miércoles, 20 de mayo de 2009
Debbie en su cocina - Jumus (Humus)
martes, 19 de mayo de 2009
What time is it?
El otro día uno de mis hijos se torció el tobillo y tuvimos que salir corriendo (y saltando en una pata). En la sala de espera de la guardia ortopédica había un hombre sándwich con la espalda desgarrada, un rellenador de aceitunas con los dedos acalambrados y una niña arrastrando una muñeca con la pierna rota. Sentada en esas butacas tan hábilmente diseñadas para la atención al público, empecé mis cálculos mentales: veinte minutos con la abuela enyesada, otros quince con la mamá del bebé y media hora más con el caballero vendado. Qué manera de perder el tiempo, pensaba. Parecen confabulados para que yo no llegue a mi curso de patchwork.
“El tiempo no se tiene, se hace”, me dijo la señora sentada a mi lado, como adivinando mis pensamientos. “Es imposible intentar acelerar tu posición con respecto a él”. Será científica, pensé. “Sólo hay que saber navegar las olas que nos llevan desde la frontera del pasado a la orilla del futuro”, agregó haciéndome inclinar hacia la idea de estar frente a una poetisa. “Lo único que podemos hacer es pedirle cada día a Hashem que nos dé brajá en el tiempo” terminó mientras desaparecía detrás de la puerta del consultorio tres.
Si hubiese podido retroceder en el tiempo le hubiese preguntado a qué se refería, pero como eso (todavía) no es posible, me quedé haciéndome las preguntas que muchos nos hacemos. El tiempo, pensé, lo necesito y no lo aprovecho. Me lo tomo y después lo pierdo o lo mato. Lo busco y cuando lo consigo, ¿para qué lo uso? Y mejor aún ¿para qué debería usarlo?
Inmediatamente vino a mi memoria un artículo de Sara Yoheved Rigler en el que decía que
Casualmente, el trabajo del día 41 del Omer dice que uno puede lograr más grandeza en nuestro época de lo que nunca fue posible. Y eso me hizo dar cuenta de que es hora de empezar a sumarle sentido a nuestro tiempo, que esa es la brajá por la que tenemos que hacer tefila. Que nuestro tiempo nos trasnforme para así acelerar el proceso.
Y hubiese seguido pensando, pero llegó mi turno, así que tendré que seguir con la idea en la próxima consulta.
lunes, 18 de mayo de 2009
domingo, 17 de mayo de 2009
¿Por qué se le Preguntó Primero a las Mujeres si Querían Recibir la Torá?
La vispera de Shabat los israelitas estaban formados en el monte Sinaí, los hombres a un lado y las mujeres a otro. El Santo, bendito sea, dijo a Moshe:
Ve y diles a las hijas de Israel si quieren recbir la Torá.
¿Por qué se preguntó primero a las mujeres?
Porque la conducta de los hombres suele seguir el parecer de las mujeres, como está dicho: «Así dirás a la Casa de Iaacov (se refiere a las mujeres) y relatarás a los Hijos de Israel (se refiere a los hombres)» [Éxodo 19:3]
Respondierón todos con una sola voz: «Todo lo que ha dicho El Eterno ¡lo haremos y lo obedeceremos!» [Éxodo 24:7]
Pirkei de Rabbi Eliezer 41
sábado, 16 de mayo de 2009
viernes, 15 de mayo de 2009
jueves, 14 de mayo de 2009
miércoles, 13 de mayo de 2009
Debbie en su cocina - Guefilte Fish
Les presentamos una nueva sección en la cual nuestra amiga Debbie nos deja entrar en su cocina para mostrarnos sus recetas y trucos.
Me gustaría contarles que Debbie es la mejor cocinera que conozco (aparte de su madre), me gustaría decirles que el que se sienta a su mesa come como un rey... pero ¿para qué se los voy a decir si pueden comprobarlo ustedes mismos?
Hoy nos prepara Guefilte Fish
martes, 12 de mayo de 2009
lunes, 11 de mayo de 2009
Y ahora ¿quién podrá defenderme?
El otro día alguien me preguntó si lo que escribo es lo que parece o todo lo contrario. Como quedé perdida ante la ambigüedad sintáctica, pedí una explicación y lo que siguió fue una descarga de palabras tan rápida que sólo logré interpretar algunas frases: “Que si me parece bien dar esa imagen de la mujerjudíaortodoxa. Queesanoeslaverdadera mujerjudíaortodoxa. Que xkdfjdifJilulHashemcfg, eidkhacermelagraciosa acostadelamujerjudíaortodoxa.
Mi autoridad doméstica me da derecho a ser dueña de las palabras que publico, (pero no de cómo se leen). Me da derecho a utilizar cierta licencia artística (llámenme licenciada) para contar algo de la manera que mejor me parezca. Ser una mujer judía ortodoxa me da derecho a escribir sobre mí misma. Y mis amigas, mujeres judías ortodoxas me dan derecho a escribir sobre ellas. Y mis vecinas, mujeres judías ortodoxas me prestan azúcar y huevos cuando tengo que terminar una torta.
La verdad acerca del Kotel

domingo, 10 de mayo de 2009
sábado, 9 de mayo de 2009
viernes, 8 de mayo de 2009
jueves, 7 de mayo de 2009
miércoles, 6 de mayo de 2009
En busca de la infelicidad
El otro día hablábamos con mis amigas acerca de que algo en el mecanismo debe estar fallando. No nos referíamos ni al lavarropas ni al refrigerador, sino a una maquinaria mucho más sutil y delicada: nuestra propia vida. Desde que nos sentamos frente a un plato repleto de brownies no dejamos de preguntamos cuál era el error que cometíamos, porque aunque nuestra vida es como una epopeya no podemos dejar de sentirnos en un drama.