martes, 3 de noviembre de 2009

Este mensaje se autodestruirá en cinco segundos

Las mujeres nos podríamos diferenciar por nuestros superpoderes. Sin ir más lejos, entre mis amigas puedo señalar a dos mujeres maravilla, que giran como un tornado y se hacen cargo de todo lo que las rodea; una mujer biónica, que soluciona las cosas rapidísimo a pesar de correr en cámara lenta; tres brujas Samantha, que sólo necesitan un movimiento de nariz para poner todo en su lugar; y varias mujeres invisibles a las que nadie percibe mientras mueven montañas.

Al decir esto no pretendo lograr una categorización graciosa (en ese caso hubiese incluído a gatúbela), sino indicar que a cada una, aparte de superpoderes, le asignaron una misión.

El problema es que descubrir esa misión no es nada fácil. Por ejemplo, durante muchos años, yo llegué a pensar que la misión era simplemente “encontrar la misión”. Como en una mística búsqueda del tesoro, lo que había que hacer era encontrar señales abriendo libros al azahar, analizando coincidencias, o moviendo una copa dentro de un círculo de letras para que mágicamente nos indicaran nuestra función en el mundo. Por suerte me cansé rápido de la falta de comunicación cósmica y dejé de lado el esoterismo.

Después me convencí a mí misma de que había descubierto el secreto de la vida: la misión única y universal era la expansión de la conciencia. Cualquiera que se estuviese ocupando de esto estaría cumpliendo su función en el mundo. El problema llegó cuando comprobé que la mayoría de la gente con una “conciencia expandida” no tenía con qué llenarla.

Y la confusión siguió aún después de varios años de teshuvá, porque se me mezclaron dos temas y terminé concluyendo que trabajar las malas midot era el objetivo final. Y así seguí muy campante hasta que en una clase me tiraron un balde de agua fría: todavía hoy recuerdo la vergüenza al darme cuenta de que para todos era obvio que no era corrigiendo las malas midot como se cumple la misión personal. En esa clase, el rab, con su paciencia infinita (¡ese si que es un superpoder!) me explicó que si bien tenemos la obligación de trabajar en la corrección de nuestras “malas midot”, eso no tiene nada que ver con la misión personal, justamente todo lo contrario, las herramientas que debemos usar son nuestras “buenas midot”.

O sea que no había que salir corriendo a comprar el lazo de la mujer maravilla, sino que tenía que utilizar mis propios superpoderes y ponerlos en función del mundo, y aunque hoy no les cuente cuáles son las buenas cualidades que descubrí que me ayudarían, si les voy a decir que asombrosamente coinciden con las de mi heroína favorita.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Iemima Mizrahi - Parashá lej leja

Esta vez los aplausos deben ir dirigidos a Pamela y Ariana que hicieron un trabajo de traducción excelente.

¡No se pierdan este shiur! Está buenísimo…

(quien todavía no esté en nuestra lista para recibir el link automáticamente, que lo pida a rimontora@gmail.com)

sábado, 31 de octubre de 2009

Cuatro acciones tienen el poder de modificar un decreto Divino:


Tzedaka - dar caridad

Tefilá - rezar

Teshuvá - mejorar las acciones de uno (regresar al punto intacto)

Shiunui shem - ser renombrado


Algunos añaden:


Shiunui hamakom - cambiar de residencia



Midrash

jueves, 29 de octubre de 2009

Debbie en su cocina - Pionono



Pionono
4 huevos
2/3 vaso de azucar
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 cucharadita de jugo de limón
1 pizca de sal
2/3 vaso de harina

Relleno
2 latas de atún
15 aceitunas
3 pepinos en vinagre
2 huevos duros
3/4 vaso de mayonesa

