jueves, 7 de enero de 2010


Pnina, la mujer del rabí de Berditchev, cada vez que amasaba y horneaba las jalot para shabat rogaba: "Señor del mundo, te ruego que me ayudes para que, cuando mi marido Leví Itzjak bendiga estas jalot en Shabat, tenga en su espiritu lo mismo que yo tengo en el mío en este mismo momento que las amaso y las horneo"

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Fuente: Cuentos Jasídicos. Martín Buber

lunes, 4 de enero de 2010

Así de religiosa

El día que me di cuenta de que había dejado de comer milanesa a la napolitana y que prefería pasar por la ieshivá aunque fuese la hora de la novela de Andrea, tuve que aceptar que mis predicciones habían fallado, porque a pesar de que en su momento “te apuesto lo que quieras a que yo nunca llego a ser así de religiosa”, ese día tuve que reconocer que mis amigos, mi ropa y hasta las ollas de la cocina habían cambiado.

A todos los baalei teshuvá nos llega el instante en el que nos decimos “el que fui ya no soy” y ese es el momento de “la limpieza del placard”, una tarde en la que rompemos las fotos en Punta o en Cancún, quemamos cartas y tiramos los pantalones de cuero. Yo ese día junté todos mis escritos personales y los guardé en una caja de cartón que cerré con cinta de embalar para sellar la idea de no volver a abrirla jamás. Lo pasado pisado, me dije, shalom ve lo leitratot.

Y allí terminaron las negociaciones: la que fui firmó el pase y la que soy se puso muy orgullosa la camiseta nueva. Lo que no sabía era que habría una revisión de contrato, aunque de haber prestado atención a las letras chiquitas hubiese descubierto la cláusula que estipula que una de las grandes pruebas por las que tiene que pasar un baal teshuvá es desprenderse interiormente de su pasado.

Mi padre llegó de visita hace unos meses y cuando empezó a desarmar sus valijas yo solo esperaba la concreción de mi anhelo: “papi traeme alfajores” le había pedido muy en concordancia con el nivel espiritual del momento, pero en cambio, la caja que me entregó no contenía nada dulce.

No hay que ser Sherlock Holmes para darse cuenta de que si primero cuento la historia de una caja que no quería volver a abrir y después la de un regalo inesperado, estoy hablando de lo mismo, pero no se equivoquen, porque lo que recibí no fueron sólo hojas mecanografiadas en una remington que hoy se vendería como antigüedad, sino que mi papá me entregó la comprobación de que muchas cosas que yo creía superadas, no lo estaban. Si “la que fui ya no soy” estaba tan bien asentada, ¿cómo podía ser que cada frase que releía en esos escritos resonara sospechosamente en mi cabeza?

Sé que quieren que les cuente lo que dicen esos papeles amarillentos, pero créanme que no vale la pena porque no son más que el blog de una adolescente de hace veinte años: unos mensajes al futuro cargados de emociones en bruto; algunas veces, proféticos: “si mientras estás leyendo esto, tienes puestos zapatos acharolados, eres una frívola sin retorno”; otras veces categóricos: “ama de casa nunca, ama de casa jamás”; y en la mayoría de los casos, cruciales: “si no vas a hacerlo bien, no lo hagas”.

Todo esto vino a demostrarme que no hay caja que pueda ocultar lo que está grabado en la memoria. No me gusta reconocer que esas frases todavía me martillan la cabeza porque si es triste darse cuenta de que uno sigue pensando como un niño, más triste es darse cuenta y no hacer nada al respecto. Llega un momento en el que hay que completar aquella limpieza y asegurarse de que todo lo que se haya tirado, quemado o sellado por afuera, también haya desaparecido de adentro.

domingo, 3 de enero de 2010

Iemima Mizrahi – Parasha Vaieji

Nuevo shiur imperdible de la rabanit Mizrahi

Jalot con un Super Toque

El procedimiento es el mismo de siempre, hasta el último paso, que es cuando ya armadas las jalot las dejamos leudar por 30 minutos.

