viernes, 11 de junio de 2010

Disculpe, creo que es su turno

Todavía no entiendo las reglas de los turnos en Israel. Aquí acostumbran a pedirle al último de la cola que cuide el lugar, algo que en Argentina sería ridículo y desconsiderado. Por ejemplo, uno llega al banco, hace media hora de cola y justo antes de ser atendido, viene alguien e indica que ese puesto es suyo. O en los supermercados, la gente deja los carritos y va terminando de hacer las compras mientras el carrito le cuida el lugar en la línea de espera. Al principio yo intentaba defender mi posición con discursos que incluían muchas veces la palabra “injusto” pero con el tiempo me resigné a ese absurdo y en vez de protestar, ahora sólo dejo que la situación me saque de quicio.

Por eso el otro día empecé a ponerme nerviosa en la clínica cuando me di cuenta de que la señora que tenía un turno posterior al mío había subido última al ascensor, quedando yo en el fondo y ella a lado de la puerta.

No se si les dije que lo que muchas veces pasa es que aunque se tenga un turno a las 8, si la persona citada a las 8.15 llega antes, pasa primero. Así que allí estaba yo hiperventilando en un ascensor asfixiante: Ella baja primero, llega a la ventanilla de recepción antes y por lo tanto me saca el turno.

No soy del tipo de personas que se pone a dar codazos para pasar, más bien soy del tipo que se pone a analizar por qué una situación tan intrascendente le preocupa tanto, y como al final, en esa sala de espera tuve mucho tiempo para pensar, llegué a la conclusión de que el problema que tengo con esa clase de injusticias tiene un solo origen.

Porque antes, mucho antes de los cuarenta minutos de caminata que hoy me separan del kotel, antes del I love Israel, cuando todavía andaba aturdida por Castaneda y Gurdjieff, aprendí la importancia de la presencia conciente y no hace falta que les explique a qué me refiero, porque por culpa de Chopra todos conocen la teoría de vivir aquí y ahora. Repito, aquí y ahora.

No me animo a decir que es un método traidor, no porque no lo crea, sino para evitar conflictos, así que lo que diré es que seguramente lo aprendí mal dejando que ese malentendido me llevase exactamente al lugar del que quería salir.

Porque de tanta presencia conciente ahora asumo que siempre es mi turno. Lo que yo creo, yo pienso y yo siento es lo único que existe. Pero eso está fuera de sintonía con la realidad, más bien es como si fuesen mundos paralelos. Si las cosas sólo pasan por uno, uno no pasa por las cosas.

Ir de adentro hacia afuera es ir a contramano. Aquí y ahora sólo tenemos que dejar lugar para que Hashem entre en nuestra vida y estar uno ocupando la puerta es como echarlo, porque Él sólo entra en donde lo invitan y les aseguro que apenas nos corremos un poco y le hacemos lugar, nos damos cuenta de que los números ya habían sido dados, que todos los turnos están ordenados.

Un mensaje de Rita Lampa


Hoy abrí mi correo y encontré este mensaje:
(A quien corresponda)

martes, 8 de junio de 2010

Parashat Koraj II

La tierra abrió su boca y se los tragó a ellos y a sus casas,
y a toda la gente que había junto a Koraj, y a toda su riqueza (Koraj 16:32)

Mientras en Guatemala se preguntan si el gigantesco hueco que se formo en una calle de su capital el 1 de junio es un caso aislado, al otro lado del globo, en China, han descubierto por lo menos 8 huecos que han aparecido durante las ultimas dos semanas. El ultimo fue el 4 de junio en en Beijing a las 12:25 am. Mide 6 mts de profundidad por 8 de diámetro.

Ir al articulo original

lunes, 7 de junio de 2010

Parashat Koraj

Parashat Koraj

En la última semana, en Guatemala: Cráter de 60 metros de profundidad (gracias Gegi!)

viernes, 4 de junio de 2010

Es una pavada celestial (o crimen y castigo)

No saben lo contenta que estoy, a pesar de que el día pintaba mal, porque sin cafeína en sangre tener que firmar malas notas del colegio es solo un augurio de otro día mirándome al espejo preguntándome si es necesario que se noten en la cara las cosas que me han pasado.

Pero al abrir el blog exclamé: “maldición, va a ser un día hermoso”, porque de golpe supe que hoy podría decir lo que llevo quince mil palabras en Word intentado expresar, una idea que tengo atorada en la luneta y que hasta ahora solo logré liberar de a retazos hechos cenizas.