Salsa
1/4 vaso de mayonesa
1/8 de agua
1 cucharadita de vinagre
1 pizca de ajo en polvo
1 pizca de sal
1 pizca de orégano
1 pizca de paprika

miércoles, 28 de octubre de 2009

Los 10 Pruebas que Pasó Abraham Avinu



1. Abraham se escondió durante 13 años del Rey Nimrod quien quería matarlo


2. Nimrod lo lanzó en un horno de fuego


3. D-os le ordenó a Abraham dejar su tierra y su casa


4. Una hambruna lo obligó a salir de Canaan


5. Los oficiales de Faraón secuestraron a Sarah


6. Abraham hace la guerra para rescatar a su sobrino Lot


7. D´s le dice a Abraham que su primogénito sufrirá bajo 4 reinos


8.D´s le ordenó circuncidarse a él y su hijo Ishmael


9. D´s le ordenó echar de su casa a Hagar e Ishmael


10. D´s le ordenó ofrecer a su hijo Yitzak en el altar

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Midrash

lunes, 26 de octubre de 2009

Un destino distinto

El otro día, mientras lavaba las tazas del desayuno, le pedí a mi marido que me sugiriese un tema para un post:

-Las mitzvot –me propuso- ¿qué es más importante? ¿la cantidad o la calidad? -se entusiasmó mientras sacudía un repasador repleto de miguitas sobre el piso limpio.

La verdad es que su propuesta me encantó porque pensé que con ese tema podría escribir un excelente post. Mientras barría, me imaginé que el clásico “cantidad vs. calidad” generaría polémica, lograría que de una vez por todas superemos los diez comentarios y que ustedes se entusiasmen defendiendo posturas o tirando ideas.

Así que por supuesto, este post se tratará de cómo, cuando nos encaminamos en una dirección, muchas veces terminamos desviados. Porque eso es lo que me pasó hoy cuando me senté a escribir, y también lo que me pasó en la vida: me dejé llevar y me perdí.

La aparición en el mundo siempre es auspiciosa porque en la niñez el camino es recto y eso parece natural. Pero de pronto, y sin saber muy bien cómo, empezamos a dejarnos confundir por caminos no tan pavimentados. Cada uno conocerá las encrucijadas en las que cambió de ruta. Yo recuerdo a mi vecina enseñándome malas palabras en el rellano de la escalera, a mi primo burlándose del horario del protección al menor y a una amiga dándome lecciones de cómo esconderse tras la puerta de la heladera para comer sin ser vista. Y después, como ya había perdido el norte, tomé cualquier dirección que me pareciese un atajo: copiarme en los exámenes de historia y pintarme ojeras de rimel para que en el trabajo me dieran el día por enfermedad eran caminos fáciles.

No sé exactamente cuándo empecé a sentirme perdida, supongo que puede haber sido al darme cuenta de que los caminos, aparte de acortarse, se estrechan. Si a los diez años había dejado las clases de ballet porque el viaje en colectivo era aburrido, a los quince ya no podía ser bailarina.

Sé que conocen la sensación de saberse perdidos y seguir avanzando a pesar de no estar seguros de si uno se acerca o se aleja del destino. Y también sé que ahora están esperando que yo diga que por fin llegué y que aquí los estoy esperando. Pero tendré que desilusionarlos, porque lo que encontré fue el rumbo y una ruta perfectamente señalizada. Sigo en marcha y, mientras camino, me pregunto: ¿qué será más importante? ¿la cantidad de la distancia recorrida o la calidad del viaje?

jueves, 22 de octubre de 2009

Iemima Mizrahi – Parashá Noaj

Nuevamente gracias a Pame y Aiala que se sentaron a traducir, tenemos el shiur de la parashá Noaj. Aplausos para ellas, por favor.

Como la semana pasada la rabanit no dio su shiur habitual de los domingos (el día en que se graban los videos), la clase de esta semana incluye un resumen de la parashá bereshit (que nosotras pudimos ver la semana pasada de una clase dada en otro lugar). Si quieren pueden adelantar el video hasta que empiece la parte de la parashá Noaj, pero como dicen mis hijos: jajam shomea paamaim (quien es inteligente escucha dos veces).

Y otra cosa más: el video tiene algunas desprolijidades técnicas, como ser que la rabanit recién comienza a hablar en el minuto 3:50, así que adelanten hasta ese momento a menos que quieran ver tres minutos de un micrófono vacío.