El tip es que antes de ponerlas en la fuente, rociamos (la fuente) con aceite de oliva, sal gruesa y ajo prensado, y después ponemos las jalot, esperamos la media hora y al horno. El resultado...... me lo cuentan ustedes!!!!!!!

jueves, 31 de diciembre de 2009

Debbie en su cocina - Jilba


Para un shabat

2 cucharadas de grano de jilba
agua
jugo de 1 limón
1/8 de cucharadita de picante
1 cucharada de polvo de sopa
sal
pimienta

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Batiburrillo- Revoltijo - Mezcolanza


Cuando me fui de Colombia a vivir a España, tuve que aprender una larga lista de palabras. Pasé de hablar por el celular a hablar por el móvil. De usar el computador a teclear en el ordenador. Pasé de tener pena a sentir vergüenza y de sentir lástima a tener pena. Decir párate, paralizaba a mi interlocutor español cuando lo que quería decir era que se pusiera de pie. Un día mi marido quería salir a la carretera principal y me pidió que mirara por si venía “alguien”. Yo le conteste que venía un carro; él salió tranquilo a la carretera imaginando un hermoso carruaje tirado por blancos corceles. El frenazo y el grito fueron máximos cuando me preguntó por qué no le había dicho que venía un coche.

Cuando llegué a Jerusalem mi preocupación pasó a ser el hebreo. La primera semana que fui a comprar pollo para shabat, quería lo que en mi pueblo se llama pierna-pernil y formulé una basica regla de tres: Pierna= regel, en plural se agrega im y queda regalim. Así que cada semana: "bebakasha, ani rotzá shalosh regalim", hasta que un día vi “esa” sonrisa en la cara de todos aquellos que me escucharon, pero pensé que era una sonrisa de simpatía a mi gran esfuerzo por comunicarme en hebreo. Después de varias semanas el señor X se compadeció de mi y me explicó que los shalosh regalim eran pesaj, shavuot y sucot y que lo que yo seguramente quería decir era raglaim. Todá rava dije colorada como una grana y por varias semanas mas seguí pidiendo shalosh raglaim. Un buen día me atendio el señor X, que después de escuchar mi pedido, se dirigió a la nevera y sacó una bandeja llena de espantosas patas arrugadas, de dedos largos y flacos y uñas puntiagudas. No imaginan la cara que puse cuando le escuche decir: Estas son raglaim y estas, dijo tomando unas piernapernil en sus manos, son queraaim.

Me ha costado -y me sigue costando- muchas risas y lágrimas hablar hebreo pero más me cuesta hablar con mis amigas: rodeada de argentinas, chilenas y uruguayas he tenido que agregar más palabras y he decidido hablar así: "Te llamo al celular-móvil-telefonito antes de recoger a los niños-peques-chicos y así te paso a buscar en el carro-coche-auto. Debo admitir que me siento una mujer-tía-piba un poco tonta-pelmaza-gil mientras preparo tarta de zuquini-calabacín-zapallito para acompañar el pollo con costra-milanesa-shnitzel.

martes, 29 de diciembre de 2009

Ice Tea (Te helado)

Este ice tea es el mejor de todos. Ni muy dulce, ni muy agrio. Ni fuerte, ni liviano. Este es el perfect one. Lo pueden tomar como bebida diaria, o hacerlo especial para Shabat. Lleva:
  1. 4 vasos de agua hirviendo
  2. 5 saquitos de te (pueden usar el que mas les guste)
  3. 3/4 vaso de azucar
  4. 4 vasos de agua fria
  5. jugo de dos limones
Entonces, ponemos el 2 dentro del1 y lo dejamos por 10 minutos. Despues agregamos el 3 y lo mezclamos bien, ahora ponemos el 4 y el 5 mezclamos bien. Y la que quiere muy frio pone el 6, perdon, quise decir hielo!. Que lo disfruten!!!

lunes, 28 de diciembre de 2009

Iemima Mizrahi – Parasha Vaigash

¿Cuántas veces se les puede agradecer a Ariana y Pamela por seguir remando contra viento y marea para que tengamos el shiur de la rabanit Mizrahi?