Así que a todos los que en estos días pensaron que estaba como una cabra cuando me escucharon decir que la inteligencia está sobrevalorada y que hay que navegar por la superficie de las cosas, les pido que tiren esas frases al recycle bin de la memoria y me den una nueva oportunidad para explicarme.

Lo que en verdad quería decir es que creo que la inteligencia está sobrevalorada y que hay que navegar por la superficie de las cosas.

Intuyo que todo surge de un mal entendido: que lo serio es lo profundo, que lo espiritual es angustiante y que estamos en el mundo para soportar el sufrimiento. Saben bien de lo que hablo, de esa vocecita interna que nos repite todo el tiempo “te has portado mal y mereces ser castigado”.

Pero eso no es Judaísmo, eso es vivir equivocado y confundir lo espiritual con lo espiritista. La oscuridad del pensamiento nos hunde y en las profundidades solo se puede tocar fondo. Para elevarse es necesario ir liviano.

Nos esforzamos demasiado para que todo resulte cuesta arriba (y que nadie vaya a pensar que nuestra vida es fácil) pero así lo único que hacemos es interferir en los planes de Hashem. Y no estoy hablando de las cosas que caen por su propio peso, estoy hablando de que al llevar cada cosa a la zona oscura nos privamos de disfrutar la luz que Hashem nos envía por su intermedio.

Es una herejía decir que está mal estar bien. La ausencia de Hashem sólo existe en nuestra imaginación. Todos conocemos el verdadero nombre de la tristeza, así que dejemos de reverenciarnos ante ella porque lo único que quiere es destruirnos.

lunes, 31 de mayo de 2010

Para demostrar qué previsibles somos las mujeres

Yo sé que el blog está raro pero hasta que Jannah no vuelva para darnos un zarpazo de santidad y Debbie no regrese con sus videos para darnos ganas de cocinar, tendrán que seguir conformándose con estos post que hago aparecer como conejos que salen de la galera.

En media hora tendré otra de las “salidas de amigas”. Ya saben que a nosotras cualquier excusa nos da un motivo para salir a comer y dejar a nuestros maridos a cargo de la casa en la peor hora, cuando hay que bañar, dar de cenar, contar cuentos y meter en la cama.

Y muchas veces conté la crónica de esos encuentros, pero la verdad es que me daría vergüenza hacerlo una vez más, así que en estos quince minutos que me quedan libres voy a hacer el experimento de contar lo que creo que va a pasar, para demostrar o desmentir cuán previsibles somos las mujeres.

Nuevamente usaré nuestros nombres clave para preservar el anonimato de mis amigas (que no tardarán en descubir qué número les ha sido asignado).

Tres, cinco y seis van a llegar tarde. El resto perderemos diez minutos eligiendo mesa. Empezaremos a mirar el menú sin prestarle la menor atención y el mozo vendrá varias veces a preguntar si ya hemos elegido. A una le costará decidirse porque no tendrá hambre. Dos pedirá ensalada. Tres un café y cuatro lo mismo más una torta. Lo que va a pedir cinco, me cuesta adivinarlo porque depende mucho del día que haya tenido. Seis cualquier cosa menos ensalada porque la tiene cansada y siete todavía no lo decidí pero siempre termina ganando mi adicción al café.

Después vamos a empezar por temas superficiales, pasaremos de la ropa a los zapatos para detenernos un rato en las pelucas. Siete haré el chiste de que estamos cortadas todas por la misma tijera, cinco dirá que en este momento no está nada “peluquera” porque afloró su parte bohemia. Uno va a pedir opinión acerca de su peluca nueva, y dos va a comentar los pormenores de su nuevo corte, a tres no le importa el tema así que se concentra en la gente de la mesa de al lado y cuatro va a estar muy callada porque sabe que tiene el mejor pelo. Seis va a decir que nunca se sintió tan cómoda como con aquella pelirroja y siete voy a contar el despropósito de haberla usado durante la última tormenta de arena.

Después hablaremos un rato en serio, pero yo sobre temas serios no escribo, así que hago un salto al momento en el que cortamos abruptamente la cuestión profunda con un comentario acerca de la comida. Analizaremos el lugar, el ambiente y la atención. Una dirá que allí la llevó su marido en la primera cita, cuatro dirá que con lo poco que sale la tendríamos que haber llevado al Ritz, dos y cinco estarán encantadas del nuevo descubrimiento tan cerca de casa y tres dirá que le gusta porque es al aire libre rodeado de naturaleza, seis pedirá que la próxima viajemos a tel Aviv a cenar frente al mar y siete seguiré defendiendo que la mejor comida es un bagel.