Esperamos que lo disfruten. Shabat Shalom

(si alguien todavía no está en nuestra lista de correo y quiere recibir el link, escríbanos a rimontora@gmail.com y se lo mandaremos)

Debbie en su cocina - Postre de frutilla

Después de las vacaciones, Debbie vuelve con un postre en tres tonos de rosa


Ingredientes

1/2 kg de frutillas
1 vaso de jugo de naranja
3/4 vaso de azúcar

3 huevos enteros
1/2 vaso de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla

1 pote de crema parve batida

lunes, 19 de octubre de 2009

Entre la cerámica y el molde

¿Existe una verdad única y objetiva de cómo vivir? ¿O acaso cada uno de nosotros tiene su propia verdad, según lo que le toca? ¿Será que la verdad es objetiva, y lo subjetivo es nuestra percepción?

Imaginen un aula donde los estudiantes se encuentran sentados en semicírculo alrededor de un objeto irregular y cada uno tiene que dibujarlo desde su propia percepción. Si quitamos el objeto, y le pedimos a un extraño que venga a ver los dibujos, puede llegar a pensar que se tratan de objetos diferentes dados la disparidad entre los dibujos. Únicamente los estudiantes saben que se trata de un único objeto, absoluto, y que la diferencia en los dibujos se debe a los diferentes ángulos que fue captado.

Nosotros somos como los estudiantes e interpretamos a Hashem según nuestra percepción. Aun así, esto no invalida el hecho de que Hashem y la Torá son una verdad objetiva. Un sabio de la Torá explicó que uno puede vivir en contra o a favor de de D-os, pero uno no puede vivir sin El, por que su existencia es real e irrefutable. Lo subjetivo es nuestra percepción, ya que el ser humano esta condicionado por sus propios valores, su país, medio socio económico y una lista interminable que se la dejamos a los sociólogos.

Esta escrito que la Torá tiene setenta caras. Esto no significa que cada uno haga lo que quiera e interprete la Torá dependiendo de cómo se despertó esa mañana. Seguir los caminos objetivos de la Torá no atenta de ninguna manera la singularidad del ser, por el contrario, ayuda a cada persona a definirse y conectarse con su verdadera esencia.

Seria como la relación entre la cerámica y el molde. La única manera que tiene la cerámica para llevar su potencia al acto, y convertirse en un objeto, es amoldarse. Por que ese limite evita que se desparrame por todos lados. Y desparramarse es desperdiciarse.

domingo, 18 de octubre de 2009

Parashat Bereshit

Jodesh tov umeboraj!! Parece ser que el aviso de SE BUSCA funcionó. Ya podemos ver el shiur de la Rabanit Iemima Mizrahi sobre parashat Bereshit

Ya conocen el sistema: envíenos un mail a rimontora@gmail.com y nosotras les mandamos el link para que puedan ver la clase (quienes ya lo hayan pedido lo van a recibir automáticamente).


sábado, 17 de octubre de 2009

Se Busca!


VIVO O MUERTO

Nombre: Ietzer HaRa

Delito: Sabotaje en primer grado al Shiur con subtítulos de la Rabanit Iemima Mizraji.

Descripción: Es enorme, esta armado y es muy peligroso. Suele cambiar de forma según la circunstancia. Se caracteriza por ser escurridizo y engañar a sus victimas.


Hay Recompensa!

jueves, 15 de octubre de 2009

Iemima Mizrahi – Parasha Bereshit

No es que cada vez que subamos una clase subtitulada vayamos a hacer un escándalo, pero esta vez es mi obligación contar que cuando ya no teníamos muchas oportunidades de seguir, dos de nuestras amigas se ofrecieron para regalarnos el trabajo de traducción. Aialá y Pame se han quedado una noche en vela para que nosotras podamos prepararnos un té, sentarnos frente a la pantalla y descubrir que la parasha de la semana se trata de nosotras, de nuestra pareja y de nuestra casa.

Ya conocen el sistema: envíenos un mail a rimontora@gmail.com y nosotras les mandamos el link para que puedan ver la clase (quienes ya lo hayan pedido lo van a recibir automáticamente).

“Si yo soy yo, porque yo soy yo,


y tú eres tú, porque tú eres tú,


entonces yo soy y tú eres.



Pero si yo soy yo, porque tú eres tú,


y tú eres tú, porque yo soy yo,


entonces… yo no soy y tú no eres.”