Quien todavía no pidió el link para ver la clase, tiene que mandarnos un mail a rimontora@gmail.com

domingo, 27 de diciembre de 2009

Sarale

Haz click sobre la imagen

El 10 de Tevet: Tiempo de Levantar el Sitio


“En el décimo mes, en el décimo día del mes, Nabucodonosor rey de Babilonia se levanto junto con su ejercito contra Jerusalem, y sitió la cuidad, y construyeron un sitio alrededor de ella.” (Jeremías 52:4; Reyes II 25:1).

El 10 de Tevet (domingo 27 de diciembre), es conocido a veces por ser el ayuno más “fácil” de cumplir en comparación con el resto de los ayunos que conmemoran la destrucción del Beit HaMikdash – Templo Sagrado de Jerusalem. En un plano estrictamente físico, es verdad: el ayuno dura únicamente entre el amanecer hasta el anochecer. Y como por lo general concuerda con el solsticio de invierno, el día se hace muy corto. (Lo opuesto es verdadero para aquellos que viven en el hemisferio sur). Y a pesar de esto, en un plano espiritual, el ayuno del 10 de Tevet llega a ser el más difícil de todos, incluso de aquel del 9 de Av, el más conocido y observado a nivel mundial de todos los ayunos concernientes al Templo. ¿Por qué?

El 10 de Tevet marca un comienzo: el comienzo del sitio que llevo a la destrucción del primer Beit HaMikdash – Templo Sagrado de Jerusalem – en el 586 AEC por los Babilonios; se trata del comienzo de un final.

Todos los comienzos se dirigen a algún lado, tienen un objetivo, un final. Y mientras avanzamos por el camino de la vida, cometemos errores, y también los superamos. Para la mayoría de nosotros, cometer y superar nuestras deficiencias, es parte de nuestra lucha diaria que nos ayuda a elevarnos, a acercarnos a D’s y cumplir mejor Sus preceptos. Pero cada error, cada paso en falso que damos es en si mismo un nuevo comienzo. Si no se lo toma en cuenta, si no nos hacemos cargo del mismo, el error de esta mañana necesariamente se convertirá en parte de esa red de errores y oportunidades que perdimos. Al final del día, mientras reflexionamos y nos damos cuenta de estos errores, viene el remordimiento de conciencia. Asimismo, al final de nuestra vida, seguramente vamos a reflexionar sobre como nos fue, lo que hicimos y lo que no, y ese momento estará lleno de remordimiento. Pero, ¿es al final del día el momento correcto para llorar? ¿Es el final de nuestros días el momento para arrepentirnos?

Nuestros sabios nos enseñan que incluso antes de la creación del mundo, D’s creo la capacidad de teshuva - arrepentimiento. De acuerdo con el Talmud, D”s “creo la cura antes que la aflicción”. D”s, en Su infinita sabiduría, sabia de antemano que nosotros aprendemos de nuestras experiencias: el mundo no puede avanzar sin teshuva. El propósito Divino de la creación no se puede realizar sin la capacidad y el esfuerzo por la teshuva – mejorarnos como personas; dirigirnos y acercarnos cada vez más a la voluntad Divina: hacer de Su voluntad nuestra voluntad.

Así que, ¿cuál es el día que merece nuestras lágrimas? ¿El 10 de Tevet, cuando las murallas de Jerusalem fueron sitiadas por primera vez, o el 9 de Av, tres años después, cuando el Templo Sagrado de Jerusalem fue destruido, y sus sacerdotes y vasijas llevados al exilio? El profeta Yrmiahu – Jeremías, advirtió al pueblo de Judea, pero ellos no escucharon. Durante 31 meses se resistieron e hicieron las cosas a su manera, hasta que la calamidad que comenzó con el sitio floreció en el peor de los desastres: la destrucción del Templo Sagrado.