Dos dirá que uno de sus hijos está incontrolable y el resto le diremos que es normal y que se vaya acostumbrando. Le pediremos a cuatro consejos médicos, a tres consejos de educación y a una de cocina. Seis y siete, que quedamos en extremos opuestos de la mesa hablaremos a los gritos del proyecto de diseño y cuatro contará historias graciosas sobre cosas trágicas.

Y después nos reiremos de cualquier cosa un rato y empezaremos a hacer la cuenta. Cero tendrá ganas de sumar y dividir lo de cada una, pero resignada y a regañadientes seis utilizará la calculadora de su teléfono y pondrá la cuenta en orden y todas diremos que fue una locura volver tan tarde porque mañana nos va a costar levantarnos.

viernes, 21 de mayo de 2010

En vivo y en directo

Me pregunto si podré escribir un post en seis minutos. Seis y cincuenta y siete es el horario de encendido de velas. Ahora son las seis y cincuenta y uno. Si no posteo algo este blog va a terminar pareciendo una recopilación de los “mejores momentos del año”. Voy a escribir en vivo y en directo, aunque sea con exceso de faltas de ortografía y escasez de coherencia.

Seis y cincuenta y uno: ¿con qué empiezo? Con lo primero que se me viene a la cabeza: “Qué ricas estaban las tortas de queso”, no me parece que vaya a poder decir mucho más acerca del tema. Mejor intento con lo segundo: A nadie le importa lo que le pasa al otro. Sólo nos importa lo que nos pasa a nosotros.

Seis y cincuenta y dos: Si una amiga nos cuenta sus angustias, lo único que respondemos es “a mi también me pasa” “a mi una vez me pasó” o “eso no nunca me pasaría”. Si su hijo está enfermo, nuestro hijo está peor. Si su día fue difícil el nuestro fue un infierno. Y aunque no lo crean, ya pasó otro minuto y tengo que seguir adelante.

Seis y cincuenta y tres: Sin embargo nos interesa muchísimo lo que le pasa a la gente con la que no tenemos relación. Espiamos el facebook de nuestros compañeros de primaria con una precisión detectivesca y vemos las álbumes de los amigos de los amigos aunque no tengamos ni idea de quién es esa persona en la foto en Roma. Y si me dicen que eso ustedes no lo hacen, no podrán negar que por lo menos leen un blog en donde una desconocida les cuenta intrascendencias como si tuvieran la importancia del descubrimiento de la vacuna contra la rabia.

Seis y cincuenta y cuatro: Pero eso si, en cuanto nuestros maridos nos quieren explicar algún tema de su incumbencia, ponemos el automático del los “si, ajá, claro, te entiendo”, y tenemos la audacia de ofendernos cuando reclaman nuestra atención en la mitad del relato porque nos pescaron mirando el reloj de reojo. “Pero si te estoy escuchando”, le decimos y repetimos la última frase, como si a esta altura alguien se dejase engañar por ese truco.

Seis y cincuenta y cinco: Si no me creen, hagan esta prueba que yo intento muchas veces: cuando estoy contando algo que a mi me parece interesante, en la mitad del relato provoco una distracción y me desvío del tema esperando que mi interlocutor pida la continuación del cuento. Nunca lo hacen.

Seis y cincuenta y cinco: Hay un capítulo en el libro “positive word power”, en el que justamente habla de esta tendencia a ser auto referentes (mirá quién habla). Allí explica cómo la comunicación real se ve interferida por la competencia y el egocentrismo. Cómo cada charla en vez de ser una experiencia enriquecedora, es un ping pong de yoes.

-Porque yo esto

-porque yo lo otro

-Porque yo lo de más allá.

