jueves, 5 de agosto de 2010

La Montaña Rusa (Post de Johana)


B”h puedo hablarle a mujeres como yo que atravesaron un proceso de cambio único y decisivo en nuestras vidas - la TESHUVA- , acercándonos a la verdad y al creador del universo. La mayoría de nosotras tuvimos a nuestra familia (lo mas sagrado) en contra diciéndonos que nos estábamos equivocando y que podíamos cometer una locura. Pero ahí estaba ÉL agarrándonos fuerte y ayudándonos a salir de cada prueba y prueba, llenándonos la vida de “milagros” imposibles de olvidar. Y ese espacio vacío , nuestra ALMA, comenzaba a llenarse y empezábamos a darle sentido a esta vida llena de materialismo y mentiras. Sentíamos una guerra interna entre la maravillosa sensación que reposaba ya en nuestra alma contra todo lo aprendido e inculcado por las personas que nos educaron con tanto amor y dedicación. Ese nuevo mundo y antiguo a la vez , que nos alegraba por dentro y fuera y nos iluminaba el rostro.

Sigamos…luego llegamos a la cima de la felicidad, ya decididas y entregadas a “la verdad”. Algunas nos casamos para formar un bait neeman be Israel, las que ya lo estaban tuvieron mas hijos, cambiaron a sus hijos a un colegio con valores judaicos verdaderos . Y todo siempre acompañados por el ejemplo de los rabanim, tzdikim verdaderos, que añorábamos llegar algún día formar un hogar lleno de kedusha y con la shjina (presencia divina) o un “beit a mikdash”, como el de ellos

Luego : comenzábamos a DAR como recibimos a gente que se estaba acercando, y preocuparnos por cada iehudi y iehudi, sufriendo por los “alejados “, tratando de dar el ejemplo para que vuelvan al camino , sintiendo AMOR por cada integrante del pueblo de Israel y por la Tierra. Ese espacio, nuestra ALMA seguía llena todavía y nos amoldábamos reincorporando a nuestras vidas cosas que creíamos eran prohibidas y elegíamos nuestra línea dentro de tantas líneas.

Y al fin llegamos a la segunda etapa , la que no llego todavía siga disfrutando, pero la que ya llego ATIENDAME: ETAPA DE CAIDA ESPIRITUAL

Esta escrito en los libros que todo baal teshuva pasa por esta difícil etapa y puede ser en distintos grados: leve, moderada o severa .

  • Síntomas :

1- tristeza, aburrimiento y depresión (no se asusten)

2- dificultad y nuevos yetzeres en mitzvot como TEFILA (nos cuesta rezar y sentimos que nuestras tefilot vuelven vacías). SHABAT (no sentimos la kedusha como la de hace un tiempo atrás , no sentimos descanso espiritual) TZNIUT (nos vemos feas, queremos cambiar el look por algo mas moderno)

3 - y el síntoma mas importante: NOS SENTIMOS LEJOS DE HAKADOSH BARUJ HU, ese que nos sacaba de cada prueba y prueba y hacia milagros en cada momento sentimos que NOS ABANDONO!!! Si, nuestro padre se aleja para que nosotras lo busquemos por nuestros propios medios.

Si esos son tus síntomas, no te avergüences!!! Repito: está escrito en los libros sagrados que en el proceso de teshuva hay que pasar también por la CAIDA.

  • Diagnóstico: SINDROME del VACIO INTERIOR .
  • Pronóstico: si no lo tratas pronostico reservado PERO…. si lo tratas bien, esto es bueno!- presta atención: se puede llegar a un nivel altísimo, se llega al SHLEMUT (plenitud ) y ALEGRIA para la eternidad!!.. – (tercera etapa)
  • Tratamiento:: crecimiento interior, RE-BUSQUEDA del CREADOR del UNIVERSO
  • Efectos adversos del tratamiento: Puedes cambiar tu linea a una linea de jasidut
Y ¿cómo se logra? Uno de los métodos mas efectivos que yo he encontrado a sido por medio del HITBODEDUT!!! (próximo POST bs”d bli neder)

B"H que en este jodesh Elul podamos tener el mérito de acercarnos a HaShem por medio de la TEFILA, TESHUVA Y TZEDAKA. Para teshuva y tzedaka hace falta TEFILA y para la TEFILA misma hace falta pedirLe a HaShem poder hacerla todos los dias con el corazón.

Comentario: algunos fragmentos fueron extraídos de charlas con mi colega y amiga la Rabanit J. K. J

martes, 3 de agosto de 2010

Shalom!!! (ya era hora de un post de Margalit)

Bueno realmente no sé por dónde comenzar..... Quizás la mejor manera sea presentándome: Soy Margalit Bat Abraham Abinu, Bat Sara Imenu... Si soy gioret, Baruj HaShem!!! Privilegios si los hay.....

Muchas veces nos preguntan –a mi esposo y a mí (él también es ger, el giur lo hicimos juntos después de casados)- ‘¿qué te lleva a cambiar de ‘religión’?’....

Es una pregunta fácil.... difícil... nueva y antigua, reiterativa y aislada... Para mi, para nosotros, es ‘la’ pregunta.

