en Zejariá (Zacarías 9:9), el Mesías es descrito como
“Humilde y está montado sobre un asno”.

Nuestros sabios comprenden esta aparente contradicción como una indicación de que ambas versiones son esencialmente correctas - y que las dos son posibles. A lo mejor cuando llegue el Mesías, grandeza y esplendor acompañarán su llegada. Alternativamente, quizás llegue de manera silenciosa y sin pretensiones. El Talmud indica que mucho de esto depende de Israel: Si ellos así lo merecen, él llegara con gloria y esplendor, y si no lo merecen, lo opuesto es verdadero. (Sanedrín 98:A).

Pero, ¿qué se espera nosotros? ¿Que construyamos el Beit HaMikdash – el Templo de Jerusalén, y recibamos al Mesías entre nubes de gloria, o que él llegue a redimirnos y sea él el responsable por la construcción del mismo?

Este cuestionamiento básico, indispensable, nos obliga a preguntarle a la Torá – Biblia, que es lo que ella tiene para enseñarnos al respecto. ¿Acaso dependemos del Mesías para cumplir con los Preceptos Bíblicos? Para averiguarlo, no te pierdas el próximo capítulo…

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