martes, 12 de febrero de 2008

TDC X (una medalla de honor)

Ustedes… ¡si!... ustedes, me dejaron plantada… ¡hey! ¿Qué hacen leyendo sin darse por aludidos? A ustedes les estoy hablando, ¿No habíamos quedado en que íbamos a averiguar el tema del honor verdadero y el honor imaginario? ¿Ni a uno se le ocurrió una idea?

Gracias a Dios que los sabios de la Torá se ocuparon de este tema:

El Pirke Avot (4:1) define a una persona honorable como “alguien que honra y respeta a otras personas” Ejem… quizá deba disculparme por la manera en que los traté en el párrafo anterior. Perdónenme, hoy no me desperté de muy buen humor (¿será porque empecé la dieta?). Como sea, no hay excusa. Me disculpo. Ahora podemos seguir.

O sea que los sabios nos enseñan que una persona honorable no está definida según la manera en que los otros la tratan sino en la manera en que la persona trata a los demás, y esto sería una prueba de su nivel espiritual, ya que el propósito de la creación es exaltar al Todopoderoso, y una manifestación de esto es respetando al prójimo al reconocerle su singularidad como ser creado a imagen de Dios.

Pero nosotros ¿a qué le asignamos valor? Las personas somos complejas. El valor que le asignamos al ser humano en general no depende de este concepto de santidad, sino que otros factores entran en juego. Y a eso es lo que el Jazón Ish se refería con honor imaginario.

Pero, no sé si me estoy explicando, mejor llamo al honor falso por algunos de sus nombres: Mercedes Benz, Pulitzer, Guinness, Prada, y dejo aquí porque seguro ya me entendieron.

Y la Torá se encarga de señalar dónde reside el honor verdadero: En hebreo el valor numérico de la palabra kavod es 32, el mismo que el valor numérico de la palabra hebrea lev, "corazón". Así que por lo menos ya tenemos señalizado el camino para ganar una medalla de honor en la competencia de honrar al prójimo.

Y me despido por ahora, con el mayor de los respetos, hasta la próxima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Wow!! Que respuesta!!! No podría dar una mejor