Como bien me dijo alguien: ‘No se amanece un buen día y se decide hacerse judío, así porque sí’.... En mi fue un proceso de años, de decantación y de desencanto, de luchas conmigo misma y con los de afuera.... fueron años de preguntarme: ¿y qué hago ahora frente a esta VERDAD? Muchas veces la disfracé, otras la enfrenté y me enojé con ella porque tiraba al piso mi castillo-refugio.... Pero cuando no di más.... Cuando lloré toda una noche y empecé mi duelo y despedida de mis antiguas tradiciones y.... relaciones..... HaShem estuvo ahí.... Y me hizo tomar de la mano de dos personas que nos entendían muy bien (no se olviden: mi esposo también estaba en pleno proceso): nuestros Avot: Abraham y Sara..... Por eso cada vez que hago Tefila en los Pesuke beZimra y llego al relato agradecido del cambio de nombre de Abram por Abraham sé lo que se siente.... esa letrita ‘h’ es todo un universo escondido y revelado... En esa letra radica el cambio... En esa letrita estamos ¡¡todos!! Baruj HaShem!!!

A partir de ese momento empezamos el camino que nos llevaba a nuestro hogar, a nuestra ‘familia’... A ustedes....

Hubieron quienes nos recibieron y ayudaron y apoyaron (nuestro Knis de ‘nacimiento’, mi mora Devora, mis javerot de estudios).... Fue un proceso donde no faltó nada y donde siempre estuvo presente que queríamos ser.... iehudim... simple, sencilla pero verdaderos y reales iehudim...

A la pregunta del millón, la que se hace siempre: ‘¿Por qué quiere cumplir 613 mitzvot cuando con 7 (Los preceptos Noádicos) usted ya estaría cumpliendo su parte?’ Contesté: ‘Si usted tuviera una mesa servida, llena de manjares... ¿se conformaría sólo con una muestra de ellos?’. Quien me la hizo me sonrió y ahí empezó todo.

Fue maravilloso estudiar y.... poner manos a la obra. Nunca me costó el cubrirme la cabeza ni el tema del cuidado del tzeniut... Bueno si, me costó porque mi alma guaraní necesitaba de colores estridentes y de muchas flores!!! Pero... ¿qué es esto frente a todo lo que recibimos a cambio? ¡¡LA VIDA MISMA!!

El broche de oro de nuestro giur, fue llegar a Israel. El broche fue estar frente al Beit Din y responder las preguntas y recitar el Shema con el corazón en la boca. El broche estuvo en Beersheva donde pasamos por Tevila y fuimos recibidos como ‘hermanos’ y recibimos nuestro nuevo nombre. El broche estuvo en Yerushalaim donde el Rab Eliahu Birinbaum –siempre tenga semajot!!- nos casó ese 26 de Tishrei 5763. El broche estuvo cuando pudimos llegar a Hebron, Ir HaAvot, y estar frente a quienes nos ‘dieron’ su nombre para que no estuviéramos solos.... sin un ‘antes’, sólo con el ‘después’.

¿Qué más puedo añadir? Valieron la pena cada lágrima, cada risa, cada renunciamiento, cada subida y cada bajada. Porque después de todo como dice Rabenu HaKadosh, Rebe Najman miBreslov –z”l-, NO EXISTE TAL COSA COMO LA DESESPERANZA. NO HAY MITZVA MÁS GRANDE QUE LA DE ESTAR SIEMPRE ALEGRE. CADA DÍA PODEMOS HACERLO NUEVO, CADA DIA ES NUEVO... Y ANTE CUALQUIER DUDA: EL HITBODEDUT ES LA RESPUESTA

Quiero sólo agregar que les agradezco: Jana, Judi, Debbie y todas las demás porque..... ustedes, sin saberlo son el lugar donde todas nos encontramos: las amamos y necesitamos. KADIMA!!! Y.... JODESH ELUL lleno de semajot y preparadas a recibir al Melej que sale al Campo.... Berajot!!!

martes, 27 de julio de 2010

Hitbodedut

Ya que Johana puso el tema de Hitbodedut en su comentario aprovechemos el momento para leer sobre el tema en este libro que amablemente comparte eduplanet: Hitbodedut: El Arte de Conversar con Hashem

A modo de introducción les dejo la respuesta que da el Rav Menajem Abdeljak a la pregunta:

¿QUÉ SIGNIFICA HITBODEDUT?

Conversar con D´s en mi idioma, con mi vocabulario y mi singular estilo, esto es HITBODEDUT. "Es como conversar con un íntimo amigo", nos enseña Rabí Najman.

No solamente en tiempos dificultosos, cuando las cosas se tornan complicadas, sino a diario hay que buscar un momento y un lugar tranquilo y ahí con tus simples palabras conversar con Hashem.

El HITBODEDUT, de acuerdo a las enseñanzas de Rabí Najman, significa expresarse delante del Todopoderoso abiertamente, conversar con él explayadamente.

