Muchas veces escuchas a personas soltar la frase: “pero no es lashon hará porque es verdad” Muchos no están conscientes que decir un comentario negativo, aunque sea verdad, es lashon hará. Hay los que algo han estudiado sobre lashon hará y tienen la tendencia de excusar su "mala lengua" sacando de contexto varias leyes sobre lashon hará. Y hay otros que piensan que la única manera de cumplir con todas las leyes del lashon hará es escondiéndose debajo de la cama...es decir convirtiendose en ermitaño.
La única forma de lograr transformar nuestra forma de hablar es con el estudio constante las halajot sobre lashon hará y rejilut.
Cierta vez un judío acaudalado y estudioso de la Torá, visitó al Jafetz Jaim y pidió comprar todos los libros de su autoría, menos el “Shmirat Halashón” (el cuidado de la lengua – es decir, el cuidarse de hablar mal del prójimo) El Jafetz Jaim se sorprendió y preguntó porque no estaba interesado en ese libro. El hombre respondió: “Me dedico al comercio y estoy en contacto con mucha gente. Me es imposible de abstenerme del Lashón Hará (habladurías) No podré tener provecho del libro”
El Jafetz Jaim le dijo: “Cuando terminé de escribirlo, comencé a dudar del beneficio que podría obtener y de la posibilidad de llevar a cabo lo que está allí escrito. Consulté con Rabí Israel Salanter y él me respondió: ‘Si aunque sea logras arrancar un suspiro del corazón de un judío que se lamenta por haber incurrido en el pecado de “Lashón Hará” ya es conveniente que lo edites’. Lleva este libro, y tu suspiro será tu provecho”
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