lunes, 14 de enero de 2008


Un hermoso día en un parque, un joven papá empujaba el cochecito en el que lloraba su hijito.

Mientras el papá llevaba a su niño por los senderos del parque, iba murmurando bajito y suave:-Tranquilo. Shlomo. Mantén la calma, Shlomo. Está bien, Shlomo. Relájate Shlomo. Todo irá bien, Shlomo, ya verás.

Una mujer que pasaba por allí, se dirigió al joven papá y le dijo:-Usted realmente sabe cómo hablarle a un niño perturbado...con calma y con suavidad. Realmente es admirable.La mujer se inclinó hacia el niño que estaba en el cochecito y le dijo tiernamente:-¿Cuál es el problema, Shlomo?Entonces el papá dijo rápidamente:-iOh, no señora... Él es Moishe. Shlomo soy yo

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