¿Te parece que no tienes nada para decir? ¿Cómo es posible eso? ¿Y qué pasa con todas esas sensaciones que nos circulan por el corazón a diario o incluso varias veces al día? ¿Cuántas cosas nos perturban? ¿O cuántos deseos que nunca pudimos satisfacer por uno u otro inconveniente? ¿Quién no tiene algún problema sin resolver, o una duda sin descifrar? ¿Acaso puede alguien afirmar que ningún miedo lo perturba? ¿Y que pasa con las incertidumbres? Qué hacer, a dónde ir, qué decisión tomar, etc. ¿Cuántas dificultades y peligros atraviesa el pueblo judío en estos momentos? ¿Tenemos derecho a desatendernos de nuestros hermanos que sufren y esperan la salvación de D-ios? Y nosotros mismos, ¿no necesitamos también de la ayuda divina para nuestra salud y bienestar? ¿Por la educación de nuestros hijos en tiempos de deterioración de valores? ¿Y en general por todos nuestros seres queridos, familiares, compañeros, etc.?

Todo esto, y mucho más detallado, hay que convertirlo en una conversación íntima con nuestro Creador.

lunes, 26 de julio de 2010

Añorando la cresta de la ola (un post de Andi)



Ayer tuve unos pensamientos interesantes en mi insomnio que se disolvieron con la luz de la mañana. Algo acerca de cuando éramos chicos y jugábamos a barrenar olas con aquel barrenador blanco de tergopol. Y pensaba qué divertido era TODO. Esperar que venga la ola perfecta, grande, barrenarla, quedar sacudidos por otras olas y finalmente terminar comiendo arena en la orilla descostillándonos de risa para entrar de nuevo. Y cuando estuve en Puerto Escondido fue igual. Me acuerdo de que las olas te sacudían hasta escupirte en la orilla y no podíamos parar de reír.


Y pensé todo esto porque antes se me cruzó una típica imagen mía de estos últimos años: unos ratitos de iluminación, superconectada, re-tzadeket, barrenando la ola a lo pantera rosa antes de pegarse con el palo, y yo antes de quedar comiendo arena. Y todo el tiempo que estoy tirada, caída, no sólo me pregunto cómo llegué hasta aquí, sino que extraño barrenar la ola perfecta. Y llego al punto en que el agua me da miedo y me parece que está un poquito fría y me puedo quedar tanto pero tanto tiempo añorando la cresta de la ola, que me termino alejando de ese mar que cada día me resulta más distante.


Y aquí estoy: muerta de aburrimiento, sitiada sin saber que estoy sitiada. Y habiendo olvidado y sepultado en mi interior a la niña que simplemente TODO le parecía divertido. No solo barrenar. También sacudirse, también caerse.


Entonces cuando la semana pasada vi un video y unas fotos de mi misma de estos últimos meses, me horroricé pensando: ¿¿¿quién es esta señora???? ¡¡En qué me convertí!! Para luego echarle la culpa a la peluca, a mi ropa de preceptora, a mi teshuvá, a mis 40 años y a todo lo que se me ocurrió en ese momento. Cuando en realidad esa señora es la que se olvidó a la niña en la playa hace mucho tiempo. Y toda vez que alguien aplaudía para recordarle o preguntarle: ¿Esta niña es suya? La señora la miraba extrañada preguntándose cómo puede ser que todavía no le hayan puesto a esa niña una chapita con su nombre y su número de carpa para que cuando se pierda pueda volver a su lugar, con sus papás.


Be´ezrat H" que pronto todas podamos volver a casa, con nuestro Papá y nuestras niñas reveladas en los rostros y en la risa a más no poder.

jueves, 22 de julio de 2010

Somos siempre las mismas

En este momento me pregunto qué pensarán ustedes acerca del post que están a punto de leer. ¿No es verdad que al leer un título uno piensa que ya sabe lo que le van a decir? Por ejemplo, sé que Andi leyó "somos siempre las mismas" y enseguida supo que yo iba a comparar a la niña que fui con la mujer que soy en la actualidad para concluir que a pesar de ser adulta y poder quedarme despierta hasta la hora que quiero, justamente la hora en la que quiero irme a dormir es la misma en la que mis padres me obligaban a acostarme. Y Andi podría haber tenido razón, lo hubiese dicho.

O Yami, que cuando leyó "somos siempre las mismas" pensó que este sería el relato del cumpleaños de Debbie en Lattecini y en una milésima de segundo pasó de la indignación a la resignación de tener que leer ese título el día que ella no vino. Y Yami podría haber tenido razón porque yo le había prometido esa crónica titulada "todas menos una" (fetuccini y ravioli, bla bla, todavía te debemos el regalo, bla bla, la moza cantando el feliz cumpleaños en castellano, bla bla y adiviná quién comió pescado después de habernos atiborrado a pescado en los nueve días).

Y Margalit, que leyó "somos siempre las mismas" y pensó que hablaría de nuestras neshamot frente al monte Sinai. O Jannah, que se dijo a sí misma "ya era hora de protestar porque siempre sean las mismas las que comentan en el blog". Y si, también podrían haber tenido razón.

Pero no. Lo que voy a decir es que eso mismo hacemos con las mitzvot: aprendemos el título y seguimos adelante. Por ejemplo: si el título de la mitzvá es "alejarse de la falsedad", no profundizamos y cuando nuestro hijo nos pregunta si nos gusta su dibujo, le contestamos que ese mamarracho enmarañado no parece una casa con jardín y que se olvide de ser Picasso. Porque la Torá nos obliga a decir la verdad.

