El otro día una amiga se quejaba de que uno de sus hijos nunca hace lo que se le pide, y que otro lo hace, pero mal. Que uno nunca está en la casa y que otro está en la casa todo el día. Que uno va siempre desalineado y que otro le tiene que planchar las camisas dos veces. Que uno no le cuenta nada y otro le habla sin parar.
A esta altura no tuvimos más remedio que reírnos de la incoherencia en su discurso, y tanto nos reímos que terminamos llorando, porque mi amiga me confesó que esa es la manera en la que funciona su mente: siempre le parece que todo está mal. Si llega temprano piensa que debería haber llegado a tiempo, si llega a tiempo se dice que mejor ni haber ido y si llega tarde… bueno, si llega tarde, mejor ni hablar.
Por lo menos llegamos a la conclusión de que ella estaba cumpliendo a la perfección una de las mitzvot bein adam Lejaveró porque el precepto dice: “Veahavta Le Reaja Kamoja” y ella estaba tratando a sus hijos exactamente de la misma manera en la que se trata a sí misma: mal.
Siempre me pregunté desde dónde uno debería empezar a trabajar el amor hacia el prójimo. Por un lado estoy convencida de que uno no puede dar lo que no posee, pero por el otro, pareciese que ocuparse del perfeccionamiento interno es egoísta.
La solución llegó con el proyecto Ahavat Israel, porque el trabajo que plantea es, por un lado esforzarse en controlar los pensamientos y así generar un efecto en el entorno, y por el otro, concentrarse en dominar los actos, lo que nos conducirá al perfeccionamiento personal.
Hoy vamos a empezar con el primer ejercicio propuesto por la rabanit Bayla Berger: Durante una semana, una vez por día, deberemos expresar afecto de una manera inusual a una persona cercana. Para eso primero tendremos que combatir la negatividad interna que se interpone en el camino, tomar nota de esos pensamientos y sobreponernos a ellos.
Quisiera agregar que como el objetivo final de los ejercicios es reforzar la relación entre Am Israel, si está por terminar el día y no han encontrado oportunidad de trabajar en ello, pueden reemplazar el ejercicio dirigiéndose a Hashem para destacar verbalmente alguna cualidad positiva de una persona que no les resulte muy agradable.
Bienvenidas a bordo, mis queridísimas amigas. La próxima semana nos encontraremos en un post para compartir nuestras experiencias.
Aquí hay un cuadro para imprimir que les puede ayudar a llevar registro del trabajo.
Me ha recordado a mi madre... curioso.
ResponderEliminarSiempre tan util, todá :)
podrias dar un ejemplo de que es "expresar afecto de una manera inusual" ??? algo como: le doy el trozo de chocolate que yo queria comerme a mi hija en vez de a mi????
ResponderEliminarGoelet, creo que mi amiga se parece a muchas madres... y me incluyo.
ResponderEliminarCarrie: ¡qué buena idea! Interesante sería ver cómo reaccionaría R. ante una muestra taaaaan inusual.
Chiste aparte, lo que la rabanit Berger propuso textualmente era: "expressing a little extra warmth". Quizá la próxima me ayudes un poco con la traducción, dear friend.
no problem - "mostrar un poco mas de carino." :) carrie.
ResponderEliminarAHHH, me rompi la cabeza pensando cómo mostrar afecto de manera inusual....ahora es de entender diferente, gracias carrie por el afecto.
ResponderEliminarjudi, una sugerencia a veces cuando traduzco y no encuentro la palabra que sea 100 adecuada, hago la traduccion y sito el original entre parentesis.
gracias por llevarnos a todas en tu barco espiritual.
beso
Dafna, voy a usar la técnica que me propones la próxima vez.
ResponderEliminarEspero que no se haya entendido que una tenía que cometer alguna locura para demostrar su afecto, como pintar toda la casa con corazones rojos o ponerse una remera que diga: "yo amo a mis hijos".
Podría ser, por ejemplo, que si una "usualmente" cuando llega el marido sigue con sus tareas, una manera "inusual" de demostrarle afecto sería salir a su encuentro con una sonrisa.
BS"D
ResponderEliminarrelindo, hoy voy a empezar a trabajar en ello, me encanta tus aportes. Shabuatov
Tus ejemplos son preciosos. Yo he de contar que a mi shalom usual a mi vecena le agrge calides a la voz y una sonrisa inmensa y eso llevo a que por primera vez en años sostuvieramos una conversación de mas de 30 segundo..... es genial ver como el saludar con conciencia cambia la historia.
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