Rabi de Kotzk

martes, 13 de octubre de 2009

La alegoría del lavarropas (o “ella dice, yo digo”)

El primer párrafo es dirigido, el segundo se abre al público.


El otro día recibí un mail tuyo en el que me contabas tus pensamientos con una alegoría. Mientras lo leía, me reí de tu ingenio, y me seguí riendo hasta que noté que se había instalado en mí el desasosiego al darme cuenta de que esta vez tendría que contestarte. A lo largo de nuestra historia nos hemos visto enfrentadas por muchísimas cosas y sólo hemos podido evolucionar en la forma de manifestar esas diferencias: de niñas usábamos los gritos y los golpes, y de adultas el silencio y la distancia. Pero esos desacuerdos son como un disco que no podemos dejar de escuchar: para reproducirlos ya no usamos ni el Winco, ni un TDK en el walkman, pero la musiquita con la que cargamos nuestro mp3, es la misma. Por eso este post, porque aunque la ropa sucia se lava en casa, me la dejaste picando con la metáfora del lavarropas:


Ella dice que la vida es como un lavarropas. Dice que cuando yo me compro uno, leo el libro de instrucciones de pe a pa y que las sigo al pie de la letra. Dice que cuando ella compra uno, tira el libro de instrucciones y trata de entender el funcionamiento por sí misma porque eso le da más aprendizaje. Que el libro de instrucciones muchas veces trae información errada, motivada o innecesaria. Ella dice que lo importante es hablar del lavarropas y no del manual.


Yo le sigo el juego y también digo que la vida es como un lavarropas. Digo que el mecanismo es tan complejo que es absolutamente necesario el manual de instrucciones (y le advierto que yo recién voy por la primera hoja, aquella en donde marca la ubicación de las perillas). Digo que únicamente el Creador de tan asombroso sistema puede indicarnos su uso. Digo que si el usuario espontáneo decide utilizar kerosén en vez de jabón en polvo, no hay manera de rescatar esa ropa, y el objetivo final (la ropa limpia) queda incumplido.


Y podría seguir diciendo que si la vida fuese un avión, yo estudiaría el manual para no estrellarme, si fuese un reactor químico, lo leería para no explotar por los aires y si de lo que estuviésemos hablando fuese de la vida, yo digo que siguiendo las instrucciones de nuestra “Torat Jaim” es la manera de asegurarnos un ciclo de lavado completo.

domingo, 11 de octubre de 2009

El monstruo de las fotos

Al empezar este relato ya estoy resignada a que ustedes lleguen a una conclusión equivocada. Estoy segura de que después de leer lo que sigue creerán que soy una Penélope Glamour sacando el pintalabios de su cartera, o que mi prioridad es ser admirada, como el personaje vanidoso de “El principito”. Y sin embargo voy a continuar porque la idea que quiero compartir la tengo que explicar desde su origen bochornoso e intrascendente: no salgo bien en las fotos.

Mi álbum se compone de algunas imágenes en las que tengo los ojos rojos como si estuviese poseída por un dragón, otras con las manos en posición grotesca por no saber qué hacer con ellas (excepto en la época en que decidí que una buena solución sería salir haciendo el gesto de “victoria”), algunas más en donde estoy con los rasgos agarrotados por el esfuerzo de parecer natural y el resto en donde sale un primer plano de la palma de mi mano intentando tapar la lente de la cámara.

La verdad es que me importa un bledo salir mal en las fotos, lo que me intriga es algo más profundo e intrínseco y es la duda de si la imagen que tengo de mi misma, aquella que veo en el espejo cada mañana es la misma que el mundo percibe al cruzarme en la verdulería.

Porque yo no me reconozco en la imagen rescatada en el fondo de una cámara oscura, pero nadie más tiene problemas con ello. Nadie pregunta quién es esa de la foto y ni siquiera comentan que no me favorece la reproducción por medio de reacciones químicas. Pareciese que la señora del ridículo peluquín solo es una extraña para mí.