Si el título es: "visitar al enfermo" caemos de sorpresa a la hora de la siesta y aprovechamos para resolver algunos temitas de trabajo por teléfono mientras nos comemos los chocolates con la inscripción "que te recuperes pronto". Porque la Torá nos obliga a visitar al enfermo.

Y no me atrevo a hablar de las atrocidades cometidas bajo los títulos "corregir, corregirás a tu compañero" o "lashon hará letoelet" porque todos las hemos sufrido y conservamos las heridas.

Así que al final era esto: que somos siempre las mismas interpretadoras de títulos, que no vamos más allá porque ya sabemos todo y... aquí me detengo porque ya saben el resto.

Estamos trabajando

Estamos muy ocupadas lavando ropa, comiendo carne, escuchando música y comprando cosas nuevas. No se vayan que ya volvemos.

domingo, 18 de julio de 2010

Multa de 500 Shekels ... ¿A mí? (un post de Johanna)

Era una tarde de invierno cuando recibí una citación de la policía israelí a declarar por alguna infracción que había cometido mi auto con fecha de hacía dos meses atrás a las 7:48 hs. AM…-y…es posible, pensé. Es la hora de las macanas ya que entro a trabajar a las 8:00 en punto. Como la citación era por la mañana, no veía la posibilidad de llegar, así que pedí a mi jefe con anticipación unas horas libres mostrándole la carta misteriosa y temeraria.

Cuando finalmente llegó el día, dos compañeros de trabajo faltaron y me vi obligada a quedarme. Llame por teléfono al número que decía en la citación y explique que no iba a poder llegar. La comandante grito GUIVERET (señora) ESTO NO ES CHISTE y muy asustada tratándose de medinat Israel moví uno y uno de mis compañeros para poder llegar. Por suerte me atendieron rápido. “La mujer de la ley” luego de buscar mi número de patente en un libro gordo como un Sefer Torá, comenzó a relatar la denuncia que había presentado un civil en contra mío: “la conductora leía muy concentrada el periódico mientras manejaba” ¿qué??!! Exclamé!!!, como me hacen perder tiempo de esta manera!!! Que ridículo…mientras sonreía irónicamente me vino a la mente mi BIRCOT HASHAJAR gigante que guardo en el auto para el viaje (como buena baal tshuva todavía no logre aprenderme las berajot, lamentablemente cuando quise incorporar toda la información kodesh a mi memoria, estaba ya llena y gastada con banalidades como con “el preámbulo de la constitución nacional argentina" o "las canciones de “los parchis”), mire a la general a la cara cuando sus labios pronunciaron la palabra “SHAJAR”, "dice aquí -dijo- que el periódico se titulaba algo con… “shajar”. Le explique muy indignada y orgullosa, mientras me acomodaba el kisui rosh, que muchas mañanas cuando el transito me retiene simplemente… rezo . (noooo, me dije a mi misma, todavía no aprendiste que en Israel no hay que ser tan sincera!!!). La mujer anoto cada palabra mía y me dijo que la resolución del juez me iba a llegar por correo….

Cuando me fui tuve ”tiempo” para analizar… la primera inclinación fue pensar: pero quien fue el malvado y atrevido que me denuncio, habiendo tantos asesinos al volante. Pero luego recordé lo que había leído en el libro “El Jardín de la Emuná” , el perro corre tras vara pensando que es la que le pega sin darse cuenta que es el hombre el que la maneja, o…Iosef avinu que no se enojó o peleó con las serpientes en el pozo si no que le pidió a Hashem que lo salve .

Entonces exclame HASHEM SOY INOCENTE, no solo que no cometí un pecado sino que estaba haciendo una MITZVA. Pero… a lo mejor no es la forma de rezar que Él quiere , a lo mejor le tengo que dar mas “kavod” e importancia a la tefila. ¿No es acaso Hashem el que maneja el transito y puede lograr que llegue a tiempo al trabajo o que mi jefe llegue tarde? ¿No es Él quien nos da el tiempo, el lugar y la energía para poder rezar, o quien le da "fuerzas al cansado” si es que se levanto antes para rezar?…. ¿Será que mi tefila tiene tanto poder que de esa forma la estoy desperdiciando?. Será que me quiere despertar y que me acerque a Él. Por unos días mi tefila fue diferente, pero luego …volví a la rutina!

Hoy recibí la resolución del juez CULPABLE!!! -500 shekels!!!!

Hashem me avisó, me desperté pero me volví a dormir...
AMIGAS nos encontramos antes del dia del juicio (Rosh Hashana), todavía ESTAMOS A TIEMPO DE DESPERTARNOS…DESPERTEMOSNOS!!!!