Seis y cincuenta y siete: Ya sé que no puedo generalizar, porque es verdad que hay actos increíbles de jesed, y hay gente que genuinamente se interesa en el otro y también Angelina va Dafur, pero todos sabemos lo difícil que es encontrar al alguien que nos escuche y gracias a eso se hicieron millonarios los psicólogos. Se les paga para eso. Y hablando de psicólogos, mi tiempo ha terminado y como suele suceder en esos caso, sin resolver el tema. Nos vemos en la próxima sesión. Shabat Shalom para todos.

martes, 18 de mayo de 2010

Que suene la música (no es un déjà vu, es el post de hace dos años)

Las últimas semanas han sido de una intensidad única. Hannah propuso un trabajo tan exhaustivo que llegaré a Shauvot mucho más cansada de lo que llegué a Pesaj. En estos días he intentado ser una heroína, reinar sobre mis emociones y ser inspiración para los otros. He salido al campo para admirar la majestuosidad de la creación, le he agradecido al portero por su trabajo y he reciclado papeles y botellas. Algunos días no me fue muy bien, porque dejar de quejarme, o resignar la última porción de pizza, para mí requiere un esfuerzo sobrehumano. Sin embargo, otros días me divertí intentado caminar de manera erguida, y a la vez no parecer arrogante, o reconociendo mi grandeza y mi insignificancia al mismo tiempo.

A pesar de que todo lo hacía (religiosamente) día tras día, no podía evitar preguntarme para qué. Y la respuesta apareció en el libro “Living Inspired”. Allí el Rab Tatz trae una hermosa alegoría en donde compara la cuenta del omer con una experiencia musical. La música es la perfecta armonía de elementos individuales que se combinan para lograr una nueva entidad. El efecto no puede ser logrado sin tocar cada nota por separado, y cada una debe haber sido tocada en el momento correcto para que la música resulte. Las partes hacen el todo.

Al contar el omer fuimos construyendo el objetivo. Trabajamos en el proceso, en el camino y no en el resultado que acontece por sí mismo. La Torá nos comanda contar cincuenta días, pero nosotros contamos sólo cuarenta y nueve, porque el día cincuenta, Shavuot, es el resultado que trasciende por sí mismo ya que no es una unidad, es una totalidad que no está en el plano físico. Llega como un regalo, como resultado de la atención hacia las partes que permite que la Kedushá se manifieste.

Cada vez que nos concentramos en el trabajo específico del día, fuimos dando en la tecla correcta para crear una sinfonía. El día cincuenta deberíamos lograr dejar de ser el músico para convertirnos en la música.

Jag Sameaj para todos, nos vemos al pie del monte Sinai.

lunes, 17 de mayo de 2010

"Hoy son 48 días, que son seis semanas y seis días del Omer"

Iesod de Maljut
Fundamento en reinado

Cuando Iosef se reveló a sus hermanos en Egipto les dijo que había sido D´s el que lo había enviado allí (Génesis 45:7). A pesar que le habían vendido como esclavo, que había estado 12 años en prisión, el entendió que todo había sido parte del plan Divino. Aunque los hermanos habían sido quienes le habían vendido, ellos solo fueron agentes de H" para llevar a cabo su plan.

PUNTOS DE ACCIÓN

CON D´S
Hoy dí "Gracias a D´s" (Baruj HaShem) y "con la ayuda de D´s" ( Beezrat HaShem) cuantas veces puedas.
Da a H" algún crédito

CON LOS OTROS
Cuando hacemos algo más o mejor que otros, nuestra inclinación natural es sentirnos superior a ellos. Si somos m´s exitosos financieramente o mas cuidadosos en cumplir mitzvot, tendemos a mirar para abajo a nuestros vecinos que no son tan exitosos o tan cuidadosos como nosotros.
Iesod de Maljut nos advierte sobre el orgullo. Cae en cuenta que nada de lo que tienes o haces es tuyo. Solo tenemos lo que D´s nos da y lo que D´s nos permite hacer. Por lo tanto es tanto prohibido como imposible sentirse superior a otros.

CONMIGO MISMA
Considera el intricado panorama de eventos que te llevarón a estar donde estas ahora. Desarrolla un profundo entendimiento de como H" esta implicado en tu vida.
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Debbie en su cocina - Cheesecake

El año pasado Debbie nos preparó esta espectacular torta de queso



Indgredientes para la base
40 galletitas dulces
1/3 vaso de margarina/manteca
1/2 vaso de azúcar

Ingredientes para el relleno
500 gr. de queso crema
1/2 vaso de azúcar
1 paquete de pudin de vainilla
2 huevos

Procedimiento
1. Preparar la base procesando todos los ingredientes
2. Formar la base en la fuente
3. Mezclar los ingredientes para el relleno
4. Colocar sobre la base
5. Hornear 40/45 minutos a 180 grados

domingo, 16 de mayo de 2010

"hoy son 47 días, que son seis semanas y cinco días del Omer"

Hod de Maljut
Esplendor en reinado

Cuando damos tzedaka (caridad) a una persona pobre o tenemos un gesto amable con alguien que necesita nuestra ayuda, debemos darles gracias por darnos la oportunidad de hacer el trabajo de H". Desde nuestra perspectiva su sufrimiento es para permitirnos a nosotros volvernos compañeros de H" en llevar Su reino.

