Un año es el periodo de un ciclo completo del sol através de los planetas. Esto toma alrededor de 365 días y cuarto. Hay 4 días especiales en cada año: el día más largo, el día más corto y los dos días en que el día y la noche son iguales.
El año es un poco mas largo que doce meses. Ya que la duración promedio de un mes es alrededor de 29 días y medio, doce meses son aproximadamente 354 días. Es decir, como once días menos que un año.
Ahora bien: si solamente hubiera doce meses en cada año los meses se retrazarían con respecto a las estaciones. Los meses de verano como Tamuz, comenzarían en la primavera y los meses de primavera, como Nisán, comenzarían en el invierno. Después de tres años los meses estarían atrasados alrededor de 33 días, lo cual es más que un mes entero. En veinte años los meses estarían 220 días atrasados, lo cual es mas de medio año. Como consecuencia de esto, por ejemplo, la festividad de Pesaj, llamada también la fiesta de la primavera, seria en otoño, y la festividad de las cabañas seria en la primavera.
Este es el primer problema que debemos afrontar al establecer un calendario: ¿Cómo pueden los meses mantenerse en sus respectivas estaciones? Pero antes de ver como el calendario judío resuelve este problema veremos en la próxima entrega dos calendarios que nos resultan familiares y el modo en que ellos intentan resolverlo…
El año es un poco mas largo que doce meses. Ya que la duración promedio de un mes es alrededor de 29 días y medio, doce meses son aproximadamente 354 días. Es decir, como once días menos que un año.
Ahora bien: si solamente hubiera doce meses en cada año los meses se retrazarían con respecto a las estaciones. Los meses de verano como Tamuz, comenzarían en la primavera y los meses de primavera, como Nisán, comenzarían en el invierno. Después de tres años los meses estarían atrasados alrededor de 33 días, lo cual es más que un mes entero. En veinte años los meses estarían 220 días atrasados, lo cual es mas de medio año. Como consecuencia de esto, por ejemplo, la festividad de Pesaj, llamada también la fiesta de la primavera, seria en otoño, y la festividad de las cabañas seria en la primavera.
Este es el primer problema que debemos afrontar al establecer un calendario: ¿Cómo pueden los meses mantenerse en sus respectivas estaciones? Pero antes de ver como el calendario judío resuelve este problema veremos en la próxima entrega dos calendarios que nos resultan familiares y el modo en que ellos intentan resolverlo…
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