Para terminar mi relato, que aunque parezca mentira paso de verdad, como Hashem es pura bondad y su intención fue solo que reflexione, el mismo día que recibí la multa, recibí el regalo de mis compañeros de trabajo por el nacimiento de mi hijo….si, si….500 shekels.

jueves, 15 de julio de 2010

Bitácora de Aliá II

LeIlui Nishmat de Jaie Freide bat Sure Golde

La mesa de mi bobe.
Estos días leí que a algunos Tzadikim los enterraron con sus mesas.
Esas mesas llenas de Toire, eran sus testigos fieles de amor y fidelidad a HaShem...
Le digo a mi esposo, le cuento, no se qué hacer con la mesa de mi bobe...
Le cuento lo que leí y me mira, no entiende, qué querés hacer?
Quiero saber dónde va a estar la mesa de mi bobe, para que después de los 127 años...
Me encantaría ser tzadeket... y que esta mesa...
Mi esposo no tuvo palabras, mejor, por las dudas...
Surgen cosas tan insólitas en estos días, con los objetos, con la gente y viceversa...
Hay gente que presiona para verme! Presiona para que yo haga una despedida teatral...

Me hacen acordar a cuando trabajé con Luis Miguel, sí! Luis Miguel!!! Fue solo una gira por el interior del país, yo formé parte del coro y armé las coreografías. Como culminación de ese trabajo, hizo una presentación, creo, en ATC, un canal de televisión argentino. Las fans enloquecidas, esperaban afuera del canal para verlo (?). Y los músicos, y las chicas del coro, que acompañábamos a la estrella, salíamos a la intemperie, a través de un corredor humano formado por gente de seguridad. Las fans, nos habían visto cantar “cerca” del ídolo, y no lo podían soportar, así que, cuando salimos caminando por ese corredorcito, nos patearon los tobillos y nos insultaron con palabras tan groseras, que por supuesto, ya no guardo en la memoria...

Con esto de que “nos vamos”, la gente saca reacciones insólitas de la galera, o de debajo de la peluca. Hay gente que se emociona, se pone contenta y triste, y hay otra gente que reacciona de manera extraña... HaShem me trae con esa gente, algunos puntapiés solapados, algunas bolsas de culpa tiradas por la cabeza, y algunos arañazos de último momento... Yo trato de aferrarme a Él con todas mis fuerzas y seguir mi camino. Porque, esta vez, el corredorcito es la antesala de mi casa, me lleva hacia mi lugar, hacia nuestro lugar, hacia nuestra verdadero hogar...
Y, después de todo, HaShem, en Su bondad infinita, me trae una amiga, Margalit, que se llevará a su casa la mesa de mi bobe, para seguir llenándola de Toire y de voces de niños en el Kidush de Shabat...

Y tal vez, antes de lo que esperamos, estaremos comiendo Seudat Mashiaj sobre esa mesa, en Ierushalaim, junto a mi bobe Jaie, por supuesto.

martes, 13 de julio de 2010

Para volver a mi templo personal (un post de Andi)

En estos últimos dos años las semanas de bein hametzarim fueron raras para mi. Por un lado tengo una enorme necesidad de shiurim más jasídicos que de musar. Tanto "jatati" ashkenazi… no sé, me pregunto si es un truco del ietzer hará para sacarme de la vivencia real de estos días, que debería ser de nostalgia y tristeza por lo perdido.

Y por otro lado, leo textos que intelectualmente me hacen comprender el tema e incluso me hacen derramar lágrimas en el momento. Pero mi cotidiano se sacude como perro mojado.

Ayer pensé que tal vez cuando interpreto como “debería” ser y sentir es cuando caigo en las manos del ietzer (siiii, siempre por el mismo lado, ¡me doy cuenta mientras escribo!) porque me empiezo a alejar de donde estoy realmente para irme al maravilloso mundo en el que mi cabeza piensa que debería estar. Entonces me desconecto y me tropiezo con las paredes de la nueva realidad que acabo de crear yo solita, sólo con mi imaginación.

Hasta que finalmente, a pocos días de Tisha ve Av me doy cuenta que al final estoy a oscuras y perdida y que si, que estoy tal cual pensaba, en la vivencia ashkenazi de la que me escapaba, a oscuras y sin saber cómo volver a mi templo personal.

Y al final el ietzer se ríe a carcajadas de mi, porque me alejé, dude, me enfríe, inventé y construí un mundo imaginario. Y me alejo tanto que en un momento me pregunto cómo llegué hasta ahí

Lo bueno es que todo es un círculo y en el momento en que pienso que estamos más lejos también tengo la posibilidad de acercarme, porque al fin y al cabo siempre estamos volviendo.

A Su casa. A nuestra casa. A ese punto intacto, íntimo y personal. Y la vivencia se hace auténtica. Como dice el rab Ben Itzjak: "Basta una conversación con HaKadosh Baruj Hu para enloquecer de nostalgia, para que esa conversación se transforme en un diálogo abierto".

viernes, 9 de julio de 2010

La jaula en el suelo

Quería contar la historia de nuestros pajaritos, quería contar todas las teorías que desarrollé cuando la jaula se cayó y la pájara se escapó por la ventana perdiendo plumas en el camino. Quería contar que el pájaro se quedó estático en la hamaca invadido por sentimientos desérticos. Quería contar que por culpa de mi culpa (mala dueña de tortugas y peces) me equivoqué y dejé que el miedo a que la jaula se vuelva a caer me hiciese dejarla en el suelo.

Quería contar que el pájaro que quedó solo no comía ni cantaba y que mi yo sabelotodo decía que era porque un hombre no puede sin una mujer y que mi yo melancólico me corregía señalando que viceversa porque lo mismo le pasó a la pájara pinta de Maria Elena. Quería contar que si no aparecía mi yo práctico y me sacaba tantas tonteorías ese pájaro hubiese muerto.

