lunes, 30 de noviembre de 2009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Iemima Mizrahi – Parashat Vaietze

El sabor del Rimón tiene el orgullo de presentar el shiur de la parasha de esta semana... ¡a tiempo!

(Pame y Ari: ¡lo logramos!)

La clase está dividida en dos partes (part a y part b) y empieza en el minuto 4.15
Si alguien todavía no sabe cómo hacer para ver el shiur, que pregunte a rimontora@gmail.com

martes, 24 de noviembre de 2009

Un Poema, Un Poeta


Una vez, me senté en las gradas junto a una de las puertas de la Ciudadela de David. Las dos pesadas canastas, las puse a mi lado. Un grupo de turistas estaban parados ahí alrededor del guía y les serví de indicación, de punto de referencia. "¿Ven a ese hombre con las canastas? Un tanto a la derecha de su cabeza hay un arco del período romano. Un tanto a la derecha, encima de su cabeza". "¡Pero se mueve, se mueve!" Me dije: la redención vendrá sólo cuando les digan: "¿Ven ahí ese arco del período romano? No importa: junto a él, un tanto a la izquierda y debajo de él, está sentado un hombre que ha comprado fruta y verduras para su familia".

Yehuda Amijai (יהודה עמיחי) Poeta Israelí

lunes, 23 de noviembre de 2009

Iemima Mizrahi – Parashat Toldot

Si las cosas hubiesen salido como las planeamos, el shiur de la rabanit Mizrahi hubiese subido el jueves pasado y este hubiese sido el post que lo presentaba:

Como saben, desde que empezamos a hacer los shiurim subtitulados, el tema se complicaba. Para no dejarnos vencer, nos dábamos ánimos unas a las otras diciéndonos que si el ietzer hará se interponía tanto, era porque las clases eran valiosas. Releíamos los comentarios de ustedes una y otra vez para juntar fuerzas, seguíamos investigando el tema técnico para que se facilite, pero la verdad, después del fracaso de la última semana, decidimos tirar la toalla.

Parece que a Ariana esto no le pareció nada bien y en secreto se confabuló con Pame para subtitular el shiur de esta semana. Asombrosamente, esta clase salió sin problemas, por lo que no podemos dejar de decir: Ari y Pame, gracias por no dejarse vencer y tirar para adelante.

Pero como se darán cuenta, otra vez tuvimos problemas y recién hoy podemos hacerles llegar la clase de la semana pasada así que en cambio este será el post de presentación:

A pesar de todo, seguiremos intentándolo.

El shiur empieza en el minuto 3:40

Quien todavía no recibe el link por mail, que lo pida a rimotora@gmail.com

miércoles, 18 de noviembre de 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

Debbie en su cocina - Quiche de Espinaca



Ingredientes
1 paquete de espinaca Bodek
2 cucharadas de aceite
1 cebolla
2 dientes de ajo
4 huevos
2 cucharadas de harina
1 pote de queso blanco
3 fetas de queso amarillo
La masa la encuentran aquí

domingo, 15 de noviembre de 2009

Cambiando de tema

Desde hace unos cuantos días estamos intentando solucionar un problema técnico con el shiur de la rabanit Mizrahi, nos hemos quedado hasta tarde trabajando, hemos molestado a amigos, maridos y primas para buscar ayuda, pero no hemos tenido éxito. Nos da mucha tristeza porque la clase es espectacular y porque Ariana, Pame, Kari y Debbie trabajaron duro para traducirla, pero llegó el momento de decir “basta para mi, basta para todos”.

Igualmente, quien quiera ver el shiur, puede intentar ver el video en hebreo e ir leyendo la traducción que les dejamos aquí (quien todavía no tenga el código para entrar a la página, que lo pida a rimontora@gmail.com)


miércoles, 11 de noviembre de 2009

Dime en qué andas y te diré quién eres

Siempre sospeché que de alguna manera el comportamiento depende del par de zapatos que llevemos puesto. Yo paso de ser una maratonista en zapatillas a una jubilada en chancletas; de una doctora honoris causa en tacos altos a una empleada pública en mocasines gastados. El problema es que yo sé muy bien qué clase de zapatos llevan mi nombre. Los he encontrado en distintas épocas de mi vida y los he usado hasta el punto vergonzoso en el que a través de la lengüeta se divisaba el empeine. Pero en los últimos años no tuve esa suerte, porque parece que en Israel no, parece que los diseñadores actuales tampoco, y para mujeradultareligiosa, menos. Por eso no me gusta salir de compras, porque de alguna manera es la derrota de mis queridos abotinados frente a los zuecos puntiagudos.

