El otro día fui a una charla acerca del mes de Elul, era tarde y las palabras se entremezclaban en mi cabeza. Estaba tan agotada que en un momento me pareció notar que el Rab me miraba directamente mientras decía que era una maravilla que hayamos llegado a vivir una vida con sentido, que todos los que estábamos sentados en esa sala no podríamos haber llegado a ese lugar por ningún camino natural de no haber sido por el milagro de haber hallado un punto de apego con Hashem. Tuve que refregarme los ojos para convencerme de que el Rab y el resto de la clase no me estaban mirando y señalando con el dedo. Se preguntarán por qué me di por aludida frente a mis delirios de ensueño: Porque encajo en ese concepto en todos los sentidos.
Si hoy jugásemos a “¿qué hubiese sido de mi vida si…?” yo podría asegurar que si hubiese seguido mi curso natural, a esta altura yo sería la mezcla de un artista triste y una oficinista cínica determinada por la angustia existencial y el desconcierto frente a lo absurdo de la vida. Me angustiaba que cualquier camino elegido me negase la posibilidad del resto. Quería vivir todas las vidas.
Buscaba desesperadamente en cualquier técnica espiritual y cada vez me alejaba más de mi misma. La ilusión de una vida verdadera parecía cada vez más lejana. Entonces es cuando sucedió el milagro, el milagro que me conectó con mi punto de apego.
En una conferencia alguien le preguntó a una indígena mexicana si ella utilizaba la técnica de meditación Oriental.
-¿Por qué haría eso? –Contestó- Yo soy india.
Y yo soy judía, me dije.
Me fui de Argentina en Septiembre y llegué a Israel en el mes de Elul. Durante ese viaje tuve la oportunidad de estudiar cosas como esta y entender que si bien no podía vivir todas las vidas, podía vivir mi mejor vida.
En Elul, todo es posible porque es la oportunidad que nos da Hashem para replantearnos quiénes somos y quiénes queremos ser. Elul vendría a ser como el update, la actualización de nuestro carácter, es el momento más propicio para modificar datos, borrar registros y agregar funciones. En Elul Hashem nos deja bajar (gratis) la última versión de nosotros mismos.
Yo descargaré la versión 4.4 de mi misma......mmmmm!!
ResponderEliminarGracias por ayudarnos a abrir los ojos!!!
Maravilloso testimonio de afirmación en tu fe.
ResponderEliminarSiempre resulta un autentico placer leer vuestro blog, pues además del sentido tan peculiar que dais a los temas, conseguís “embalsamar” este duro caminar en los tiempos que nos tocó vivir.
Así pues; te ruego, me permitas publicar este tu último post en mi blog.
Por todo ello: muchas gracias.
Shalom
Yahy´h
Yahy´h, siempre te tomas el trabajo de comentar y alentarnos, te lo agradezco.
ResponderEliminarY claro que puedes publicarlo, (la editora del blog -que no soy yo- pide que no se olviden de linkearlo)
Saludos
Ya lo publiqué, pero observo que hay un link en tu post que no enlaza. En fin ya lo arreglaremos. Todá rabá por todo
ResponderEliminarShalom
No es tu link el que no funciona, es el mio. Gracias por hacérmelo notar.
ResponderEliminarElul siemore es un mes que busco desesperada textos y clases que me conecten. Y vuelvo a viejos textos que me emocionan y BH' encuentro nuevos como el tuyo que me vuelven a casa.
ResponderEliminarLeyendo los post me doy cuenta que entre tanta emoción no te pedí permiso para enviarles este texto a unas alumnas. Lo hice mandando el link a la página y todo pero faltó el pedido. Pido disculpas si cabe y nuevo pedido.
Gracias! Shabua tov!
Andi
¡Hola Andi! Creo que el protocolo cibernético no considera que se deba pedir permiso para mandar los textos por mail, y mucho menos si están linkeados. Así que no tienes nada por lo que pedir disculpas, mándalos todo lo que quieras porque también nos ayuda que nos hagas publicidad, ya que si bien no empezamos el blog con la intención de ser leídas, cuando nos dan ganas de dejarlo, nos incetiva saber que hay alguien del otro lado.
ResponderEliminarmuy bueno todo lo q escribis como siempre!!!!
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