El mes de Tevet nace con la luz de Januca. El Segundo día de Tevet coincide con el octavo día de Januca, llamado Zot Januca. Aun así, solamente ocho días después, caemos en la profunda oscuridad del 10 de Tevet. ¿Cómo tenemos que afrontar este día? Nuevamente suspirando y llenos de remordimiento, o tratando de internalizar la máxima luz posible para relucirla en el día de oscuridad? El 10 de Tevet llega cada año. Esta es nuestra oportunidad para aferrarnos a la oportunidad que nos ofrece de hacer teshuva, de hacer de este mundo un lugar apropiado para la presencia Divina; para reparar la brecha y retornar a Yerushalayim - Jerusalem, con toda su gloria, como la ciudad en la cual la D”s Se posara sobre ella.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Con las Petilot Atragantadas

Hola amigas

Ultimamente me la pasé escribiendo y borrando comentarios en los post, es que no quería ser la típica aguafiestas. El último que escribí y borré decía: “cheeeeeeeeeeeeeeee ¡Extraño a la que pidió una silla cinco minutos antes de que termine neila!" y obviamente lo borré porque pensé: o lo captan al segundo o tal vez se queden mirando la pantalla preguntándose que me estará pasando.

Entonces prefiero escribir así y contar esta extraña semana en la que esperé cada día que alguien escribiese dos renglones con los que me pudiese sentir identificada.

Y no es que no me guste el mate y la charla de amigas, pero yo que sé... todas tan conectadas y yo andaba con los cables pelados.

Para que se den una idea: el último shabat de januca, el más luminosos y conectado, prendí las velas de shabat sobre la hora, discutí con mi marido (shalom al shalom bait por ese día), me equivoqué diciendo iaale ve iabo en todas las seudot pensando que era rosh jodesh y cuando estábamos comiendo el postre de la seuda del sábado me vengo a enterar de que el atún del pionono era bishul goi.

Se imaginarán que terminé con el pionono y todas las petilot atragantadas en mi garganta preguntándome qué había pasado...

Nunca me senté media hora frente a las velas, ni siquiera cinco minutos...

Y recién ayer, cuando mi cuñada me preguntó cómo había estado januca, pude mirar para atrás y decir: ¡increible!

Porque vi que absolutamente todo lo que hay en mi vida hoy es un nes. Porque Haksdosh baruj Hu con su máximo amor me trajo de la mano hasta aquí y el vidrio de la ventana de mi casa estaba tapado de stikers y pegatinas de januca y la casa llena de dibujos e hice latkes por primera vez y mis sobrinos prendieron velas de januca en mi casa por primera vez en sus vidas y el cumpleaños de mi hija estuvo lleno de sebivones y disfraces y juegos de januca.

Y si, no tuve el final que esperaba.

Baruj Hashem yo no soy la que escribe cómo son los finales, y como dijeron por ahí, todavía estamos en camino.

Shabat Shalom para todas

Andi

jueves, 24 de diciembre de 2009

El Misterio del Matrimonio


De acuerdo con los sabios (Eiruvim 18a, Rashi acerca del Génesis 5:2) Adam y Java estaban originalmente unidos espalda con espalda. En esta situación Adam y Java eran "uno" pero Adam no podia verla, y era consciente de ella sólo como un apéndice (una "costilla" adicional). Con el fin de hacer de Java la esposa de Adam, D´s la "separó". Sólo cuando Adam pudo verla por primera vez como un ser independiente, pudieron unirse cara a cara, como marido y mujer.

Se puede decir que los dos tipos opuestos de unidad aquí descritos corresponden a la condición de Adam y Eva antes y después de su separación. Antes, marido y mujer son uno, pero no se pueden unir, ya que el marido considera a su mujer como una mera parte de sí mismo. Después de la separación, si continúa viéndola de la misma manera, nada se ha logrado. Para unirse a ella, debe centrarse en la unidad que precedió a su creación física, es decir, la de la raiz espiritual común.

De acuerdo con la Cábala (Etz Jaim 29) en el proceso de separación (nesirá) el varón retiene los estados de jesed (benevolencia, generosidad) mientras que los estados de din (juicio o discriminación basada en mérito y gratitud al recibir) son pasados a la mujer. Psicológicamente esto significa que el marido pierde conciencia de sí mismo como objeto de atención y el único objeto de su atención pasa a ser su esposa. Él queda únicamente como dador de atención y cuidado.

