- Llegó, llegó!! Yo primero- grita el primogénito
- No, hoy me toca a mi primero…
- Papá, que soy una nena!!
. Disculpa, jeje: "como Sarah, Rivká, Rajel y Lea!!!!!
Cuando llega el padre de la sinagoga acostumbra a bendecir a los hijos. La manera en que un padre bendice a sus hijos es la misma en que nuestro padre Iaacov bendijo a sus nietos Efráim y Menashé. Se recordará que puso sus manos sobre sus cabezas y los bendijo, diciendo: "Con ustedes bendecirá Israel (a sus hijos), diciendo: "Que Di-s te haga como Efráim y Menashé. De la misma manera, el padre coloca sus manos sobre la cabeza de su hijo y lo bendice, diciendo: "Que Di-s te haga como Efráim y Menashé".
Al bendecir a una hija, dice "Que Di-s te haga como Sará, Rivká, Rajel y Leá".
Luego, en ambos casos, recita la triple bendición sacerdotal, "Di-s te bendiga y te cuide; haga Di-s resplandecer Su rostro sobre ti y te muestre gracia; vuelva Di-s Su rostro hacia ti, y te conceda paz" .
El motivo por el cual se bendice a los niños judíos para que sean como Efráim y Menasbé es que ellos eran realmente niños modelo, de quienes su padre Iosef y su abuelo Iaacov se enorgullecían justificadamente, seguros de que iban a continuar con la gran tradición y herencia del pueblo judío. Además, merecían el mayor reconocimiento, ya que aunque habían nacido y se habían criado en Egipto eran niños judíos maravillosos.
En cuanto a las niñas, no podría haber mejor modelo para ellas que las madres de nuestro pueblo, Sará, Rivká, Rajel y Leá.
Y para padres y abuelos judíos no hay mayor alegría que la de ver a sus hijos y nietos, niños y niñas, creciendo en las sendas de la Torá, estudiando la Torá y haciendo mitzvot y, en su debido momento, ver que ellos educan a sus propios hijos de la misma manera. Este es el verdadero Idishe najas.
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Artista Dubrov Boris
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