La idea de que como en una especie de Rosh Hashaná personal, en un centro comercial se determinaría, según la elección, la particularidad de esa temporada, me aterraba. Pero como por esos días la suela de mis zapatos ya era el suelo, tuve que juntar fuerzas para enfrentar las vidrieras.

Me pasé la noche anterior imaginándolos. Ustedes dirán: qué poca vida tiene esta chica, que solo sueña con zapatos. Pero la verdad es que era parte de un pequeño experimento porque estuve leyendo el libro “It´s all in your mind” (todo está en tu mente) en donde se explica cómo a través de la emuná podemos focalizar nuestra energía, cómo Hashem nos provee de acuerdo con nuestras aspiraciones, y cómo para que algo nos sea concedido primero debemos desearlo en nuestro corazón.

Les confieso que a mí esas teorías me dan mala espina, será que quien se quema con leche ve una vaca y llora, pero no puedo evitar que la palabra “visualización” me transporte al recuerdo de sesiones de terapia en un consultorio atiborrado de almohadones indios. Pero aquí estaba Sara Yosef, asegurando que estas no son creencias de otros pueblos, que el poder de la imaginación se encuentra en el jumash, y que talmud nos eneseña cómo usar nuestra ratzón (voluntad) y cómo hacernos merecedores de todo lo que Hashem quiere darnos (Tú abres Tu mano y satisfaces a todo ser viviente, tehilim145:16).

Así que en contra de todos los pronósticos, a pesar de mi marido que piensa las cosas se consiguen en relación al esfuerzo utilizado y por sobre todo, a pesar de su refutación ingeniosa (que asombrosamente incluía en una misma frase un antiguo hit y el pirkei avot): “No culpes a la lluvia, no culpes a la playa, Iagata u matzata (te esforzaste y encontraste)”, hoy estoy feliz porque conseguí mi par de zapatos soñados. Y a quién se esté preguntando cómo es posible ponerse tan contento por una adquisición material le recuerdo lo que dicen nuestros sabios: “no juzgarás al prójimo hasta estar en sus zapatos”.

martes, 10 de noviembre de 2009

Palabras

Existe la idea de que las palabras necesariamente mienten. Nunca podrán reconstruir la conciencia. El alfabeto hebreo comienza con las letras alef, bet, gimel y dalet. La primera letra, alef, representa el comienzo metafísico superior: su valor numérico es uno, aludiendo a la Unidad Superior. Está formada por una iud superior y una inferior unidas por una vav, la letra que unifica, y el valor numérico de estas tres es veintiséis, el mismo que el del Nombre Inefable de D´s. Hay muchos más secretos en la alef, pero lo que es revelador aquí es que es silenciosa. El conocimiento que todo lo engloba no tiene un sonido especifico.


Las siguientes tres letras, que representan el descenso hacia lo finito y tangible, son beit, guimel y dalet y cuya secuencia forma la palabra BeGueD, la palabra para vestimenta, la cubierta exterior del núcleo invisible. Sin embargo, lo maravilloso es que BeGueD, “vestimenta”, también significa “traición”. Las vestimentas pueden mentir, pueden tapar una identidad en vez de revelarla; ésa es su naturaleza. El núcleo silencioso no puede mentir, pero sus capas exteriores que tienen sonido y habla, si podrían expresar traición.


Fuente: Vivir Inspirado. Akiva Tatz

lunes, 9 de noviembre de 2009

Silencio

Las palabras son finitas. Las palabras, no importa qué tan bien hayan sido escogidas o sean elocuentes, son sólo fragmentos de significado. Son los retazos que la comunicación se esfuerza por construir. La persona sensible sabe que cuánto más profunda sea la experiencia y más cercano a la esencia personal sea el mensaje que se intenta comunicar, más difícil resulta expresarlo. Las cosas más significativas que se pueden compartir en la vida no precisan de palabras; exigen el silencio.