De aquí que la nesirá conduce egoístamente al reconocimiento de la independencia objetiva del "otro". En otras palabras, la relación pasa de "yo-eso" a "yo-tu"
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Esto es solo una nota del maravilloso libro El Misterio del Matrimonio del Rav Ginsburg. No, no es un libro para leer. Es un libro, de verdad, para estudiar.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Vi luz y subí

Mientras voy limpiando los vidrios de las ventanas salpicados de aceite y recolectando las sufganiot mordidas que encuentro en el camino, me pregunto qué me dejó el último jánuca (aparte de mess gadol haia po) ¿qué sumé? ¿qué adquirí? (más allá de la nueva colección de sevibonim) ¿qué nueva zona de mi vida se iluminó con estas velas? ¿hoy puedo decir que fue un jánuca más? ¿o es que repentinamente me queda un jánuca menos?

Pero antes de responder tengo que explicarles otra cosa: yo juego a ser la cronista de mi propia historia para poder entenderla. Muchas veces me hago auto-reportajes testimoniales, por ejemplo: ¿cuándo fue que el sábado dejó de ser: me voy al club que tengo torneo para ser: “mi familia canta en la mesa mientas sirvo el postre” ¿por qué me empezaron a dar vergüenza los libros de Anais Nin en mi biblioteca y los guardé en el placard de arriba? ¿y cuándo fue que ya no me importó tirarlos a la basura?

Créanme que mientras escribo estoy sufriendo, no me hace ninguna gracia confesar públicamente mis delirios a lo Oriana Fallaci, pero de verdad quiero compartir con ustedes este juego, así que allí vamos: ¿qué nuevas herramientas trajo la versión “jánuca 2009”? Porque sé que el felicesfiestasparatodos quedó olvidado desde hace siglos, que diciembre se convirtió en kislev desde hace años, sé que entender que la guerra “va iamim hahem” es la misma que libramos “va zman haze”, desde no tanto (y todavía), y si hablamos de “lehodot u'lehalel” quizá nunca… o, esperen: creo que acá está la respuesta.

Durante esa media hora en la que había que quedarse frente a las velas, no quise salir corriendo porque tenía mucho para hacer como en otros años: lo que había que hacer lo estaba haciendo. No quise estar en otro lado porque me aburría: quería estar justo donde me encontraba ¿y qué mejor manera hay de agradecer y de alabar que decir “me gusta estar acá en tu compañía”?. Por primera vez desde que hice teshuvá, Hashem vio que no tuve que obligarme, convencerme o maniatarme.

Y sé que para muchas de nosotras, para las que el presente no existe (porque estamos recordando el pasado o conjeturando el futuro), este jánuca logró iluminarnos al enfrentarnos media hora con nosotras mismas y haciéndonos decir “gracias por todo y dame más”. Y díganme, si esto no es un nes, los nissim ¿dónde están?

Un Día en el Gan HaJaiot

Shnitzel o Milanesas con un Toque Diferente

Esto de hacer shnitzel o milanesas con un toque, lo aprendi despues de casada. Mi costumbre era poner los condimentos al huevo, y despues pasarlo por pan rallado.
Pero, ahora mi costumbre cambio, y el que se lleva los condimentos es el pan rallado.
Se estaran preguntando, y que le pone?.

Acá va la lista:

ajo en polvo
paprica o pimiento dulce
pizca de sal
pizca de pimienta negra
pizca de orégano.

No duden en probarlo, queda espectacular!!

jueves, 17 de diciembre de 2009

El Mes de Tevet

La letra del mes

La letra correspondiente al mes de tevet es la letra ain, cuyo nombre significa literalmente "ojo". Los sabios enseñan que el mes de tevet es el mes de la rectificación del "mal ojo". La palabra hebrea tevet comparte raíz con la palabra tov, "bueno", en referencia al "buen ojo", la fuente del poder de bendecir, tal como está dicho: "El buen ojo bendecirá". Esta rectificación comienza con la contemplación de las luminarias de Janucá, en los primeros días tevet, y especialmente cuando están completas en el octavo día.

Acerca del acto de observar "lo bueno" resulta interesante también recordar el pasaje en el que se describe el momento del nacimiento de Moisés: "Un hombre salió de la casa de Levi y tomó a una mujer... Ésta concibió y dio a luz un hijo. Ella vio que era bueno y lo escondió durante tres meses...".
También se enseña que todo proceso destructivo comienza con el "mal ojo" del odio, del cual proviene la ira y el fuego de la destrucción. La letra intermedia de la palabra "odio",
kaas, es la ain.

