
¿Para qué sirve un blog? seguía increpándome, y más: ¿para qué sirve un blog ortodoxo?, ¿eh? Y cuando ya no supe qué decir, hice lo que hago siempre en esas situaciones, hablar a borbotones de cualquier cosa:
Ya se habrán dado cuenta, pero por las dudas se los voy a decir con todas las letras: yo no ncí religios. Bueno, con todas las letras no me salió, pero se entiende ¿verdad? Durante mi niñez no tuve contacto con judíos religiosos y mi imagen de ellos se limitaba a lo que veía algún sábado al mediodía por la avenida Córdoba: Señores con barba, traje y sombrero (en general en días de agobiante calor), llevando de la mano a inocentes niños sometidos a esa vida torturadora, sin posibilidad de elección. Deberán disculparme, pero eso es lo que pensaba, o más bien lo que repetía por haberlo escuchado en el auto en el que nos dirigíamos tan felices y campantes a almorzar en “Los años locos” y por si no me salió bien, les aclaro que estoy intentando ser sarcástica.
Durante mi juventud no recuerdo haber tenido algún otro pensamiento sobre ese asunto, hasta que un día, como ustedes bien no saben, y por las razones que tan bien desconocen, mi marido y yo decidimos viajar a Israel. El primer día en Jerusalén salimos a tomar un helado, y terminamos sentados en una plaza repleta de niños jugando. Nunca fui del tipo maternal, de esas mujeres que disfrutan contemplando la inocencia infantil. Sin embargo, en esa plaza no podía despegar mis ojos de esos niños. Los había en bicicletas, en patines, en monopatines, jugando a la pelota, trepados a los árboles, corriendo a los gatos, haciendo morisquetas. Y como bien comprenderán, esto me dejó horrorizada, no, horrorizada no es la palabra, eso va para una señora paqueta a la que le desacomodan los cubiertos, más bien digamos que me dejó desconcertada, como si hubiese descubierto un político honesto. Y así quedé en esa plaza, repitiendo con la boca muy abierta a causa tantas “o” y de tanto asombro: “son ortodoxos”, “son ortodoxos”.
No puedo decir que hice teshuvá a causa de lo que vi ese día, pero si puedo decir que allí me di cuenta de que no sabía nada (si, ya sé que el copyright de eso lo tiene Sócrates). No sabía nada de los religiosos, no sabía nada de su manera de vivir, ni de lo que pensaban ni de lo que hacían. Nada de nada.
Hoy mi mirada es distinta porque veo desde adentro. Pero también sé lo que se ve desde la ventanilla del auto por avenida Córdoba (y estoy segura de que en cada país hay una avenida que atraviesa el barrio religioso) y la respuesta que andaba buscando es esa, que quizá para eso sirva un blog ortodoxo, para ofrecer una ventana. Así que pasen y vean, los invitamos a espiar.
GRACIAS!!! ...por la invitación. La verdad es que muchas preguntas me surgen pues en mi esta la desconfianza y el recelo hacia lo que llaman "religioso". Qué porque las leo? por lo espiritual... en fin, de nuevo gracias
ResponderEliminarDesde España, seguimos con mucho interés tu blog.
ResponderEliminar"Espíritu de amor", -Chesed- manifiestas en tus comentarios"; además de construir Shalom.
No creo que nadie ande “fisgándote”, simplemente se miraron en ti, como quien se mira en un espejo. Y tal vez al igual que tu, buscan fuentes de vida.
Hola Vivian, hola Yahy'h ¡Gracias por comentar! Me hicieron dar cuenta de que desde esta ventana los aportes nos nutren a nosotras. Y Vivian... puedes preguntar lo que quieras, somos mujeres... ¡nos encanta charlar!
ResponderEliminarBS"D
ResponderEliminarBARUJ HASHEM!!!
RECIÉN DESCUBRO ESTE BLOG... BARUJ HASHEM POR EL RAB DANIEL BEN ITZJAK QUE EN SU PÁGINA PUSO VUESTRO LINK!!!
GRACIAS!!!
COL HAIESHUOT VECOL HABERAJOT!!!
SOY MARGALIT DESDE BUENOS AIRES, ARGENTINA!!!
Shalom!!
ResponderEliminarEstoy encantada con su blog.
Que iniciativas como esta sigan adelante (beezrat Hashem), pues son de gran ayuda y sirven como puente de unión a las mujeres judías de todo el mundo.
Desde España, enhorabuena!!