En tales momentos las palabras son intrusos, reduciendo el instante a una parodia de su realidad auténtica. Hay una agonía particular en sentir la imperiosa necesidad de compartir las experiencias y los momentos más bellos, pero ser incapaz de expresarlos en palabras. El remedio para ese dolor es compartir con alguien que tiene una experiencia propia de tales cosas; entonces las palabras serán completamente innecesarias.


Fuente: VIvir Inspirado. Akiva Tatz

jueves, 5 de noviembre de 2009

Debbie en su cocina - Babka


Ingredientes para la masa
1 kg de harina ( 7 1/2 vasos)
2 cucharadas de levadura seca
3 huevos
3/4 vaso de azúcar
1 vaso de aceite
1 cucharadita de sal
1 3/4 vaso de agua tibia
1/4 vaso de aceite para el final

relleno chocolate
3/4 vaso de aceite
3/4 vaso de cacao
1 1/2 de azúcar
2 cucharadas de postre de vainilla

relleno de nueces
1 vaso de nueces
1/4 vaso de azúcar
1 huevo
2 cucharadas de maple syrup

martes, 3 de noviembre de 2009

Este mensaje se autodestruirá en cinco segundos

Las mujeres nos podríamos diferenciar por nuestros superpoderes. Sin ir más lejos, entre mis amigas puedo señalar a dos mujeres maravilla, que giran como un tornado y se hacen cargo de todo lo que las rodea; una mujer biónica, que soluciona las cosas rapidísimo a pesar de correr en cámara lenta; tres brujas Samantha, que sólo necesitan un movimiento de nariz para poner todo en su lugar; y varias mujeres invisibles a las que nadie percibe mientras mueven montañas.

Al decir esto no pretendo lograr una categorización graciosa (en ese caso hubiese incluído a gatúbela), sino indicar que a cada una, aparte de superpoderes, le asignaron una misión.

El problema es que descubrir esa misión no es nada fácil. Por ejemplo, durante muchos años, yo llegué a pensar que la misión era simplemente “encontrar la misión”. Como en una mística búsqueda del tesoro, lo que había que hacer era encontrar señales abriendo libros al azahar, analizando coincidencias, o moviendo una copa dentro de un círculo de letras para que mágicamente nos indicaran nuestra función en el mundo. Por suerte me cansé rápido de la falta de comunicación cósmica y dejé de lado el esoterismo.

Después me convencí a mí misma de que había descubierto el secreto de la vida: la misión única y universal era la expansión de la conciencia. Cualquiera que se estuviese ocupando de esto estaría cumpliendo su función en el mundo. El problema llegó cuando comprobé que la mayoría de la gente con una “conciencia expandida” no tenía con qué llenarla.

Y la confusión siguió aún después de varios años de teshuvá, porque se me mezclaron dos temas y terminé concluyendo que trabajar las malas midot era el objetivo final. Y así seguí muy campante hasta que en una clase me tiraron un balde de agua fría: todavía hoy recuerdo la vergüenza al darme cuenta de que para todos era obvio que no era corrigiendo las malas midot como se cumple la misión personal. En esa clase, el rab, con su paciencia infinita (¡ese si que es un superpoder!) me explicó que si bien tenemos la obligación de trabajar en la corrección de nuestras “malas midot”, eso no tiene nada que ver con la misión personal, justamente todo lo contrario, las herramientas que debemos usar son nuestras “buenas midot”.

O sea que no había que salir corriendo a comprar el lazo de la mujer maravilla, sino que tenía que utilizar mis propios superpoderes y ponerlos en función del mundo, y aunque hoy no les cuente cuáles son las buenas cualidades que descubrí que me ayudarían, si les voy a decir que asombrosamente coinciden con las de mi heroína favorita.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Iemima Mizrahi - Parashá lej leja

Esta vez los aplausos deben ir dirigidos a Pamela y Ariana que hicieron un trabajo de traducción excelente.

¡No se pierdan este shiur! Está buenísimo…

(quien todavía no esté en nuestra lista para recibir el link automáticamente, que lo pida a rimontora@gmail.com)