martes, 14 de abril de 2009

Cuando hay hambre no hay matzá dura

Ya saben que no me gusta andar con rodeos, a las cosas hay que llamarlas por su nombre, a la matzá, matzá y al vino, vino, así que allí voy: Dejen de preparar tanto la carne (y las papas) para el Iom tov (fuera de Israel, dos Iamim tovim), y preparen un poco el espíritu. Salgan de sus cocinas alumínicas y tómense un minuto para reflexionar sobre el trabajo personal de los próximos días.

Se me ocurre que la mayoría coincidiremos en la relación en la que debemos reforzarnos el día seis y ojalá que sea la misma a celebrar el día siete.

 ¡Jag Sameaj para todos!

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