De acuerdo con el relato de la Torá, el Primer Hombre, Adán, fue creado el sexto día de la Creación, el primer viernes de la historia. En el Talmud (Tratado de Sanedrín 38b) se nos enseña cómo transcurrió su primer día de vida.
Primera hora: se reunió el polvo de la tierra con el que habría de formarse su cuerpo.
Segunda hora: se hizo su cuerpo físico, informe.
Tercera hora: se establecieron sus miembros.
Cuarta hora: se le insufló un alma.
Quinta hora: se puso de pie.
Sexta hora: colocó nombre a los animales.
Séptima hora: se estableció su pareja, Eva.
Octava hora: procrearon.
Novena hora: se le ordenó que no comiera del Árbol.
Décima hora: transgredió.
Décima primera hora: fue juzgado.
Décima segunda hora: fue expulsado.
Revelador: de acuerdo con los Sabios del Talmud el hombre pecó al final del día. Por consiguiente, las primeras nueve horas de su vida constituyen su etapa anterior al pecado, el "antes", y es más larga y prolongada que su "después", conformado solamente por las tres últimas horas de ese día.
¿Cómo y cuando se retorna espiritualmente a este tiempo anterior al pecado? ¿Cuándo vuelven a besarse el "antes" y el "después"? ¿Cuándo podemos vincularnos nuevamente con esa Luz rectificada de las primeras horas del mundo?
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En: Acerca de la Teshuvá. Rav Ben Itzjak
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