El signo

El signo de este mes es Capricornio, representado por el guedí, el cabrito. Los sabios enseñan que "a los diez" (una alusión al décimo mes, tevet, y al nivel de diez en general) un niño "salta como un cabrito" (Midrash Kohelet). La naturaleza juguetona de saltar "como un cabrito" refleja una etapa importante del proceso de crecimiento. El mes de tevet, paralelo a la tribu de Dan, se relaciona con el proceso de crecimiento, desde un estado de inmadurez a la madurez.

La inmadurez está caracterizada por el "mal ojo", mientras que la madurez lo está por el "buen ojo". La palabra hebrea guedí, cabrito, es de valor numérico 17, idéntico valor que la palabra tov, bueno. Debemos jugar y saltar como un cabrito, para rectificar y endulzar la ira latente en nuestra alma animal.

Acerca de la tribu

La tribu de Dan representa el estado inicial de inmadurez en el alma durante el mes de tevet. El término hebreo Dan significa juzgar. [...] la persona inicialmente juzga la realidad y a los demás en forma crítica, con severo juicio (el "mal ojo"). Esta es la naturaleza de alguien que es inmaduro espiritualmente. En la Biblia, Dan también es comparado con una serpiente que muerde con el veneno de la ira. El "mal ojo" es el ojo de la serpiente. La rectificación de Dan es transformar la ira maligna en ira sagrada. Los sabios enseñan que sólo alguien de la raíz espiritual de Dan puede saltar espontáneamente y matar a la serpiente malvada. El Zohar, por su parte, enseña que el comandante en jefe del ejército del Mesías vendrá de la tribu de Dan.

El sentido del mes

La rectificación del mes tevet está asociado con el sentido del enojo o la ira sagrad

a, habilidad del alma de elevar la buena inclinación hasta enfrentarla con la mala. Tal como enseñan los sabios en el comentario al versículo del libro de los Salmos: "Enójate y no peques".

La ira positiva expresa el profundo cuidado y preocupación del alma para que la realidad sea aprehendida como buena. Es importante destacar que incluso en este enojo sigue existiendo un cierto componente de inmadurez dado que la madurez absoluta, la del Creador de la realidad, sólo ve todo bueno, con el ojo del mes de tevet.

Aprendimos también que uno debe dirigir su ojo izquierdo ("malo") hacia si mismo - con la furia sagrada de su bien innato contra su maldad innata - para rebajar y subyugar su ego, mientras que simultáneamente debe dirigir su ojo derecho ("bueno") hacia la realidad exterior - para que con ese poder ayude a perfeccionar a la misma realidad.

El órgano del mes

Los sabios enseñan que el hígado, órgano correspondiente al mes de tevet, se relaciona con la ira. La función del hígado es purificar la sangre con la que está saturado. La sabiduría cabalista sostiene que el hígado corresponde a la serpiente primordial, cuya rectificación es personificada por Dan. Es importante destacar que los tres "regidores" del cuerpo y el alma son el cerebro, el corazón y el hígado, que corresponden a Adán, Eva, y la serpiente, respectivamente.

La serpiente, en la sabiduría cabalística, representa el estado inicial de inmadurez del alma, caracterizado por un atributo de ira no rectificado. El veneno de la serpiente es caliente como el fuego de la ira. Cuando se convierte al bien, el fuego (y la sangre del hígado) sirve para calentar el frío mes de tevet.

El valor numérico de la palabra hebrea kaved, hígado, es 26, equivalente al valor numérico del

Nombre divino de las cuatro letras. Esto refleja el secreto mencionado antes, que la suma de los cuatro meses en los que se ayuna por la destrucción del Templo (por el veneno de la serpiente primordial), que terminan en tevet, también equivalen juntos a 26. Al ayunar por la destrucción rectificamos nuestro hígado y así "dulcificamos" la ira de Dios y despertamos la misericordia divina, asociada al Nombre de cuatro letras, para reconstruir el Templo.

Fuente: "El calendario cabalístico" de Ben Itzjak. Editorial Edaf