PUNTOS DE ACCIÓN

CON D´S
Da las gracias a H" por todo lo que tienes y con todo lo que tienes

CON LOS OTROS
Cuando tengas un gesto amable con otro, dale las gracias por darte la oportunidad de ser intermediario de H" ayudando.

CONMIGO MISMA
Si alguien esta influenciado por ti, redirecciona la fuente de su influencia hacia H". Haz que admire a H" en lugar de admirarte a ti.
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sábado, 15 de mayo de 2010

La Megilat de Ruth

En la la época en la que gobernaban los Jueces (período de alrededor de 200 años desde 1230 a.e.c, momento en el que Ioshua conquista Canaán, hasta el establecimiento de la monarquía con el rey Saúl) hubo sequía y hambre en la tierra de Judá. Entonces un hombre de Bet Lejem llamado Elimelej emigró y se estableció en los campos de Moab junto con su mujer Naomi y sus dos hijos Majlón y Kilión.

Al tiempo murió Elimelej y sus hijos se casaron con mujeres moabitas —una se llamaba Orpá y la otra Ruth— y así vivieron unos diez años. Luego murieron también Majlón y Kilión y Naomi se quedó sin hijos y sin esposo.

Naomi decidió abandonar los campos de Moab porque se enteró de que el Señor había visitado a su pueblo y le había proporcionado alimento y emprendió el regreso en compañía de sus nueras.

En el camino, Naomi les dijo: “Váyanse, vuelva cada una a la casa de su madre… Que el Señor les dé un lugar para vivir tranquilas, en compañía de un nuevo esposo”. Y las besó. Pero ellas prorrumpieron en sollozos y le respondieron: “No,volveremos contigo a tu pueblo”. Naomi insistió: “Regresen, hijas mías. ¿Por qué quieren venir conmigo? ¿Acaso tengo aún hijos en mi seno para que puedan ser sus esposos? Vuélvanse, hijas mías, vayan. Yo soy demasiado vieja para casarme. Y aunque dijera que todavía no perdí las esperanzas, que esta misma noche voy a unirme con un hombre, y que tendré hijos, ¿esperarían ustedes hasta que ellos se hagan grandes? ¿Dejarían por eso de casarse? No, hijas mías; mi suerte es más amarga que la de ustedes, porque la mano del Señor se ha desatado contra mí”.

Ellas volvieron a prorrumpir en sollozos, pero al fin Orpá despidió a su suegra con un beso, mientras que Ruth se quedó a su lado. Naomi le dijo: “Mira, tu cuñada regresa a su pueblo y a sus dioses; regresa tú también con ella”.

Pero Ruth le respondió: “No insistas en que te abandone y me vuelva, porque dondequiera que tú vayas yo iré, y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo es mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré y allí seré sepultada;… sólo la muerte nos separará.”

Entonces Naomi y Ruth la moabita caminaron juntas hasta Bet Lejem y la llegada de Naomi conmocionó a toda la ciudad. Las mujeres exclamaban: “¿Será ésta Naomi? Y ella respondía: “No me llamen más Naomi; díganme Mará, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura. Partí llena de bienes y el Señor me hace volver sin nada.” Cuando llegaron a Bet Lejem comenzaba la cosecha de la cebada.

Naomi tenía, por parte de su esposo, un pariente muy rico llamado Boaz. Ruth, la moabita, dijo a Naomi: “Déjame ir a recoger espigas al campo, detrás de alguien que me haga ese favor”. Entonces Ruth se puso a recoger espigas en el campo, detrás de los que cosechaban, y tuvo la suerte de hacerlo en una parcela perteneciente a Boaz.

En ese preciso momento, llegó Boaz quien preguntó al capataz: “¿De quién es esta muchacha?” El capataz le respondió: “Es una joven moabita que volvió con Naomi de los campos de Moab”.