Y lo que me preocupa es que quizá esa misma percepción desatinada la tengo en otros aspectos. Quizá no soy tan inteligente, tan dulce y generosa como me creo. Quizá es por eso que me cuesta reconocerme en los reproches de mi marido, en las frustraciones de mis hijos o en las decepciones de mi jefe. Me aterra el pensamiento de estar interpretando mal la realidad.

Tengo un vago recuerdo de mi bisabuelo diciéndome que las fotos roban el alma de las personas retratadas. Espero que no haya tenido razón, porque cuando dentro de ciento veinte años Hashem me muestre la foto de mi alma, espero poder estar orgullosa de reconocer que la de esa foto si soy yo.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Debbie en su cocina - Carne semi-dulce


Hoy Debbie nos prepara una exquisita carne para el Iom Tov


Ingredientes
1 1/2 kilo de pecho o falda
1 cebolla en cuadraditos
1 lata de tomate concentrado (250 gs)
2 vasos de agua
2 cucharadas de vinagre
2 cucharadas de azúcar negra
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de mostaza

martes, 29 de septiembre de 2009

Sucot: volver a la esencia.

ADVERTENCIA:
Los siguientes ejemplos son de la vida real. Cualquier semejanza con la vida ficticia, ya sean los personajes, la historia o los hechos, son mera coincidencia.

Anita se ve enfrentada a la difícil decisión de si estudiar el master y los cinco doctorados o formar una familia con el chico que ama.

Roberto se ve perturbado ante la situación de tener que optar por trabajar 18 horas diarias para tener una casa más grande y otra en la playa, el auto ultimo modelo; o disfrutar y ver crecer a sus hijos aunque eso signifique no comprar el penthouse frente al Central Park de NYC.

Camila esta indecisa de si debería aprovechar que su bebe duerme y llamar a una amiga por teléfono o aprovechar esos minutos restantes para conversar con su otro hijo.

Martha esta segura que si no consigue la última cartera de Loui Vitton su vida ya no tendrá sentido.

Y así millones de ejemplos.

Sucot te invita a reflexionar sobre tus prioridades en la vida, a despegarte de lo innecesario y quedarte únicamente con lo esencial.

Uno no se lleva toda la casa a la Suca. Ya que uno sabe que es temporal... Nuestros sabios nos enseñan que, al igual que la Suca, este mundo es un mundo pasajero, para llegar después de los 120 al mundo venidero, el mundo real.

Sucot también esta relacionado con la felicidad. La Suca nos recuerda que detrás de todo este mundo, hay algo muy simple, eterno y esencial: Ha Kadosh Baruj Hu. No hay mayor tranquilidad y dicha que vivir en constante inspiración y conciencia de que todo proviene de El.

Aprovechemos este Sucot para volver a la simpleza de la vida. Es un momento propicio para trabajar nuestra Emuna Tmima, nuestra Emuna integra, simple. Para desapegarnos de todas aquellas cosas materiales y espirituales que enlentecen y hacen mas pesado nuestro transcurso por la vida. Cuando vivimos con lo esencial, vivimos más felices, livianos y apegados a Hashem.

La pregunta ahora es como hago para definir que es realmente una prioridad y que no. Que es realmente esencial en mi vida y que no. La respuesta esta en la Tora, ya todo esta en ella. Toda nuestra realidad. Es el manual del fabricante de este artefacto llamado ser humano.

No necesitamos nada más.

Moadim Vesimja!! Que tengan un Sucot lleno de felicidad!!

Los cuatro días que median entre Iom Kipur y Sucot se consideran festivos pues coinciden con los días
en que Shlomó HaMelej (el Rey Salomón) inaguró el primer Beit HaMikdash.
También estamos especialmente ocupados con realizar mitzvot en este periodo:
construimos la sucá, la adornamos y compramos los arba minim.


Pero el día quince del séptimo mes, cuando recolectéis la cosecha de la tierra, celebraréis la fiesta de El Eterno por un lapso de siete días; el primer día es un día de descanso y el octavo día es un día de descanso. Tomaréis para vosotros el primer día el fruto del árbol del cidro, las ramas de palmeras datileras, ramas de un árbol trenzado y sauces del arroyo; y os alegraréis ante El Eterno, vuestro D´s, durante siete días.
(Levítico 23:39-40)