Quería contar que lo único que había que hacer era volver a poner la jaula en el lugar desde donde se ve el árbol y se percibe el aroma a tierra húmeda del rocío. Quería contar que había que salir a comprar una pájara nueva.

Quería contar la historia de nuestros pajaritos para compararla con la nuestra. Quería compararla con las situaciones en las que nos quedamos esperando que vuelvan los pájaros que se nos han escapado. Quería contar que los miedos hacen que dejemos la jaula en el suelo. Que nos veo trabados en nuestros problemas cuando la solución está cerca. Quería contar que a veces basta con ubicarse un poco más arriba, a donde llegue la luz y desde donde se vea el cielo.

jueves, 8 de julio de 2010

Crecer Con La Luna - Rosh Jodesh Av

Las Doce Etapas de la vida del Hombre

Las constelaciones son vasijas en manos de El Creador. Por sí mismas carecen de significado; su tarea es simplemente servir como guía.
Tal como está citado en el Midrash Tanjumá (Ha´ azinu 1), las constelaciones reflejan las variadas situaciones y fluctuaciones de la vida de los individuos, ascensos y caídas desde el momento del nacimiento hasta el final. Cuando un niño nace todo es aún limpio y puro, pero a medida que crece el test de la vida no esquiva a nadie. La pregunta es siempre: Qué camino elegir? 

La rueda de las constelaciones representa las variadas posibilidades de fracaso o éxito. Uno puede fracasar pero al fracaso le sigue la corrección y la continuación de un proceso. En las palabras del Midrash:

El ciclo de los signos astrológicos es como el ciclo de la vida del hombre: 
Al principio, cuando nace, el hombre es suave y delicado como el cordero (Talé/Aries). 
Al crecer se vuelve poderoso como un buey (Shor/Tauro). 
Luego se asemeja a los gemelos, viéndose a sí mismo como completo y perfecto (Teumim/Geminis). 
Es ahí cuando su yetzer hara (impulso negativo) se destaca. 
Al principio es tan pequeño como un cangrejo (Sartán/Cancer), pero al dejarlo descuidado, se vuelve tan fuerte como un león (Arié/Leo). 
Si el hombre peca, su yetzer hará le pone una mascara de inocencia,
haciéndolo parecer tan puro como una doncella (Betula/Virgo). 
Y si sigue transgrediendo, es colocado en una balanza (Moznaim/Libra), 
y su suerte es así medida. 
Si persiste en su rebelión, cae en las profundidades de abajo, como en un hoyo, donde se encuentra el escorpión (Akrav/Scorpio). 
Sin embargo si cambia de parecer, se arrepiente y regresa a D´s, asciende del hoyo como una flecha, como la flecha que se dispara del arco (Keshet/Sagitario). 
Es ahí cuando se transforma y regresa a su previo estado de inocencia,
volviéndose como un niño (G´di/Capricornio) - purificado por las
aguas del que contiene las aguas (D´li/Acuario). 
Finalmente su vida se convierte en un ciclo completo cuando como el pez (Daguim/Piscis), se entrega al disfrute de las aguas de la eternidad, con su alma en pleno reposo en el mundo de allá arriba de donde provino.

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Fuente: Tora.org.ar ("Signs of the Times" de Gad Erlanger)

lunes, 5 de julio de 2010

Bitácora de Aliá I

Jannah me pidió que escribiese la introducción para la serie de artículos que Patricia (Dvorah) va a compartir con nosotras. Empecé a darle vueltas al asunto: "Con ustedes una bitácora de Aliá" "De Argentina a Israel, mucho más que un viaje" o "Capítulo 1: el adiós a los peluches". Pero nada de esto me convenció así que simplemente la presento: Con ustedes, Patricia (Dvorah): Que suba el telón.

Nuestro departamento está a la venta.

Hoy vinieron algunos amigos a llevarse algunas cosas que regalamos, la biblioteca de mi Bobe, los peluches de mi hijo mayor (20), las plantas que mi esposo ha cuidado, la parrilla para hacer asaditos y muchos libros infantiles de mi hija (13)...

La casa está desarmada, en lo superficial, sin orden, sin armas que esgrimir, se ha dado por vencida, sabe que ya ha cumplido con lo que había venido a hacer...

Y nosotros, con nuestros corazones renovados y nuestros sueños y miedos entrelazados, vamos en busca de otra casa para armar...