Entonces Boaz dijo a Ruth: “No vayas a recoger espigas a otro campo ni te alejes para nada de aquí; quédate junto a mis servidores. Me han contado muy bien todo lo que hiciste por tu suegra después de que murió tu marido, y cómo has dejado a tu padre, a tu madre y tu tierra natal, para venir a un pueblo desconocido. Que te recompense con creces el Señor, el Dios de Israel, al que has acudido para refugiarte bajo sus alas”.

Y Boaz ordenó a sus servidores que sacaran algunas espigas de las gavillas y las dejaran caer para que ella las recoja. Así Ruth estuvo recogiendo espigas hasta el atardecer. Cuando volvió a la ciudad con su suegra llevando los granos, Naomi le preguntó: “¿Dónde has ido hoy a recoger espigas?

¡Bendito sea el que se interesó por ti!”. Ruth le contó había estado trabajando en el campo de un hombre llamado Boaz. Naomi exclamó “¡Bendito sea de parte del Señor, que no deja de manifestar su bondad ni a los vivos ni a los muertos!”. Y añadió: “Ese hombre es pariente cercano nuestro, es uno de los que tienen el deber de responder por nosotros”.

Ruth siguió recogiendo espigas con las servidoras de Boaz hasta que terminó la cosecha de la cebada y del trigo. Mientras tanto, vivía con su suegra.

Naomi dijo a Ruth: “Hija mía, yo quisiera conseguirte un lugar seguro, donde puedas ser feliz. Por otra parte, Boaz, el hombre con cuyas servidoras estuviste, es pariente cercano nuestro. Esta noche él estará aventando la cebada en la era. Lávate, perfúmate, cúbrete con tu manto y baja a la era. Cuando se acueste, fíjate en el lugar donde él esté acostado; entonces ve, destápale los pies y acuéstate allí. Después él mismo te indicará lo que debes hacer”.

Ruth bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Boaz comió y bebió, y se puso alegre. Luego fue a acostarse junto a la parva de cebada. Ella fue sigilosamente, le destapó los pies y se acostó.

A eso de la medianoche, el hombre se despertó sobresaltado, y al incorporarse, vio que había una mujer acostada a sus pies. “Y tú, ¿quién eres?”, le preguntó. “Soy Ruth, tu servidora, respondió ella; extiende tu manta sobre tu servidora, porque a ti te toca responder por mí”. Él exclamó: “¡Que el Señor te bendiga, hija mía! Tú has realizado un segundo acto de piedad filial, mejor que el primero, al no pretender a ningún joven, ni pobre ni rico. Haré por ti todo lo que me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe muy bien que eres una mujer decidida. Es verdad que a mí me toca responder por ti, pero hay otro pariente más cercano que yo. Pasa aquí la noche; y mañana, si él quiere ejercer contigo su derecho, que lo haga; de lo contrario, lo haré yo. Te lo juro. Acuéstate hasta que amanezca”.

Ruth se levantó a la hora en que un hombre todavía no puede reconocer a otro, porque Boaz no quería que se supiera que la mujer había venido a la era. Él le dio media bolsa de cebada y puso la carga sobre los hombros de Ruth. Ella regresó a la casa y le contó a su suegra todo lo que el hombre había hecho por ella.

Boaz subió hasta la puerta de la ciudad y cuando pasó por allí el pariente del que había hablado antes, llamó a diez ancianos de la ciudad. Ante ellos, Boaz dijo a su pariente: “Naomi ha vuelto de los campos de Moab y ha puesto en venta la parcela de nuestro pariente Elimelej. Me ha parecido bien informarte de esto y sugerirte que la compres en presencia de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres ejercer tu derecho a redimir, puedes hacerlo; de lo contrario, dímelo para que yo lo sepa. Tú eres el primero que puede ejercer ese derecho, y después vengo yo”. El hombre le respondió: “Está bien, lo haré”.

Boaz añadió: “Pero si le compras a Naomí la parcela de campo, también tendrás que casarte con Ruth, la moabita, esposa del difunto, a fin de perpetuar el nombre de este sobre su patrimonio”. Él respondió: “En esas condiciones yo no puedo comprar, porque perjudicaría a mis herederos. Ejerce tú mi derecho, porque yo no puedo hacerlo”. En Israel existía antiguamente la costumbre de quitarse la sandalia y dársela al otro para convalidar los convenios de rescate o de intercambio.

Esta era la manera de testificar en Israel.

