Luego llegó la letra Lamed y rogó ante el Creador: "Recuerda que en un futuro entregarás las Tablas -lujot- de la ley y enseñarás los Diez Mandamientos". Hashem respondió: "Contigo también se partirán las mismas Tablas al pie del monte y mis letras las abandonaran..."
Luego llegó la letra Jaf y se escucho un gran sonido. El Creador le dijo: Aunque has llegado como el resto de las letras, tampoco podré conceder tu petición". Dijo la Jaf: "Tanto Tu Corona -kitrejá- como tu honor -kevodeja- comienzan conmigo". Entonces Hashem le dijo: "En el futuro golpearé mis manos una contra otra - kaf el kaf- en señal de dolor, y he de volcar mi enojo contra Israel..."
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