Nuestra casa, o lo que queda de ella, fue nuestro hogar, nuestro laboratorio. Aquí, pasamos de todo, aquí comenzamos a conocernos con Di-s y entre nosotros... Cuando esta casa nos recibió, por ese entonces, mi familia estaba compuesta por mi hijo, mi perro, y yo. Luego llegó a nuestras vidas, mi compañero, que se convirtió en mi esposo. Comenzamos a hacer Teshuvá, nació nuestra hija, mi perro se dejó morir, y luego mi hijo, se fue a vivir con su papá. Cada instancia, fue desbordada por emociones que solo una casa antigua como ésta, con paredes de 30 centímetros, puede soportar. En todos estos años, (quince?), pasamos de todo, Baruj HaShem, y nuestra casa se bancó todas las transiciones. No es una metáfora, Di-s nos proveyó de un escudo, nuestra casa sufría averías y roturas, y mientras HaShem distraía al Satán con esas “calamidades”, nosotros hacíamos Teshuvá, cuidábamos la pureza familiar, teníamos una hija, mi esposo comenzaba un emprendimiento empresarial, teníamos infinitos invitados en Shabat, estudiábamos Toire con pasión y con sed, yo armaba grupos de estudio de Toráh para mujeres profesionales, recibíamos a toda mi familia para Pesaj, luego para Rosh HaShone, hacía un CD, (con relatos y canciones), sobre Noaj y las 7 Mitzvot, cambiábamos a nuestra hija tres veces de escuela, mi esposo estudiaba y buscaba en cinco (o más) Yeshivot distintas. Yo creaba una midrashá para mujeres y la cerraba, lágrimas de Tefilah inundaron mis espacios, pidiendo para que mi hijo volviera, buscamos agrandar la familia, y la agrandamos... espiritualmente y con hijos de Torá. Nosotros cambiábamos y la casa nos aguantaba... Di-s nos la dio, para que podamos crecer. Y ahora, después de tanto festejar, de tantas pérdidas lloradas, le vamos sacando los pedacitos de escenografía que cuelgan de sus paredes, mientras se mantiene erguida con las pocas fuerzas que le quedan, sabe que hizo todo lo posible para protegernos, y ahora nos tiene que soltar...

Y yo, también tengo que soltarla...

El Arizal, nos enseñó que cada criatura, cada planta, cada objeto, cada cosa inanimada, está vitalizada por un alma que habita dentro de ella. Los iehudím, hemos sido dispersos por el mundo para elevar esas chispas de Divinidad que sustentan la existencia. Y yo, aquí estoy, con mis retacitos de almas que me acompañaron hasta ahora y que debo liberar para que emprendan, como yo, el regreso a casa...

Ahora, ya es momento de llevar lo que he espumado de la parte del planeta que me tocó refinar, ahora debo dejar las anclas y remontar las luces que coseché en este hogar y emprender nuestra nueva-antigua tarea en nuestra Tierra Santa, en Ierushalaim...

Pero dentro de mi corazón, alimento un deseo, tal vez, algún día, mi casa y yo, nos volvamos a encontrar, tal vez la vuelva a ver espléndida, con sus aberturas, sus pisos y sus estructuras perfectas, luminosa y feliz, tal vez nos volvamos a abrazar, cuando llegue ese tiempo en que los hogares y los batei knesiot del mundo, retornen junto al Mashiaj, a testificar sobre la Toráh que guardan y habitan en sus paredes... Ese día haremos una gran fiesta, (bli neder, con un asadito)...

Que Di-s nos conceda esa Gracia, muy pronto en nuestros días, Amén


lunes, 28 de junio de 2010

Todos tenemos una doble vida (o algún día voy a dejar de poner títulos de canciones)

Hoy sería el día perfecto para volver a mi infancia, pero no a un día cualquiera; quisiera aparecer en alguno de los días en el que me tomaba un helado camino a la plaza jugando a terminar el vasito mediano antes de llegar a las hamacas. Ustedes se preguntarán por qué no me compro un cucurucho en la esquina y me dejo de tanto rebusque metafísico, y la respuesta es que no es tan fácil porque ser una mujer adulta religiosa no combina con comer un helado camino a ningún lado.

Ya sé que a esta altura la mitad de los lectores se habrán retirado indignados ante esta declaración extremista, y la otra mitad estarán imaginando lo que me podrían decir en los comentarios si superaran la pereza de escribir tres líneas y presionar enviar, pero también estoy segura de que unos pocos me entienden y saben que lo que digo es un dilema diario al que nos enfrentamos los baalei teshuvá: preguntarnos si lo que nos sale naturalmente, o mejor dicho, hacer lo que se nos viene en gana, encaja en la vida que llevamos

Tenemos un bagaje cultural que aflora incentivado por resortes misteriosos y que nos deja tambaleando entre lo que somos y lo que hemos sido. Quisiera dar un ejemplo pero no se me ocurre ninguno. Bueno, en realidad si se me ocurre pero no quiero darlo para no ponerme en evidencia. Pero la verdad es que es tan exacto para explicar la idea…. ¿ven? a esto me refiero: Un eterno dilema.

Ya que insisten voy a decirlo sólo con fines constructivos: El mundial 2010. ¿Cómo una mujer religiosa va a hablar del mundial? No encaja, suena raro, está mal visto. No puedo llegar a una jatuná y hacer un chiste: "la Messi está servida" o "desde ahora el diario Clarín debería llamarse Vuvuzela"… ¿se imaginan? quedaría descolocada.

Pero ese tampoco es el conflicto Porque ¿a quién quiero engañar? Si Hashem sabe exactamente cuántos minutos malgasto pensando en la formación de Argentina ¿ante quién tengo que disimular? Lo que genera conflicto es no saber si uno queda atado a esas cosas por rebeldía, como una manera de mantener un pie de cada lado e intentar no perder nada.

