Podríamos suponer que el trabajo del día sería barrer hasta la última miga de matzá, salir corriendo a la panadería y engullirnos de golpe tres medialunas.
Pero nos equivocaríamos, porque este es es el trabajo del día ocho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me gusta charlar con ustedes por acá. Gracias por comentar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me gusta charlar con ustedes por acá. Gracias por comentar.