La Megillat Esther (el rollo de Esther), tiene todas las características de un cuento de hadas: un rey poderoso, un banquete suntuoso, el ascenso de una chica huérfana a ser reina, traición, captura, y la liberación! De hecho, algunos eruditos modernos la califican como una narrativa antihistórica, diseñada para entretener y aliviar a los judíos en su largo exilio. Parte de la magia de Purim, el festival en el que leemos y celebramos los acontecimientos descritos en el libro de Esther, es que nada parece ser lo que es…
Por el contrario, la historia relatada en el libro de Ester describe a personas reales, implicadas en una lucha verdadera, que sucedió durante un tiempo real, e implicó asuntos serios y existentes. Los misterios que se ocultan detrás de Purim son descodificados y revelados para nosotros, por nuestra tradición. Tanto en las fuentes Talmúdicas y Midrashicas, como en la traducción del texto al arameo, nos llevan a los siguientes hechos:
Shushan, la ciudad donde se lleva a cabo la acción en el libro de Esther, fue la capital del Imperio Persa hace unos 2.500 años atrás. El rey era Ajashverosh (Asuero), cuyo antecesor, Koresh (Ciro), había conquistado el Imperio babilónico de Nebujadnetzar (Nabucodonosor), el conquistador del Reino de Judea, y el destructor y saqueador del Templo Sagrado de Jerusalem. Aprendemos en detalle acerca de Nebujadnetzar y su hijo Belshazzar, en el libro de Daniel. Allí se describe el banquete ofrecido por Belshazzar, y a continuación su muerte abrupta y misteriosa. Este había preparado el banquete basándose en cómputos que había hecho con respecto al destino del Templo Sagrado. El profeta Yrmiahu (Jeremías), que había presenciado la destrucción del Templo Sagrado, profetizó que, siguiendo un período de setenta años, los judíos exiliados en Babilonia volverían a la tierra de Israel y reconstruirían el Templo. Belshazzar llego a la conclusión (errónea) que el período de setenta años había pasado, y que por lo tanto los judíos no volverían a Israel y el Templo jamás volvería a reconstruirse; por lo que él escogió celebrar ofreciendo un suntuoso banquete. El punto culminante de su banquete sería la presentación, a vista de todos los presentes, de las vasijas robadas del Templo Sagrado. Su muerte repentina, mas tarde esa noche, quizás no sea tan misteriosa después de todo.
Luego de la muerte de Belshazzar, el Imperio babilónico fue derribado por Koresh, el gobernante de Persia. Koresh firmó un decreto oficial permitiendo a los judíos de Babilonia retornar a Jerusalén, y reconstruir el Beit HaMikdash. Cuarenta dos mil judíos respondieron y regresaron a Jerusalén. Ellos fueron “recibidos” con mucha oposición política, así como agresiones físicas. Convencido por los oponentes a la reconstrucción del Templo, Koresh rescindió su orden, y la construcción del Templo se detuvo.
Lección 1: Los mandatarios temporales siguen las leyes de la auto-conservación. Por definición, la conservación del poder temporal se contradice con la voluntad del Eterno. ¡No coloque su confianza en reyes y cosas por el estilo!
Cuando Koresh salió de escena, Ajashverosh llegó a ser rey. Ajashverosh estaba casado con Vashti - la nieta de Nebujadnetzar. Ahora estaba en Ajashverosh decidir cuál seria el destino del Templo.
Mordejai, el héroe del libro de Esther, se encontraba entre los judíos que retornaron de Babilonia. (Su nombre es mencionado en Ezra 2:2, y Nejemia 7:7.) Un joven y ambicioso político de Shushan, llamado Haman, también llego a Jerusalem. Haman era un descendiente de Amalek, cuyo odio fanático e irracional contra el pueblo de Israel amenazaría a los judíos…generación tras generación. Haman veía la reconstrucción del Templo como una cuestión política, que le serviría de palanca para obtener una posición de gran influencia sobre Ajashverosh, alimentar su paranoia, y ganar el apoyo para su plan final - la destrucción de los judíos. El hizo públicas sus intenciones para persuadir a Ajashverosh de prohibir la reconstrucción del Templo, y volvió a Shushan. La comunidad judía de Jerusalem decidió enviar a Mordejai como su representante, para tratar de contradecir la influencia de Haman sobre el rey.
Lección 2: Al ignorar las pruebas diarias que enfrentamos día a día, nos ponemos en gran riesgo. Por el contrario, nosotros debemos entrar en la batalla para cumplir con las expectativas que tiene D-os de nosotros. Estas expectativas son la tarea que D-os nos ha designado, nuestra misión personal, como parte de nuestro deseo de cumplir con Su voluntad.
Logrará Mordejai influenciar al rey, y boicotear los malvados planes de Haman?
Cortesia del Majon HaMikdash
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