jueves, 8 de julio de 2010

Las Doce Etapas de la vida del Hombre

Las constelaciones son vasijas en manos de El Creador. Por sí mismas carecen de significado; su tarea es simplemente servir como guía.
Tal como está citado en el Midrash Tanjumá (Ha´ azinu 1), las constelaciones reflejan las variadas situaciones y fluctuaciones de la vida de los individuos, ascensos y caídas desde el momento del nacimiento hasta el final. Cuando un niño nace todo es aún limpio y puro, pero a medida que crece el test de la vida no esquiva a nadie. La pregunta es siempre: Qué camino elegir? 

La rueda de las constelaciones representa las variadas posibilidades de fracaso o éxito. Uno puede fracasar pero al fracaso le sigue la corrección y la continuación de un proceso. En las palabras del Midrash:

El ciclo de los signos astrológicos es como el ciclo de la vida del hombre: 
Al principio, cuando nace, el hombre es suave y delicado como el cordero (Talé/Aries). 
Al crecer se vuelve poderoso como un buey (Shor/Tauro). 
Luego se asemeja a los gemelos, viéndose a sí mismo como completo y perfecto (Teumim/Geminis). 
Es ahí cuando su yetzer hara (impulso negativo) se destaca. 
Al principio es tan pequeño como un cangrejo (Sartán/Cancer), pero al dejarlo descuidado, se vuelve tan fuerte como un león (Arié/Leo). 
Si el hombre peca, su yetzer hará le pone una mascara de inocencia,
haciéndolo parecer tan puro como una doncella (Betula/Virgo). 
Y si sigue transgrediendo, es colocado en una balanza (Moznaim/Libra), 
y su suerte es así medida. 
Si persiste en su rebelión, cae en las profundidades de abajo, como en un hoyo, donde se encuentra el escorpión (Akrav/Scorpio). 
Sin embargo si cambia de parecer, se arrepiente y regresa a D´s, asciende del hoyo como una flecha, como la flecha que se dispara del arco (Keshet/Sagitario). 
Es ahí cuando se transforma y regresa a su previo estado de inocencia,
volviéndose como un niño (G´di/Capricornio) - purificado por las
aguas del que contiene las aguas (D´li/Acuario). 
Finalmente su vida se convierte en un ciclo completo cuando como el pez (Daguim/Piscis), se entrega al disfrute de las aguas de la eternidad, con su alma en pleno reposo en el mundo de allá arriba de donde provino.

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Fuente: Tora.org.ar ("Signs of the Times" de Gad Erlanger)

2 comentarios:

Margalit dijo...

BS"D

TODA RABA JANNAH!!!
Gracias por ayudarnos/desafiarnos/aportarnos a pensar....
Extrañaba 'horrores' tus escritos :). Todo lo bueno te alcance!!!

Berajot, semajot veshalom!!!

Anónimo dijo...

Bienvenida de nuevo!! te extrañamos!!!!!

Aiala