Por eso el pariente dijo a Boaz: “Adquiérela para ti”, y se quitó la sandalia. Entonces Boaz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: “Ustedes son hoy testigos de que yo compro a Naomi todas las posesiones de Elimelej, de Kilión y de Majlón. También son testigos de que tomo por esposa a Ruth, la moabita, que fue mujer de Majlón, para perpetuar el nombre del difunto sobre su patrimonio y para que ese nombre no desaparezca de entre sus hermanos”.

Toda la gente que estaba en la puerta de la ciudad y los ancianos respondieron: “Somos testigos. ¡Que el Señor haga a esta mujer semejante a Raquel y a Lea, las dos que edificaron la casa de Israel!

Que el Señor te dé una descendencia por medio de esta joven, para que tu casa sea como la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá”.

Boaz se casó con Ruth y se unió a ella. El Señor hizo que ella concibiera y diera a luz un hijo. Entonces las mujeres dijeron a Naomi: “¡Bendito sea el Señor, que hoy no te deja faltar quien responda por ti! Su nombre será proclamado en Israel. Él te reconfortará y será tu apoyo en la vejez, porque te lo ha engendrado tu nuera que te quiere tanto y que vale para ti más que siete hijos”. Naomi tomó al niño, lo puso sobre su regazo y se encargó de criarlo. Las vecinas le dieron un nombre, diciendo: “Le ha nacido un hijo a Naomi “, y lo llamaron Obed. Este fue el padre de Ishai, el padre de David.

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Fuente: jccenters.org

Eyjafjallajokull Volcan Iceland


Espectacular vídeo timelapse -secuencia de fotografías fijas tomadas consecutivamente- de Sean Stiegemeier, quien decidió ir a fotografiar “ese volcán islandés de nombre impronunciable”

Fuente: Fotografia

"Hoy son 46 días, que son seis semanas y cuatro días del Omer"

Netzaj de Maljut
Eternidad en Reinado

El rey David dijo: "cura a los de corazón destrozado y cicatriza sus heridas. Cuenta el numero de las estrellas. A todas les da sus nombres" (Tehilim 147:3-4) El corazón de las personas se rompe cuando dejan de ver su propósito en la creación. H" les cura. Cada estrella es numerada y tiene su nombre. Cuanto más somos nosotros parte integral de la creación..

PUNTOS DE ACCIÓN

CON D´S (Bein Adam LaMakom)
Decimos en la tefilá de la mañana: "H" ha reinado, H" reina, H" reinará por toda la eternidad". Proclamemos el eterno maljut de H".

CON LOS OTROS (Bein Adam LeJaveiró)
Ayuda a alguien a que se de cuenta que tiene una contribución para hacer.
Ayuda a alguien a tomar la decisión de hacer alia o de quedarse en Israel

CONMIGO MISMA (Bein Adam LeAtzmó)
Considera tus planes para hacer Alia.
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jueves, 13 de mayo de 2010

"Hoy son 45 días, que son seis semanas y tres días del Omer"

Tiferet de Malkut
Armonía en el reinado

Un buen líder es un líder compasivo.

PUNTOS DE ACCIÓN

CON D´S
Rabí Akiva solia decir: "Todo lo que H" hace es para bien" (Barajot 5a).
Acepta tu vida por lo que es. Mira que todo lo que D´s te ha dado es para bien.

CON LOS OTROS
Aprecia a tu pareja y a tus amigos tal como D´s te los dio. Aceptados por lo que son. No intentes cambiarlos.

CONTIGO MISMA
Siempre ten en cuenta que tu estas representando al pueblo judío en todo aquello que haces y dices.

Tefila Para los Hijos - Erev Rosh Jodesh Sivan

Hay un minhag de decir una tefilá para los hijos en Erev Rosh Jodesh Sivan. Se puede recitar en cualquier otro momento también. La fuente de esto es el HaKodosh Shlah (Mesechta Tamid, Ner Mitzvá), donde dice:

"Hay obligación de rezar y pedir a Hashem por todas las necesidades que tenemos, en cualquier momento, porque todo viene de Él. Las personas deben tener especial cuidado de rezar para que sus hijos sean "kosher" para siempre. Mi corazón me dice que un momento propicio para ello es Erev Rosh Jodesh de Sivan, porque ese es el mes en que recibimos la Torá y se nos llama "hijos de Hashem nuestro D-os. Vale la pena para el hombre y la mujer ayunar y hacer teshuvá."(En realidad, es Yom Kippur Katan)

La tefilá del Shlah fue escrita por Reb Shabsei Sofer de Premishla, un talmid de Levush, y se puede encontrar aquí (con una traducción al Inglés)

Nuestro amigo Mickey Gelerstein quien envía un mail diario con material para estudiar en mérito de refuá shlemá le jolei Israel (les aconsejo suscribirse porque sus mails son buenísimos) también nos facilitó la traducción al castellano que pueden encontrar aquí.