¿Les conté que cada año, hacia final del verano en mi barrio corría el rumor de que la heladería Cachito no iba a abrir al año siguiente? Eso me hizo comer muchas veces el "último helado Cachito de mi vida" y de una u otra manera, todavía lo sigo haciendo, porque sigo apegada a muchas cosas por miedo a que no vuelvan, solo reteniendo esos "cachitos" de mi vida.

viernes, 25 de junio de 2010

No dejes de regar, se puede secar… (un post de nuestra amiga Gegi)

Les voy a contar lo que aprendí de mi planta.

Me encantan las plantas, pero la verdad es que cuidarlas no es mi fuerte… siempre me olvido de regarlas, ponerlas al sol y hacer esas cosas que se hacen con ellas…

Pero hace como 5 años vi en un mall una planta que me gusto, y decidí que quería colgarla en algún riconcito de mi casa, asi que la compré. Le compré un macetero muy lindo de mimbre oscuro y la colgué en el techo de mi casa.

Obviamente, no la regaba nunca….

Una vez al mes, cada dos meses, o quien sabe cada cuanto, me acordaba que no la había regado, y me impresionaba de que estuviese viva. La regaba y le tiraba el chorro de agua que quedaba en mi botellita o en mi vaso… o lo que estuviese a mi alcance.

Hasta que un dia dije: no puede ser que esta planta viva bajo estas condiciones.

Conclusión: ¡ESTA PLANTA ESTA MUERTA!
¿Dónde se vio una planta que no se la riegue nunca y siga viva?!
Seguramente esas hojas que se ven como vivas deben mmmmm “haberse disecado solas” o quizá sea de plástico y nunca me di cuenta…. o algo por el estilo.

¿Y saben qué hice? Dejé de regarla.

Y entonces, se murió.

Mi planta estaba viva, siempre estuvo viva, ¡hasta que yo decidí que no lo estaba más!

¡Hashem me habia dado una increíble lección! Entendí que lo que necesitaba mi planta para morirse era QUE YO PENSARA y ACTUARA COMO QUE ELLA ESTABA MUERTA.

Etiquetamos situaciones, personas y/o a nosotros mismos -e incluso a nuestros hijos:
- Esto es un caso perdido.
- Este nene es así, así y asá.
- No tengo salida con esta situación.
- No puedo cambiar.

Hashem SI confia en nosotros, Él no dice: estás perdido, no tienes solución. Al contrario, Él nos dice, “te doy un día más, para que trabajes en ti mismo y luches por seguir adelante, porque yo siempre puedo dar soluciones… “No dejes de regar esa planta”

viernes, 18 de junio de 2010

Instrucciones para subir una escalera

El otro día estaba escuchando una discusión entre mis hijos en la que el única estrategia de uno de ellos era simplemente repetir todo el tiempo "¿ma kesher? (¿cuál es la relación?)". Ya saben cómo es cuando uno está lavando los platos y no quiere involucrarse en una pelea infantil, que uno hace de cuenta que no pasa nada, y busca desviar la atención. Así que yo dejé que una cosa me llevase a la otra y que la cadena de asociación mental se libere (ayudada por el efecto emulsionante del detergente) pasando del "¿ma kesher" a "Mc Esher" y de allí al recuerdo de mi época universitaria, cuando en la clase de Morfología nos pidieron crear un stand de exposición y yo elegí representar una maqueta con las famosas escaleras imposibles de Mc. Esher.

No quiero dar por hecho que no conocen el dibujo, ni aburrirlos con detalles técnicos, pero si no explico ahora el atractivo de esa ilustración, después una amiga se va a hacer pasar por anónima en los comentarios para decirme que no se entiende lo que escribo: El dibujo representa a unos monjes en unas escaleras que suben y bajan sin llegar a ningún lado. No sé cómo el dibujante habrá logrado ese efecto, pero lo que yo ideé fueron unos escalones que subían unos centímetros en ángulo recto y que en el transcurso del peldaño sutilmente iban perdiendo la altura ganada hasta volver a la declinación original para crear la ilusión de ascenso en el próximo escalón

Todavía el día de hoy sigo indignada ante la nota que recibí por un trabajo tan fantástico, así que no pude evitar volver a caer en una disertación imaginaria donde yo expongo una variedad impresionantes de argumentos que convencen al despiadado profesor cuya ocupación actual debe ser darle de comer a las palomas. Pero apenas noté a dónde ese peregrinaje de pensamientos me había llevado, primero me asusté de mi misma y después atrapé una idea espeluznante que se me cruzó en el mismo momento en el se me rompía un vaso de Ikea

¿Y si yo soy como mi stand de exposición? me pregunté espantada ¿si creo que voy subiendo pero en realidad siempre estoy en el mismo lugar? ¿Si cada impulso espiritual sólo me eleva por un instante para irse perdiendo con el tiempo? ¿si la inspiración se desliza en peldaños resbaladizos? ¿si al final de la escalera me doy cuenta de que estoy al pie?

Mientras recogía los vidrios rotos pensaba que si los escaladores se atan a una soga para no caer al vacío, yo debería atarme con más fuerza para mantenerme ante cada avance espiritual . Y menos Mc. Esher y más kesher, más kesher