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Fuente: ZCHUS AVOS YOGEN ALEINU

miércoles, 12 de mayo de 2010

"hoy son 44 días, que son seis semanas y dos días del Omer"

Guevurá de Maljut

Rigor del reinado


“Si una persona ve que cosas “malas” le suceden debe examinar sus acciones” (Barajor 5a)

Guevurá de maljut lleva a una persona al entendimiento de que todo lo que pasa en el mundo viene de H”. Cualquier cosa mala que le ocurra es por una razón. Es un mensaje directo de D´s y permite a la persona examinar que áreas de su vida necesita mejorar.


PUNTOS DE ACCIÓN


CON D´S

Reconoce la justicia de todo lo que te sucede. Acepta el yugo del reinado de D´s


CON LOS OTROS

Si te has comprometido a hacer algo por alguien, no lo postergues - hazlo hoy!!


CONMIGO MISMA

No quieras algo que no es tuyo. H" te ha dado las herramientas físicas, emocionales y espirituales que tu necesitas para servirle a Él.

No te permitas ponerte de mal genio. SI necesitas disciplinar a tus hijos, o estar en desacuerdo con alguien, asegurate que no sea personal. Disciplinar a los niños debe ser simplemente por el bien de ellos no porque te hacen enfadar. Si tienes que "discutir" con alguien hazlo porque piensas que ha cometido un error y no porque te sientes insultada o porque no puedes aceptar que has sido tu la que ha cometido el error.

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Bibliografía

martes, 11 de mayo de 2010

crecer Con La Luna - Rosh Jodesh Sivan

Haz clik sobre la imagen para verla en grande

"Hoy son 43 días, que son seis semanas y un día del Omer"


Jesed de Maljut

Bondad del reinado


D´s controla el universo entero. Comparado con la totalidad de la existencia una persona es pequeña e insignificante. Aun así, la bondad de H” es tal que cada parte de la creación juega un papel vital en Su Reino; cada acción que hacemos es significativa. De hecho, no hay dos creaciones que sean exactamente la misma; porque no hay dos creaciones que tengan el mismo propósito. Un rompecabezas puede tener miles de piezas, pero si la más pequeña pieza falta el rompecabezas esta incompleto. De forma similar cada persona y cada cosa de la creación tiene un propósito y completa el reino de H”.


PUNTOS DE ACCIÓN


CON D´S

Antes de comer, sostén un pedacito de la comida. Nota y reconoce como H” arregla el universo entero de tal forma que podamos tener las cosas que necesitamos. Haz una bendición.


CON LOS OTROS

Reconoce el valor de la gente que hace tareas aparentemente “insignificantes”.

Da las gracias al portero, al basurero, al cartero o a cualquiera que esta cumpliendo su papel y haciendo una contribución a nuestras vidas.

La Gloria de H” se muestra más claramente cuando mucha gente le sirve a Él.


CONMIGO MISMA

Date cuenta de tu importancia y de tu insignificancia en el orden Divino de la creación. Eres un mensajero de H”, a través de quien Él provee por las necesidades del mundo.

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lunes, 10 de mayo de 2010

"Hoy son 42 días, que son seis semanas del Omer"


Maljut de Iesod

Nobleza en Fundamento


La vinculación debe mejorar la nobleza de la persona. Debe nutrir y fortalecer tu propia dignidad y la de la persona con la cual te relacionas.


PUNTOS DE ACCIÓN


CON D´S (Bein Adam LaMakom)

Besa la mezuzá cuando entres o dejes la casa. Recuérdate a ti misma que H” creo el mundo y Ve todo lo que haces, dondequiera que estés.


CON LOS OTROS (Bein Adam LeJaberó)

Toma una posición de liderazgo al ayudar a los pobres o a cualquier persona menos favorecida de tu comunidad. Lidera con el ejemplo e inspira a otros a extender una mano amiga.


CONMIGO MISMA (Bein Adam LeAtzmo)

Se consciente de que todo pasa por una razón y D´s solo permite que recibas lo que te mereces. Cuando alguien hace algo que te hiere, aun si ellos estan mal, están actuando como agentes de H” en la materia, y se les debe agradecer y no odiar.